COMO SER UN MAESTRO EXITOSO

“Como ser un maestro de EXITO”

Texto bíblico: Juan 15

“Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará, y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará para que lleve más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto.”

INTRODUCCION:

Identificando tu ubicación. Amado maestro y líder los conceptos, definiciones y opiniones son distintas para la sociedad en la que vivimos que para aquellos que vivimos y somos parte activa en el reino de Dios. Quiero limitarme a un par de ejemplos bíblicos. Leamos Marcos 10:-45 En este pasaje nos encontramos con al menos dos aspectos diferentes. Primero: como se obtiene una mejor posición, y el concepto de grandeza. Veamos rápidamente, Juan y Jacobo pensaban que un mejor lugar en el reino de Dios se obtiene por solicitud, por amistad, por compadrazgo, o por ser parte de la familia. El mundo así lo maneja. Pero Jesús dijo que en el reino de los cielos, esto está en la sola potestad del Padre. Luego Jesús habla de otro concepto; la grandeza. La Biblia dice que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas y las dominan y ellos son considerados grandes. Jesús dijo que en el reino de Dios no son así las cosas. En el reino de Dios el que quiere ser el mayor o el más grande es aquel que sirve a los demás El éxito del mundo está enfocado en los resultados que son sobresalientes, es decir está enfocado a aquel que sobresale en todo, en los resultados o hazañas que logres. Sin embargo, en el reino de Dios el éxito o logros personales están relacionados con lo que Dios puede hacer por medio de ti.

Reenfocando nuestra perspectiva.

Todos los seres humanos estamos enfocados en el éxito, el logro, obtener, adquirir y poseer. Estas son verdades que están en nuestra vida, y las manifestamos consciente o inconscientemente a diario. Hoy, quiero llevarte a hacer un pequeño recorrido por este pasaje de trascendental importancia para nuestra vida y ministerio como maestros de la Palabra de Dios. Quiero enfocar nuestra atención al concepto de ser fructífero para Dios. La razón sencilla es esta: el éxito está enfocado en nosotros y ser fructífero está centrado en el. Con esto no quiero subestimar el tema que me fue compartido sino quiero desarrollarlo desde la perspectiva de Dios, es decir quiero enfocarme en cómo ser un maestro de éxito para Dios, o desde la perspectiva de Dios.

En esta alegoría nuestro Señor hace referencia a tres frases que son claves para nuestro estudio de este día. Escribí en negrita las expresiones que llaman mi atención y que están relacionadas con nuestra labor docente, liderazgo y sobre todo nuestra vida individual delante de Dios.

¿Qué significa ser un maestro de éxito? Y como siempre me ha gustado definir los términos para una mejor comprensión y sacarle el mejor provecho posible; según el diccionario de real academia de la lengua española; éxito significa: 1) Resultado feliz de un negocio, actuación, etc. 2) buena aceptación que tiene alguien o algo. 3) fin de un negocio o asunto. Al considerar las siguientes definiciones hay tres palabras claves, una en cada definición, analicémoslas. La palabra resultados, la palabra aceptación y luego la palabra finalización. Debemos enfocarlo desde la perspectiva bíblica. Diríamos entonces que, ser exitoso, es ser una maestro que obtiene resultados de su labor docente, un maestro exitoso es quien obtiene la buena aceptación de Dios, y un maestro exitoso es aquel que finaliza eficientemente su labor docente. Siendo que el éxito, se define en condiciones de resultados, no en términos de condiciones, ahora analicemos las condiciones que nos llevan a obtener los resultados, la aprobación y ser eficiente en nuestro ministerio. Continuemos con la última palabra clave: eficiente. Ser eficiente es la condición para ser exitoso.

¿Qué es ser un maestro eficiente?

La respuesta la doy en los siguientes términos desde la perspectiva de la administración. es producir los resultados o frutos acorde a la capacidad que posee para ello. Me llama mucho la atención la definición de este término. Y a veces amplia mejor nuestro entendimiento al verlo desde un punto de vista de los antónimos. Te voy a poner dos ejemplos: si yo tengo una impresora que tiene la capacidad y está equipada para imprimir 20 paginas por minutos, pero solo me imprime 5 paginas por minuto, esta máquina no está siendo eficiente, está deficiente en cuanto a sus resultados basados en su capacidad y especificaciones. Si tengo un vehículo que esta capacitado para correr a 200 kph y cuando yo lo conduzco y acelero solo me da como resultado una velocidad de 40 kph, ese vehículo no es eficiente. Ahora, en nuestra vida como maestros y lideres, también nosotros estamos capacitados para producir ¡MUCHO FRUTO! Y si no estamos llevando mucho fruto, que es nuestra capacidad para llevar, estamos siendo deficientes. Yo, quiero hoy animarte a prepararte para llevar todo el fruto en sintonía con las capacidades que Dios ha puesto en ti, y ser así, un maestro y lider exitoso. Entonces, tenemos que enfocarnos ahora en la condición mas que los resultados, pues cuando las condiciones se dan, el resultado se da en consecuencia natural.

Para ser un maestro de la palabra de Dios y líder eficiente debo:

1.- Adoptar el pensamiento correcto: Jesús es la vid, el Padre es el labrador y tu y yo somos los pámpanos. Partamos de este pensamiento: ¿por qué estoy como maestro?

La primera declaración de Jesús es: “permaneced en mí, y yo permaneceré en ustedes…” la primera condición para llevar fruto es. ¡PERMANECER EN JESUS! Ahora te quiero hacer la siguiente pregunta: ¿Estás sirviendo en el ministerio de la docencia y liderazgo, como resultado de una relación personal con Jesús? Yo llevaré mucho fruto si mi ministerio está ligado, fundado y unido a Cristo. Pero yo no puedo llevar fruto, si yo estoy en mi ministerio solo por estar. Porque me pusieron, porque no había quien. Esto me llevará a realizar una labor pasiva, estática, sin motivación ni ideas frescas, y por ende, se volverá para mí en un deterioro espiritual, en donde solo lo hago por cumplir el compromiso. No puedo ser un maestro exitoso si mi pensamiento no es el correcto. Debemos adoptar el pensamiento correcto.

Pensamiento correcto Pensamiento Incorrecto

* Dios me puso en este lugar * El pastor o el director me pidió que le ayude

* Dios

...