Educacion
Enviado por ingriga • 1 de Abril de 2014 • 2.300 Palabras (10 Páginas) • 215 Visitas
Hacia un Nuevo Paradigma en la Ciencia
La naturaleza de un ser no se da nunca a nadie por completo,
solamente según algunos de sus aspectos
y de acuerdo con nuestras categorías.
Aristóteles, Metafísica, iv, 5
Einstein me dijo: “El hecho de que usted pueda
observar una cosa o no, depende de la teoría que usted use.
Es la teoría la que decide lo que puede ser observado”.
Werner Heisenberg
A lo largo del siglo XX, hemos vivido una transformación radical del concepto de conocimiento y del concepto de ciencia. Estamos llegando a la adopción de un nuevo concepto de la racionalidad científica, de un nuevo paradigma epistemológico. El modelo científico positivista –que imperó por más de tres siglos– comenzó a ser cuestionado severamente a fines del siglo XIX por los psicólogos de la Gestalt, a principios del siglo XX por los físicos, luego –en la segunda década– por los lingüistas, y finalmente –en los años 30, 40, 50 y, sobre todo, en los 60– por los biólogos y los filósofos de la ciencia. Todos, unos tras otros, fueron manifestando su insatisfacción con la racionalidad lineal, unidireccional, y viendo, poco a poco, la necesidad de reemplazar el modelo axiomático de pensar, razonar y demostrar, con su ideal puro lógico-formal, o lógico-matemático, con una lógica que diera cabida a la auténtica y más empírica realidad del mundo en que vivimos y con el que interactuamos, de un mundo donde existen inconsistencias, incoherencias lógicas y hasta contradicciones conceptuales. Ésta es la tesis básica que defienden las diferentes orientaciones postpositivistas, las cuales consideran insostenible el modelo reduccionista “variable independiente-->dependiente” ligadas únicamente por una relación causal, y la necesidad de sustituirlo por un modelo sistémico cónsono con la complejidad de las realidades del mundo actual.
1. Visión de Conjunto
Gabriel García Márquez, en su paso por Caracas (1990), hizo algunas afirmaciones que recogió la prensa bajo el título “Prefacio para un Nuevo Milenio”. “Muchas cosas –dijo él– que hoy son verdad no lo serán mañana. Quizás, la lógica formal quede degradada a un método escolar para que los niños entiendan cómo era la antigua y abolida costumbre de equivocarse”.
El gran físico Erwin Schrödinger, Premio Nobel por su descu¬brimiento de la ecua¬ción fundamental de la mecánica cuántica (base de la física moderna), considera –como ya señalamos– que la ciencia actual nos ha conducido por un callejón sin salida y que la actitud científica ha de ser recons¬truida, que la ciencia ha de reha¬cerse de nuevo (1967)
La explosión de los conocimientos, de las disciplinas, de las especiali¬dades y de los enfoques que se ha dado en el siglo XX y la reflexión epistemológica encuentran el modelo tradicional de ciencia no sólo insuficiente, sino, sobre todo, inhibi¬dor de lo que podría ser un verdadero progreso, tanto particular como integrado, de las diferentes áreas del saber.
Por todo ello, conviene enfatizar que esta situación no es algo superficial, ni coyuntural; el problema es mucho más profundo y serio: su raíz llega hasta las estructuras lógicas de nuestra mente, hasta los procesos que sigue nuestra razón en el modo de conceptualizar y dar sentido a las realidades. El conocimiento no es, en pocas palabras, un reflejo especular de “lo que está allá afuera”; el conocimiento es el resultado de un elaboradísimo proceso de interacción entre un estímulo sensorial (visual, auditivo, olfativo, o un contenido de nuestra memoria) y todo nuestro mundo interno de valores, intereses, creencias, sentimientos, temores, etcétera.
De esta manera, el problema principal que enfrenta actualmente la investigación y su metodología, tiene un fondo esencialmente epistemológico, pues gira en torno al concepto de “conocimiento” y de “ciencia” y la respetabilidad científica de sus productos: el conocimiento de la verdad y de las leyes de la naturaleza. De aquí, la aparición, sobre todo en la segunda parte del siglo XX, de las corrientes postmodernistas, las postestructuralistas, el construccionismo, el desconstruccionismo, la teoría crítica, el análisis del discurso, la desmetaforización del discurso y, en general, los planteamientos que formula la teoría del conocimiento.
Nuestro objetivo fundamental, aquí, será clarificar e ilustrar que el problema reside en el concepto restrictivo de “cientificidad” adoptado, especialmente en las ciencias humanas, que mutila la legitimidad y derecho a existir de una gran riqueza de la dotación más típicamente humana, como los procesos que se asientan en el uso de la libertad y de la creatividad. Esta gran riqueza de dotación exige en el investigador, por un lado, una gran sensibilidad en cuanto al uso de métodos, técnicas, estrategias y procedimientos para poder captarla, y, por el otro, un gran rigor, sistematicidad y criticidad, como criterios básicos de la cientificidad requerida por los niveles académicos.
En el ámbito de la experiencia total humana –como ya indicamos– existe una vivencia con certeza inmediata, como la experiencia de la filosofía, del arte y de la misma historia, que son formas de experiencia en las que se expresa una verdad que no puede ser verificada con los medios de que dispone la metodología científica tradicional. En efecto, esta metodología usa el etiquetado verbal, propio del hemisferio izquierdo, mientras que la experiencia total requiere el uso de procesos gestálticos y estereognósicos, propios del hemisferio derecho.
Por ello, los estudios epistemológicos, sobre todo, se han convertido en el cen¬tro de una esperanza de amplio al¬cance. Los aportes que ellos están produciendo en muy diferentes escenarios del mundo inte¬lec¬tual pueden despejar el hori¬zonte nu¬blado y borroso que nos rodea. Así, a todo nivel, pero, en las ciencias humanas sobre todo –relacionadas con el estudio del ser humano: su desarrollo, educación, aspectos psicológicos, sociológicos, culturales, éticos y espirituales–, desde mediados del siglo XX en adelante, se han replan-teado en forma crítica las bases epistemológicas de los métodos y de la misma ciencia.
Sin embargo, la ilimitada potencialidad que tiene la mente huma¬na queda frus¬trada en la práctica, en la mayo¬ría de los seres humanos, debido a los hábitos y ruti¬nas men¬tales a que restringe su actividad. Por ello, en esta exposición, trataremos de ilustrar y hacer énfasis, sobre todo, en la naturaleza de la inercia mental, en la pertinencia epistemológica (con su enfoque sistémico y nuevas matemáticas) y, por último, en la importancia y necesidad
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