Aspectos Basicos De La Formacion Basada En Competencias
Enviado por juampibar • 14 de Septiembre de 2011 • 1.311 Palabras (6 Páginas) • 975 Visitas
Introducción
Es difícil participar en cualquier evento sobre formación para el trabajo sin que aparezca la palabra “competencia” como una solución a todos los problemas impuestos con la introducción de nuevas tecnologías, los sistemas productivos emergentes y la globalización de las economías, intentando contribuir a la formulación de políticas de formación profesional y de capacitación, tendientes a dotar a los trabajadores de una mayor calificación profesional. En la actualidad, la selección, la gestión y la formación por competencias son ya prácticas extendidas en algunas partes del mundo.
Desde hace décadas varios países incluyen aplican sistemas de de selección del trabajador basados en competencias y han desarrollado currículos de formación por competencias laborales que son de referencia al abordar este tema. En nuestro país es muy tratado últimamente y existen experiencias en este sentido, aunque estas no son generalizadas.
Con este trabajo se pretende un acercamiento a este polémico y necesario asunto de la formación profesional por competencias, en él se da una panorámica sobre su surgimiento, el desarrollo en algunos países y algunas definiciones de esta.
Desarrollo
La formación profesional
Al abordar la formación profesional es necesario referirse a las formaciones económicas sociales por las que ha transitado la humanidad. El hombre es protagonista de su transformación y en ella el trabajo juega un papel fundamental. Todos los procesos de producción implicaron históricamente algún tipo de división social y técnica del trabajo.
El proceso de formación y desarrollo de oficios desde el trabajo artesanal hasta nuestra época atraviesa diferentes etapas. La mecanización de las actividades productivas tendía a cambiar la naturaleza de los oficios, los cuales se referían cada vez menos al dominio del conocimiento de las materias primas y de las técnicas operatorias para comenzar a referirse a formas de operar determinados equipos o maquinarias. Surgiendo nuevas formas de organizar el trabajo. Además, el ejercicio de las actividades requería del dominio de saberes técnicos y de gestión de una complejidad mucho mayor, debido a la evolución experimentada en términos de nuevas tecnologías de producción, del surgimiento de materiales novedosos y de las nuevas exigencias de los mercados.
Otro elemento a tener en cuenta es la división técnica, que siempre existió en todo proceso de trabajo, que se refiere a cómo se dividen las tareas de los ciclos productivos y a cómo se especializan las intervenciones de los trabajadores. En el caso del oficio, la división técnica se realizaba según la medida en que el aprendiz dominaba la técnica.
El desarrollo de procesos de organización del trabajo vinculados al taylorismo y al fordismo, que se inició a finales del Siglo XIX y se extendió hasta 1970 en las economías occidentales, planificó los procesos productivos bajo nuevos principios de división técnica y social del trabajo. (CONOCER, 1997)
En el caso de los procesos de trabajo organizados bajo metodologías tayloristas, la división social era radical: los trabajadores operativos no diseñaban ni desarrollaban productos, ni herramientas, ni procedimientos operativos. Desconocían todo lo que se refería a la concepción de productos, procesos o procedimientos. Su función se limitaba a interpretar y aplicar los conceptos de productos, procesos y procedimientos desarrollados por las oficinas técnicas.
Cada trabajador se especializaba en un agrupamiento acotado y repetitivo de tareas u operaciones, lo cual simplificaba al máximo su trabajo, los incidentes que podrían ocurrir y sus posibilidades de tener que tomar decisiones sobre eventos no previstos. La responsabilidad y la autonomía de los trabajadores respecto de su actividad, eran casi nulas. Las ventajas, en términos de selección y formación de esas personas, se hacían evidentes: no se necesitaba formarlas sino entrenarlas en un repertorio de gestos operacionales o de movimientos. El trabajador así entrenado era considerado como no calificado, o como un trabajador especializado en determinadas operaciones pero sin calificación respecto del dominio de procesos o de secuencias de trabajo más complejas.
Esta modalidad de organizar el trabajo, que se perfeccionó bajo el modelo fordista, entró en crisis hacia la década del ´60. En los años ´70, en las economías desarrolladas se inició una profunda revisión de estos principios de organización
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