Autogestion
Enviado por daile • 9 de Noviembre de 2012 • 1.666 Palabras (7 Páginas) • 581 Visitas
Los comienzos del siglo XXI estuvieron signados, en muchos países de América Latina, por prácticas contestatarias de distinto tipo y por la emergencia de liderazgos que parecían impugnar en bloque el consenso neoliberal de la década anterior. El "cambio de época" que vive América Latina con la llegada de gobiernos con tendencia progresista en los países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Uruguay y Venezuela luchan para devolverle a los sectores excluidos la ciudadanía plena y amplia, defendiendo sus derechos humanos en toda su extensión.
Una forma de alcanzar tales pretensiones es mediante el desarrollo de la autogestión de las fuerzas activas constituidas en las naciones progresistas. La autogestión, deviene del prefijo “auto” que significa “uno mismo”, o “por sí mismo”, y de “gestión” que define como administrar o también como hacer diligencias para conseguir algo, como puede ser un producto, bien o servicio.
Surge, entonces, la idea de autogestión, de acuerdo a Adriano Brivio Borja (2001)1 como la búsqueda del poder para decidir por sí mismo sobre las decisiones que le afectan. La autogestión, complementa Brivio Borja, es un proceso mediante el cual se desarrolla la capacidad individual o de un grupo para identificar los intereses o necesidades básicas que lo son propios y que a través de una organización permita defenderlos expresándolos con efectividad en la práctica cotidiana, basándose en una conducción autónoma y en una coordinación con los intereses y acciones de otros grupos, este concepto por supuesto que lleva implícito de planificación, democracia participativa y desarrollo sustentable.
Otro concepto aproximativo de autogestión, en su forma más expedita se refiere, según Jorge Robles (1996)2: A todas las opciones de auto organización social y comunitaria donde la comunidad misma, ya sea sindical, cooperativa, campesina, de mujeres, jubilados, marginados y de cualquier otro sector social oprimido en nuestra sociedad, tome en sus propias manos la tarea de resolver sus necesidades
La idea anterior concurre a que la autogestión puede ser interpretada como un medio para construir una estructura de necesidades donde el desarrollo de las capacidades afectivas y creativas, se construyan sobre la valorización del ser humano como medida suprema de gestión y no simplemente a nivel de eficacia productiva o administrativa. En este sentido, con la autogestión se procura el pleno Desarrollo Humano, que de acuerdo al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 1965), se refiere al logro de una vida larga y saludable, al alcance de una Educación para todos y a la posesión de un nivel de vida digno.
Es importante destacar que, la autogestión, de acuerdo a Adriano Brivio Borja (2001),3 surge de la propia naturaleza del individuo. Él en un continuo quehacer busca la satisfacción de sus necesidades, como lo son: sus deseos, demanda de producto, bienes y servicios, tales conceptos son fundamentales para comprender que la autogestión es una actitud que asume el o los individuos de una comunidad. Por lo tanto, los estados de carencia son los que motivan para que el individuo tenga impulsos básicos de poseer un determinado producto.
En atención a lo anterior, y en correspondencia a los principios de Mercadotecnia, los deseos consisten en “anhelar los satisfactores específicos para estas necesidades profundas”; es por ello que, la mayoría de la población desea contar con un conjunto de soluciones definitivas a los problemas de crecimiento, vivienda, infraestructura sanitaria, de salud para así obtener mejoras en su hábitat.
De igual modo sucede con la demanda, ésta es el deseo de adquirir productos específicos por los individuos que están respaldados por la capacidad y voluntad de adquirirlos. La demanda de la autogestión es para mejorar el nivel de vida de la población, de esta forma incide directa e indirectamente en el presupuesto de las familias.
Cuando se aplica un proceso de autogestión los deseos, las demandas y necesidades son parte integrante del ser humano, y pueden ser satisfechas a través de la participación comunitaria. De hecho, la autogestión comunitaria, según Brivio (2001), “es una herramienta eficaz probada, que exalta la utilización de los mejores valores del individuo y de los grupos, situándolos en mejor posición para enfrentar y resolver sus problemas comunes”.
La autogestión comunitaria, es una gestión propia de un sector social, que ocurre como consecuencia de transformar la espiral descendente de la pobreza en espirales ascendentes de desarrollo. La fuente de la autogestión comunitaria es el cambio de una visión fatalista de la pobreza, sólo como suma de carencias, a una visión esperanzadora, como generadora del impulso necesario para el desarrollo. La autogestión comunitaria es, entonces, el canal a través del cual el potencial infinito inherente del ser humano se encauza hacia el logro de una vida digna a través de mejorar la calidad de vida de cada uno de los moradores, de acuerdo a sus propios objetivos, metas y con el apoyo solidario de sus semejantes.
Confirma lo anterior un estudio del Instituto de Estudios Sociales de La Haya, que compara las comunidades con proyectos de autogestión comunitaria y comunidades que han tenido experiencia en este campo. Luego de medir estrictamente aspectos de organización, comunicación, equidad de género, cobertura de servicios, incremento de ingresos, mejoramiento de la infraestructura,
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