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El Rompecabezas


Enviado por   •  9 de Abril de 2013  •  9.065 Palabras (37 Páginas)  •  393 Visitas

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Ciencia e ingeniería

1. LAS DOS FUENTES DE CONOCIMIENTO OBJETIVO

El conocimiento de las leyes que gobiernan los fenómenos con que lidia la ingeniería es uno de los elementos que el ingeniero usa, y la ciencia es hoy la fuente principal de la que ese conocimiento proviene. Sin embargo, el hecho de que la ingeniería sea mucho más antigua que la ciencia hace evidente que ésta no es su única fuente posible de conocimiento. En efecto, antes de que en el siglo xvii naciera la ciencia (esto es, se institucionalizara su versión moderna basada en el método experimental y las matemáticas), la ingeniería era ya una antiquísima profesión que apoyaba sus decisiones en conocimiento producido por la práctica de la misma, que sigue siendo hoy una fuente válida y muy frecuentada.

Lo que se aprende del ejercicio de cualquier actividad práctica se denomina conocimiento empírico y, por ser hijo de la experiencia y no de la lucubración racional pura, es hermano legítimo del conocimiento científico. Antiguamente todo conocimiento requerido por la ingeniería u otras actividades tuvo que generarse en la práctica, pero en el siglo XVII comenzó a cristalizar una revolución metodológica que finalmente hizo de la ciencia el surtidor principal de conocimiento para todos los fines prácticos, incluso la ingeniería.

Empero, el conocimiento que aportan tanto la astronomía como la práctica son tan legítimos como los de la ciencia; el saber derivado de la práctica puede resultar menos general, menos aproximado y a veces más provisional que el conocimiento científico, pero

ambos tienen la misma base de validez filosófica (el empirismo).

Por lo demás, ni el conocimiento proveniente de la ciencia ni el derivado de la práctica son definitivos ni plenamente fieles. La inducción es el más poderoso instrumento intelectual del ser humano, pues hace posible aprender de la simple experiencia de vivir y hacer; finalmente, constituye la fórmula para generar conocimiento mediante la ciencia.

La ventaja que, en cuanto a validación, conserva el conocimiento científico sobre el empírico es, como quedó dicho, el estar basado en observaciones ampliamente redundantes que excluyen efectos de variables indeseadas y que pueden ser repetidas por investigadores independientes; ciertamente, no es ésta una ventaja menor, pero es de carácter circunstancial, no sustancial.

Finalmente, hay que señalar que, cuando no hay conocimiento científico disponible, el uso del de origen empírico es no sólo legítimo, sino obligatorio para una profesión como la ingeniería, cuyo imperativo es resolver problemas con oportunidad, y no esperar pasivamente a que la ciencia produzca el conocimiento requerido. Podemos atribuir principalmente a Galileo y a Francis Bacon el haber hecho posible que el conocimiento comenzara a crecer con rapidez cada vez mayor a partir del siglo XVII. Este innovador modo de generar nuevo conocimiento, hoy llamado universalmente método científico, al principio no estuvo institucionalizado, sino que se desarrolló y practicó por vocaciones y decisiones personales. Puede decirse que fue al menos un gran investigador de los proble

mas que enfrentaban los ingenieros de su tiempo, además de haber fundado, en una sola de sus publicaciones, tres nuevas ramas de la ciencia íntimamente ligadas a la ingeniería.

Los postulados o supuestos filosóficos que dan fundamento al método galileano se pueden expresar como sigue:

1. Los aspectos no cuantificables de la naturaleza no son susceptibles de estudio científico. Por lo demás, a las ingenierías militar y civil, por ser las más antiguas, les tocó vivir inmediatamente después de Galileo el proceso transformador inducido por la ciencia en todas las actividades prácticas. En su saber, que en el siglo XVII todavía constaba casi completamente de conocimiento empírico, comenzó a introducirse cada vez más el de origen científico, primero para explicar las reglas prácticas vigentes, luego para ampliarlas y sustituirlas, y finalmente para basar cada vez más en la ciencia tanto el diagnóstico de los problemas de la ingeniería como el diseño de sus soluciones. Conforme esto ocurrió, la ingeniería civil, que entonces era todavía una profesión que conjuntaba también a la arquitectura, fue modificando sus diseños.

3. EL PODER QUE DA EL CONOCIMIENTO

La principal consecuencia del avance de la ciencia ha sido el crecimiento del poder del hombre para superar las limitaciones que la naturaleza le impone, como a todos los seres vivos. Basta pensar en cómo se ha transformado nuestro planeta conforme el hombre ha usado ese poder, mediante la ingeniería y otras actividades prácticas, para satisfacer lo que considera sus necesidades: en paralelo han

ido cambiando las condiciones de vida, generalmente para bien, a pesar del desmedido crecimiento de la población en tiempos recientes; aun los resultados indeseables de ciertos desarrollos basados en el nuevo conocimiento son evidencias de aquel poder. Se ha demostrado, así, que el saber no solamente dota al ser humano de capacidad de comprensión de su entorno, sino también de poder para transformarlo (a veces sin haberlo comprendido cabalmente).

Pero el poder del conocimiento no es un valor del conocimiento en sí, sino de su aplicación o, mejor dicho, de quien lo aplica. Si el hombre poseyera conocimientos sólo para fines de placer existencial contemplativo, tal poder no existiría. El grado abrumador en que ha crecido el poder de las sociedades inclinadas a usar el conocimiento científico para fines prácticos no deja lugar a dudas sobre el poder potencial del mismo. El poder del conocimiento está más concentrado que el de la riqueza.

El poder del conocimiento y la fatalidad de su concentración son tan grandes que la democracia no basta para distribuirlo mejor ni para atenuar con él otras desigualdades; pero esto no es ya un problema de la ciencia o del conocimiento, sino de la naturaleza humana. En otras palabras, el comportamiento de los seres humanos no es producto de la imperfección de la ética o la política, sino de imperfecciones humanas. Son por ello contrapartidas de los beneficios que da el conocimiento; lo son en el sentido más literal del término, pues el incremento de poder que el nuevo conocimiento otorga se ve mermado por cada uno

de aquellos tres factores. La lista de éstas es cada vez más y más extensa, lo que acelera la generación de nuevo conocimiento, pues facilita que en cada nueva especialidad se aplique el poderoso método científico a problemas más numerosos, que son porciones cada vez más pequeñas del todo, tanto relativamente como en términos absolutos. Es, por tanto, inexorable que se planteen y resuelvan, por

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