FORMACION BASADA EN COMPETENCIAS

Con el fin de plantear las respuestas a las interrogantes planteadas, es preciso establecer un marco referencial. Para ello utilizaré la corriente de pensamiento más generalizada que establece que el encargo social de la Universidad es “preservar, desarrollar y promover la cultura de la sociedad”. Entendiendo cultura como el conjunto de ideas y realizaciones de la humanidad, incorporando, por tanto, lo material como lo espiritual. Tradicionalmente se ha establecido que con el fin de cumplir este encargo social, la Universidad lleva a cabo tres procesos fundamentales: el docente-educativo, el investigativo y el de extensión. Ciertamente, cada Institución de Educación Superior podría matizar “su” propio encargo social, de acuerdo a sus propias concepciones reflejadas en sus correspondientes Misiones y Visiones. Sin embargo, la definición anterior parece englobar adecuadamente la función social de la Universidad, y lógicamente debe enmarcarse dentro de lo que se definiría sociedad (universal, regional, nacional, etc.)

De lo anterior podemos inferir que la Universidad satisface su encargo social en la medida en que se adecúa a las exigencias que la sociedad le demanda, y por tanto se adapta a los momentos históricos por lo que atraviesa la sociedad. Esto guarda estrecha relación con las profundas transformaciones sociales, económicas, tecnológicas, políticas que se vienen desarrollando desde hace ya varios años, tanto a nivel global, como en nuestro país en particular. Si bien no es posible establecer objetivamente el grado de satisfacción o cumplimiento del encargo social así definido; es posible suponer que la Universidad está cumpliendo con el encargo social, si es que ella está integrada al que hacer social, e influye decisivamente en todos los campos de la sociedad, fundamentalmente mediante la formación y superación de los profesionales que trabajan en el seno de la sociedad, la generación de conocimiento pertinente y su difusión en la sociedad. En síntesis el cumplimiento a cabalidad del encargo social está relacionado con la madurez y significación

A falta de indicadores objetivos del grado de cumplimiento del encargo social, expresaré mis comentarios en relación a cada uno de los tres procesos mencionados anteriormente, que integrados, constituyen la forma en la que se cumple en el encargo social, aclarando que los puntos de vista, son meras opiniones producto de una observación superficial del “día-adía” y mis propias experiencias como alumno, y docente en Universidades públicas y privadas de nuestro país.

En el proceso docente-formativo, considero que, en general, existe una falta de pertinencia en la oferta educativa, estrechez en los perfiles de los egresados, una insuficiente o nula “formación humana integral” (valores), y poca presencia de la lógica en la ciencia. Esto lo podemos observar todos los días cuando en el ámbito laboral encontramos ingenieros capaces de hacer cálculos estructurales perfectos, pero que enfrentan profundas limitaciones a la hora de escribir o argumentar verbalmente una carta ofertando sus servicios; o abogados capaces de recitar artículo por artículo el Código de Comercio, pero con severas dificultades al momento de calcular un porcentaje para determinar una multa por incumplimiento de un contrato. Economistas que dominan temas como “Imperialismo”, pero incapaces de comprender como una crisis financiera mundial termina afectando a nuestro país (en casos extremos ignorando que dicha crisis mundial existe!). O cuando observamos profesionales con grado de Maestría dedicados a llenar formularios mecánicamente (lamentándose del bajo rendimiento de su “inversión” en la maestría). En fin, ejemplos como estos abundan en particular en nuestro país.

En el proceso investigativo, salvo marcadas excepciones, en general se evidencia la falta de creación de conocimiento, y procesos investigativos con poco o ningún nivel de aplicación real y sin correspondencia a la realidad del país. Lo propio sucede en el tema de extensión. En particular, nos llama la atención el hecho de que en otros países (vecinos sin ir lejos) las Universidades

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