CONFLICTOS EN EL AULA
CamilaRusque13 de Octubre de 2014
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LA DISRUPCIÓN
Y LOS CONFLICTOS
EN EL AULA
ÍNDICE
1. LA CONVIVENCIA Y LA DISCIPLINA, UN “TEMA” DE TODOS/AS
2. LA DISRUPCIÓN Y LOS CONFLICTOS EN EL AULA
3. QUÉ HACER PARA PREVENIR LA DISRUPCIÓN Y LOS CONFLICTOS
3.1 Actitudes básicas de prevención
3.2 Formas de plantear las clases para prevenir la disrupción
4. PISTAS PARA ACTUAR ANTE EL CONFLICTO Y LA DISRUPCIÓN
ANEXO 1: Experiencia de aprendizaje cooperativo.
ANEXO 2: Evaluación de una Entrevista Educativa.
ANEXO 3: Un método de regulación de conflictos.
ANEXO 4: Cuestionario para el conocimiento del alumno/a.
1. LA CONVIVENCIA Y LA DISCIPLINA, UN “TEMA” DE TODOS/AS
El conflicto es parte inevitable del proceso de crecimiento y desarrollo de cualquier grupo social y del ser humano. Lo importante es ser capaz de "tratar los conflictos" de forma educativa (para que los alumnos/as aprendan cómo se resuelven de forma constructiva). Pretender que un centro o una clase se mantengan en una calma continua es, desgraciadamente, “alejarse de la realidad”.
Es evidente que este tema nos afecta a todos y todas, por lo que deberíamos consensuar una mínima "filosofía de la convivencia", donde las relaciones interpersonales y la organización escolar jugaran un papel esencial. Promover convivencia y afrontar los conflictos implica a toda la comunidad educativa, luego tenemos que contar y “trabajar coordinadamente” sobre todo con el equipo educativo y con la familia, y también con Orientación, Jefatura de estudios, Servicios Sociales... Esto implica reservar “espacios” y “tiempos” para este trabajo coordinado.
Los profesores/as tenemos que encontrar ese equilibrio que nos permita conjugar el desarrollo personal nuestro y de nuestro alumnado con la instrucción. (“Sin un mínimo de educación no puede haber instrucción”). Es muy probable que tengamos que invertir tiempo en conseguir una “mínima educación” en el alumnado para poder instruirles después.
Los conflictos muchas veces no pueden resolverse, sólo contenerse o atenuarse... No podemos (ni debemos) pretender arreglar la vida de un alumno/a en unos meses si lleva toda una vida “desarreglado/a”. Lo anterior no quiere decir que no nos impliquemos en nuestra tarea como educadores: hemos de hacer lo que esté en nuestra mano; no sólo por la utilidad y por el alumno/a en cuestión, sino también por nosotros/as (a buen seguro nos sentiremos “más y mejores profesionales”). Pero hemos de “aprender a pedir” a las familias, los Servicios sociales, etc.
Parte del problema de la convivencia y la disciplina procede del propio “formato-escuela” y del actual Sistema Educativo. Debemos luchar juntos por cambiar ésto en la medida de nuestras posibilidades.
2. LA DISRUPCIÓN Y LOS CONFLICTOS EN EL AULA (I)
• Sinceramente: cada vez hay más problemas de disrupción en las clases (?).
• No existen recetas “mágicas”: hay pautas que sirven a unos pero no a otros; todos tenemos mucha experiencia docente y la mayoría de las veces ella es lo que más nos puede ayudar. El intercambio de experiencias es lo que más nos ayuda.
• Lo que entendemos por “disrupción” o por “conductas disruptivas” depende mucho de la apreciación de cada profesor/a: Ejemplo del profesor/a que llega a clase y se encuentra el asiento de la silla manchado de tiza.
• Por ello es importante que nos pongamos de acuerdo sobre qué entendemos por conductas disruptivas:
COMPORTAMIENTO SI ? NO
Llegar tarde a clase
Pedir salir al lavabo
Comentarios vejatorios sobre la tarea
No acatar las órdenes del profesor
Levantarse del sitio sin permiso
Pintar en las mesas o paredes
No traer los deberes
Llevar indumentaria estrafalaria
Quitar cosas a los compañeros
Cuchichear con un compañero
Hablar cuando habla el/la profesor/a
Tirar cosas por el aula
Pintar el cuaderno o el libro
Guardar las cosas antes de tiempo sin permiso
Pelearse con un compañero
Reírse de un compañero o del profesor/a
Desafiar la autoridad, no hacer lo indicado
Insultar a un compañero en clase
Amenazar a un profesor
Entrar en clase armando jaleo
No traer el material: libros, cuadernos, bolígrafos
Preguntar insistentemente con ánimo de retrasar
Hacer gestos o gesticulaciones jocosas
2. LA DISRUPCIÓN Y LOS CONFLICTOS EN EL AULA (II)
CONDUCTAS DISRUPTIVAS: conglomerado de conductas inapropiadas o “enojosas” de alumnos que “obstaculizan” la “marcha normal” de la clase: Falta de cooperación, mala educación, insolencia, desobediencia, provocación, agresividad, etc.
Se puede notar en estrategias verbales o en estrategias no verbales .
La disrupción dificulta el aprendizaje y las relaciones interpersonales.
La disrupción causa gran estress en el profesor/a y menos en los alumnos/as (la asimilan como un formato informal y asocial dentro de la clase que rompe la “rutina de la vida escolar”)
Suele ser producida principalmente por alumnos/as que quieren llamar la atención de sus compañeros/as o del profesor/a y que tienen problemas de carencia de normas/afecto y/o de rendimiento académico, muy impulsivos/as, etc.
A veces se puede resumir en la existencia de uno o varios/as líderes negativos/as, a los/las que hay que “ganarse” con diálogo personal, pactos... o dejar en manos de expertos/as (Orientador/a, trabajador/a social, etc)
Según McManus, estas conductas son tácticas para probar al profesor/a, y la mejor respuesta a la disrupción parece ser que es la que dan aquellos profesores/as que no muestran sobreenfado ni confusión pero que tampoco ignoran la prueba a la que están siendo sometidos, y saben responder de forma serena y asertiva a la misma.
Ante la disrupción, lo que aconsejan los expertos es no centrarse en ella, sino PLANTEAR ALTERNATIVAS CENTRANDO LA ATENCIÓN EN LA TAREA. El profesor/a eficaz, ante la disrupción, la atiende (no la soslaya), pero no reacciona de forma desproporcionada. Busca: 1) desescalar el conflicto, y 2) centrar la atención en la tarea.
Asimismo, es fundamental “no quedarse solo/a y pedir colaboración”: al tutor/a, al resto del Equipo educativo, actuando coordinadamente con claridad y con pequeñas medidas concretas.
3. QUÉ HACER PARA PREVENIR LA DISRUPCIÓN Y LOS CONFLICTOS
3.1 Actitudes básicas de prevención
Profundizar algo en el conocimiento personal de nuestros alumnos/as. Ficha tutoría (ANEXO 3)
Entrevista con alumno/a
Entrevista con padres
Importancia básica de las primeras semanas del curso para sentar las bases de las normas que van a regir en clase, las expectativas que tenemos de su trabajo, las demandas que se les van a exigir, y los modos de proceder que se van a ejercitar (no habla nadie cuando otro tenga el turno de palabra, etc.). “socialización de los alumnos en la rutina de la clase”. Importante la autoridad impregnada de clarificación y asertividad. Es el momento de crear “el clima para aprender”; después los procedimientos y relaciones se flexibilizan...
Dedicar tiempo al principio de curso a razonarles y/o consensuar con ellos algunas normas básicas de comportamiento, claras y concisas. Puede ayudar establecer no sólo un sistema de sanciones, sino también de recompensas.
La conducta del profesor/a tiene que tener consistencia y predictibilidad, así el docente se va haciendo “fiable” para los alumnos/as. Importante ser sistemático/a, sobre todo al principio de curso, con las normas, evaluación diaria, plazos de entrega de trabajos, etc.
Cuidar la justicia (¿reaccionamos de igual forma ante alumnos diferentes?).
Efecto Pigmalión: Nuestras expectativas y predisposición hacia los alumnos/as:. Si de los alumnos/as esperamos grandes cosas, es más probable que intenten responder a nuestras expectativas. De ahí que debamos de usar más el ESTAR que el SER (evitar “etiquetas” o “generalizaciones excesivas”).
El modelado del profesor/a: Importante el autocontrol, evitando altibajos, ironías, agresividad, ansiedad... Mensaje impícito que hay que evitar: “haz lo que yo digo pero no lo que hago”.
3.1 Actitudes básicas de prevención
Autoridad directiva del profesor/a, mejor que autoritarismo. Con el autoritarismo se puede “vencer pero no convencer”. Dar razones de todo, quedarse a hablar un momento con el alumno/a que haya podido quedar resentido... CUIDAR LAS RELACIONES PERSONALES (sin tampoco agobiar).
Elementos afectivos relación profesor-alumno (mejora el proceso de enseñanza-aprendizaje): “No estoy “contra ti”, sino “contigo”; quiero que aprendas y me preocupa que no lo hagas”.
Cuidar el Bullying (maltrato entre iguales, abuso entre compañeros, agresores y víctimas). Preocupa mucho a los alumnos/as pero los profesores/as nos enteramos muy poco. Hay que abordarlo para mejorar el clima de clase (es origen de no pocos conflictos).
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