CASO : ¿POR QUÉ SE FUE DON BLAS?
Enviado por stephannytoro • 17 de Junio de 2017 • Documentos de Investigación • 2.178 Palabras (9 Páginas) • 4.598 Visitas
CASO : ¿POR QUÉ SE FUE DON BLAS?
Antecedentes.
Rodamientos Automotrices, S.A. de C.V. es una industria con licencia para usar
una marca japonesa de baleros y otros rodamientos para la industria automotriz.
Se estableció en 1969 en el municipio de Juriquilla, estado de Querétaro. Su
capital social es de 100 millones de pesos. Cuenta con 700 trabajadores en dos
turnos, incluyendo al personal directivo y administrativo, así como la fuerza de
ventas. Su producción está destinada básicamente a refaccionarias automotrices y
fabricantes de autopartes móviles. Su sistema de producción consiste en procesos
semi automatizados y estricto control de calidad de los insumos del producto
terminado. Desde hace tiempo tiene planeado integrar controles de calidad en
todas las fases de sus procesos.
Escenario.
En una de las juntas que se realizaban los lunes de cada semana, el ingeniero
Velázquez, egresado del Tecnológico Regional de Guanajuato y a la sazón con
cinco años de antigüedad en la empresa, quien la dirigía en su carácter de gerente
de producción, vehementemente señalaba que no se debían seguir usando las
pinzas abocardas ("hechizas") en el ensamble de los baleros, ya que para eso la
compañía japonesa licenciadora había diseñado la herramienta denominada
"ostra". Informó a su vez que don BIas había sido despedido el viernes anterior por
no obedecer a la autoridad; despido del cual todos los obreros de la planta tenían
ya conocimiento. Don BIas era precisamente quien había diseñado las pinzas
abocardas en una ocasión en la cual no había "ostras" disponibles en buenas
condiciones, y las nuevas estaban en camino desde Japón. Las pinzas abocardas
llegaron a ser conocidas como las "chatas" en el argot secreto de los Operarios, lo
cual les permitía usarlas a escondidas, ya que su utilización cotidiana se hacía a
pesar de la prohibición del ingeniero Velázquez. Los obreros preferían trabajar con
las pinzas abocardas porque con e\las podían efectuar en menor tiempo (25%
aproximadamente) las operaciones de ensamblado.
Entre los trabajadores se corría el rumor de que don BIas había retado al ingeniero
Velázquez al asegurarle que su diseño era mejor que el japonés porque permitía
ahorro de tiempo en el proceso y con ello ganaría más la empresa; que por envidia
de algunos no se aceptaba su mejora a las pinzas tipo "ostra", ya que permitirían
que los obreros ganasen más dinero, al lograr producir mayor cantidad de piezas
por turno, pues en el contrato de trabajo se estipulaba un incentivo económico por
volúmenes de producción individual superiores al estándar. Otro argumento de
don BIas en favor de sus pinzas era que las "ostras" habían sido diseñadas para
trabajar con aceros extranjeros, cuyo tipo no se produce en nuestro país y que, en
última instancia, hasta donde él tenía conocimiento, no se había presentado el
caso de devoluciones por parte de los clientes de ninguno de los baleros que él
había procesado, mismos que podían ser fácilmente identificados por su número
de serie. , Se supo que don BIas, antes de retirarse de la empresa sumamente
inconforme con su despido, había manifestado que él demandaría su reinstalación
ante la Junta de Conciliación y Arbitraje.
Juan Pérez, empleado con más de 17 años de servicio en la empresa y
recientemente ascendido al puesto de subjefe del mismo proceso en el cual
trabajaba don BIas, consideraba el despido como una injusticia. Juanillo, como le
decían sus amigos, ejercía un alto grado de autoridad moral entre los trabajadores
debido a su carisma y a su destreza manual. Tampoco le parecían válidas las
razones sostenidas por el ingeniero Velázquez en cuanto a que el control
"científico", como le decía el ingeniero, era norma incuestionable que debía
seguirse al pie de la letra. El señor Pérez se atrevió a decirle al ingeniero
Velázquez que ellos podían demostrar a la empresa que salían mejor las piezas
ensambladas con las pinzas abocardas que las que se ensamblan con las
"ostras", por lo que el despido de don BIas no se justificaba, y que si en última
instancia caía la producción no era culpa de los trabajadores, ya que corno
afirmaba don BIas la "ostra" fue hecha para aceros japoneses y era más tardado
hacer el trabajo con ellas, Muy molesto, el ingeniero Velázquez contestó que, de
acuerdo con la Ley Federal del Trabajo vigente en nuestro país, es potestad de la
empresa fijar los métodos y procedimientos de producción, y que conforme al
artículo 47 de dicha ley en la fracción XI, se señalan corno una causal de rescisión
del contrato laboral, sin responsabilidad patronal, "desobedecer el trabajador al
patrón o su representante, siempre que se trate del trabajo contratado", Por lo
tanto, si algún trabajador de Rodamientos Automotrices no aceptaba su decisión
sin causa justificada, sería despedido corno don BIas.
Después de lo dicho, el ingeniero Velázquez se dirigió a la concurrencia
recordándoles que el trabajo es una fuente de autorrealización y que si una
empresa desea lograr producción con calidad debe respetar las normas de
fabricación, además de que si se obtiene la licencia se debe respetar la norma, ya
que de lo contrario hay peligro de perderla, Uno de los empleados declaró: Don
Blas tuvo causa justificada porque lo único que el buscaba era sacar la
producción, porque el dinero que se da como incentivo francamente no vale la
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