Demanda Contra Esval
Enviado por americo12345 • 29 de Mayo de 2014 • 8.436 Palabras (34 Páginas) • 429 Visitas
Fojas 112: ciento doce.
NOMENCLATURA : 1. [40] Sentencia.
JUZGADO : 2º Juzgado Civil de Valparaíso.
CAUSA ROL : C-1191-2011.
CARATULADO : CRISÓSTOMO / ESVAL S.A.
MATERIA : INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS.
Valparaíso, cuatro de enero de dos mil trece.
VISTO:
A fs. 1 y siguientes, comparece don Michael Alexis Crisóstomo Ortiz, comerciante, quien deducen demanda de indemnización de perjuicios, en juicio ordinario, en contra de Esval S.A., representada legalmente por don Rodrigo Azócar Hidalgo.
A fs. 26, se notifica legalmente la demanda al demandado.
A fs. 39 y siguientes, contesta la demanda la demandada.
A fs. 49, la parte demandante presenta su escrito de réplica.
A fs. 52, se tiene por evacuada la dúplica en rebeldía de la demandada.
A fs. 56, se lleva a efecto el comparendo de conciliación, sin que se produzca un acuerdo entre las partes, ante la inasistencia de la demandada.
A fs. 57, se recibe la causa a prueba, rindiéndose la que consta en autos.
A fs. 111, se cita a las partes a oír sentencia.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que, a fs. 1 y siguientes, comparece don Michael Alexis Crisóstomo Ortiz, comerciante, domiciliado en calle La Conquista N° 667, Cerro Placeres, Valparaíso, quien deduce demanda de indemnización de perjuicios, en juicio ordinario, en contra de Esval S.A., representada legalmente por don Rodrigo Azócar Hidalgo, ignora profesión u oficio, ambos domiciliados en calle Cochrane N° 751, Valparaíso.
Señala que, en el mes de marzo de 2009, arrendó un inmueble ubicado en calle La Conquista N° 667, Cerro Placeres de Valparaíso, con la finalidad de instalar en dicho lugar un ciber café y el resto del inmueble en habitaciones para arrendar a estudiantes universitarios.
Atendido el giro que le iba a dar a la propiedad, con la debida autorización de su dueño, comenzó a equipar, por una parte el local, ciber café, con diez equipos de computadores, y el resto de la casa la distribuyó para que tuviera la capacidad de 7 camas con sus respectivos mobiliarios, lo que le significó una gran inversión, quien debió conseguir colaboración de parte de sus padres, para solventar esos gastos.
Que, el día 19 de junio de 2009, siendo aproximadamente las 7:40 horas, en circunstancias que se encontraba en la casa de su madre, que estaba enferma, recibió el llamado urgente de uno de los jóvenes universitarios que le arrendaban, para informarle que la propiedad se encontraba inundada. De inmediato se dirigió a su casa y atónito contempló que ésta se encontraba inundada con aguas servidas, mal oliente y repugnante, y que en el piso el agua mezclada con fecas, alcanzaba por lo menos una altura de diez centímetros.
Inmediatamente llamó a Esval, para comunicarles lo sucedido y pese a la urgencia y su desesperación, dicha empresa solo se hizo presente tres horas después de sus innumerables llamados. Al llegar los funcionarios de Esval procedieron a destapar la cámara de la calle, que le pertenece, comprobando que estaba obstruida con papeles higiénicos, desperdicios y objetos de toda índole y que el problema se produjo por una falta de mantención del sistema, además de otros problemas relacionados con la instalación misma del desagüe.
Que, al destapar la cámara y realizar los primeros trabajos de despeje de materiales fecales desde el interior de la cámara colapsada, bajó el nivel de las aguas servidas dentro del inmueble. Posteriormente y después de una larga espera, los operarios de Esval procedieron a realizar una exhaustiva revisión de todas las instalaciones en los baños, cocina, cámara interna del domicilio y todas las cañerías de la casa, llegando a la conclusión de que todas las instalaciones interiores de la casa funcionaban en perfecto estado y el problema fue causado única y exclusivamente por la acumulación de papel higiénico y desperdicios en la cámara de la calle y que es de exclusiva responsabilidad de la empresa su mantención y conservación para que no se produzcan estos hechos.
Luego, el personal de Esval se retira y le informan que en media hora llegará un supervisor de terreno, el Sr. Luis Ordenes, el que apareció alrededor de las 14:00 horas, y en el intertanto solicitó la presencia de Carabineros de Chile, con la finalidad de poder estampar una denuncia y que se levantara un acta en el lugar de los hechos.
Cuando llegó el Sr. Ordenes, procedió a verificar los daños. Tomó fotografías y le comunicó a todos los ocupantes de la casa que todo lo que tuvo contacto con las aguas servidas estaba perdido, atendida la gran cantidad de fecas y porque el nivel de contaminación no permitía rescatar sus enseres, finalmente les informó que se dirigía a su oficina para redactar el informe correspondiente con el que se procedería a la limpieza y reparación de los daños.
Como no tuvo noticias de Esval, hasta muy entrada la tarde decidió comunicarse con la empresa y aquella, mediante conversación telefónica le comunicó que Esval no se haría cargo de la limpieza ni de los daños ocasionados por las aguas servidas, porque a juicio de ellos la inundación se produjo por aguas lluvias y no por la cámara tapada con papel higiénico y otros elementos contaminantes. Que, la respuesta de Esval es simplemente sorprendente, por no decir inverosímil, puesto que hasta ese día en la ciudad o en la zona no había llovido y se dio la paradoja que justamente comenzó a llover varias horas después de haberse producido la inundación de las aguas lluvias, que supuestamente fueron las causantes de la inundación, arrastren fecas, papeles higiénicos y materiales contaminados, cuando lo lógico sería que las aguas lluvias solo arrastrasen hojas, ramas, palos u otros.
Sus reclamos a Esval fueron permanentes, acudió al Servicio de Salud Valparaíso San Antonio y a la Superintendencia de Servicios Sanitarios y se enteró de que la cámara no cumple con las normas establecidas, especialmente en cuanto a la profundidad, se exige por lo menos que tenga 1,5 metros de profundidad y ésta apenas alcanza los 80 centímetros. Por otro lado, pudo constatar que la cantidad de cámaras que existen en el Cerro Los Placeres es insuficiente para prestar el servicio básico, dada la gran cantidad de habitantes del sector, que durante el verano en varias ocasiones sus vecinos se han inundado de aguas servidas, por el mal funcionamiento y mala mantención de los servicios de Esval.
Que, todos sus arrendatarios tuvieron pérdidas enormes de zapatos, vestuario, artefactos y otros, y tuvo que cancelar todas estas pérdidas, ya que, por estar totalmente contaminadas se tuvieron que botar y comprar todo nuevo. Tuvo que efectuar trabajos especiales, como raspar los
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