CONDICIONES PREVIAS PARA UNA DEFINICIÓN DE EVALUACIÓN
Enviado por titodam • 1 de Febrero de 2014 • 7.070 Palabras (29 Páginas) • 318 Visitas
CONDICIONES PREVIAS PARA UNA DEFINICIÓN DE EVALUACIÓN DE PROYECTOS.UNIDAD III
1. INTRODUCCIÓN
Los interrogantes que nos proponemos responder en este tema son los siguientes: ¿qué es la evaluación?, ¿qué tipos o formas de evaluación existen? ¿Cuáles son las funciones de la evaluación?, y seguiremos en los siguientes temas dando respuesta a ¿qué objetivos se pretenden con la evaluación?, ¿qué principios o criterios deben regir una evaluación?, ¿cómo se desarrollo un proceso evaluativo.
Para ir adentrándonos en el objetivo de este tema, definir el término, habría que señalar que un problema de evaluación es coger o no el paraguas por la mañana cuando vemos que el día amenaza lluvia; un problema de evaluación es decidir qué coche es el más acorde con las necesidades y el presupuesto familiar; un problema de evaluación es decidir el camino más adecuado para llegar a un determinado punto, y si lo es en las condiciones y con los medios de los que disponemos.
Ahora bien, también tenemos un problema de evaluación cuando queremos comprender por qué una determinada persona tomó la decisión que tomó y no otra. Es decir, nos enfrentamos a un problema de evaluación, no porque tengamos que decidir directamente sobre la necesidad de hacer algo, sino porque tengamos necesidad de comprender algo. En esta segunda situación nos podemos encontrar cuando nos preguntamos sobre las razones que llevaron a elegir una ruta que pasa por un parque natural para hacer una carretera, o cuando necesitamos comprender por qué una familia que no dispone de medios económicos suficientes ha decidido comprar uno de los televisores más caros del mercado, etc.
En cierto modo, en esta segunda situación también existe un problema de elección, pero en este caso se trata de elegir entre los significados posibles de la acción, para quedarse con el que resulta más adecuado.
Así pues, en la medida en que una decisión depende de la elección entre alternativas diversas, tenemos un problema de evaluación. Esta forma de plantear el problema de la evaluación resulta especialmente útil para aproximarnos a muchos ámbitos de la actividad humana, incluida la acción social.
Todavía podríamos reconocer una tercera situación en la que nos veríamos enfrentados a un problema de evaluación: cuando tengamos que determinar si un objeto o acción satisfacen las esperanzas que depositamos en ella. Cuando tomamos un medicamento y resulta que no termina de curar los síntomas que nos llevaron al médico, estamos evaluando el producto. Cuando adquirimos un ordenador con una enorme capacidad de memoria, con una gran cantidad de periféricos, y terminamos por usarlo sólo para que los niños jueguen con él, entonces podemos preguntarnos si hicimos bien en comprar ese ordenador, estamos, por tanto, ante un problema de evaluación.
En definitiva, sea en estas o en otras situaciones, allí donde hay un problema de decisión hay siempre un problema de evaluación. De modo que, en resumidas cuentas, podemos afirmar lo siguiente: cuando una persona se enfrenta con una situación ante la que se ve obligada a elegir, tiene que resolver un problema de evaluación.
Una vez llegado hasta aquí podemos definir la evaluación del modo siguiente.
2. CONCEPTO
De forma general, podemos decir que el término evaluación es una palabra elástica que tiene usos diferentes y que puede aplicarse a una gama muy variada de actividades humanas. Considerada la evaluación en su acepción más amplia, nos encontramos con definiciones como la de la Real Academia Española: evaluar es “señalar el valor de una cosa”. Para el Diccionario del Español Actual, evaluar significa “valorar (determinar el valor de alguien o de algo)”. Y, en cuanto al término evaluativo/va, en el diccionario mencionado se distingue “un uso evaluativo y un uso descriptor”, en el empleo del término. En el uso evaluativo hay un juicio de valor.
Como una primera aproximación a la precisión conceptual del término, podemos decir que la palabra evaluación designa el conjunto de actividades que sirven para dar un juicio, hacer una valoración, medir “algo” (objeto, situación, proceso) de acuerdo con determinados criterios de valor con que se emite dicho juicio. En la vida cotidiana permanentemente estamos valorando sobre todo cuando ponderamos las acciones y decisiones que tomamos. Son formas de evaluación informal, las que no necesariamente se basan en una información suficiente y adecuada, ni pretenden ser objetivas y válidas. Pero cuando queremos evaluar servicios o actividades profesionales no basta la evaluación informal. Debemos recurrir a formas de evaluación sistemática que, utilizando un procedimiento científico, tienen garantía de validez y fiabilidad.
2.1. TÉRMINOS SIMILARES A “EVALUACIÓN” CON LOS CUALES NO DEBE CONFUNDIRSE
En el ámbito de los servicios, programas y proyectos, existen una serie de términos que se emplean con frecuencia y que en ocasiones se utilizan de forma similar al de evaluación, siendo necesario precisar y diferenciar su alcance.
Dicho en otras palabras, cuando hablamos de evaluación debemos diferenciarla de:
- Medición, que se refiere a la extensión y/o cuantificación de algo, pero sin determinar su valor.
- Estimación, que tiene un carácter aproximado y una carga subjetiva, ya que no implica exigencia metódica y formal como la evaluación sistemática.
- Seguimiento, que es el proceso analítico para registrar, recopilar, medir y procesar una serie de informaciones que revelan la marcha o desarrollo de un programa y que asegura una retroalimentación constante para una mejor ejecución del mismo.
- Control, que consiste en una verificación de resultados, no de su valoración (lo que constituiría una evaluación).
2.2. ACERCA DE LA NOCIÓN DE EVALUACIÓN EN SENTIDO ESTRICTO
Cuando en las ciencias sociales y en las diferentes modalidades de intervención social se habla de evaluación, se alude –dicho como un primer intento de aproximación a este concepto- a una forma de valoración sistemática que se basa en el uso de procedimientos que, apoyados en el uso del método científico, sirve para identificar, obtener y proporcionar la información pertinente y enjuiciar el mérito y el valor de algo de manera justificable. Para decirlo en breve: entre la evaluación en sentido lato (o evaluación informal) y la evaluación en sentido estricto (o evaluación sistemática), no hay una diferencia de propósitos sino de métodos.
De esta primera, preliminar y provisional aproximación a la noción de
“evaluación sistemática”, surgen dos de sus esencias.
- Cuando se habla de evaluación en sentido estricto, siempre se
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