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Deontología En La Antigüedad


Enviado por   •  25 de Marzo de 2014  •  2.592 Palabras (11 Páginas)  •  1.670 Visitas

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INTRODUCCIÓN

El termino deontología proviene del vocablo griego deon deber y logos razonamiento o ciencia. Esta palabra la empleo por primera vez Jeremías Bertham. Según Bertham la deontología se refiere a los deberes que cada persona tiene consigo misma y con los demás; por tanto se diferencia del término ontología en cuanto que esta significa estudio del ser, y deontología estudio del deber ser.

La Deontología es la ciencia que estudia el conjunto de deberes morales, éticos y jurídicos con que debe ejercerse una profesión, esto implica el código de conducta que el profesional está obligado a desempeñar en cualquier ámbito que se desarrolle o cualquier otra que sea su actividad.

Todo esto nos permite hacer una gran reflexión sobre los fines que persiguen las profesiones y las necesidades sociales que satisfacen. Por ello es importante que conozcamos sus orígenes y como ha ido evolucionando a través del tiempo en algunos pueblos de la antigüedad.

OBJETIVO

Tener una visión más amplia sobre la ética y la moral, y de cómo han influido en la sociedad contemporánea e identificar los principios y valores que debemos orientar en el ejercicio de la profesión jurídica.

LA DEONTOLOGÍA EN ALGUNOS PUEBLOS DE LA ANTIGÜEDAD

Los pueblos primitivos se rigen por unas normas de carácter indiferenciado en la que se entremezclan lo moral, lo jurídico y lo religioso. Ello se debe, normalmente a la divinización del soberano, cuya palabra era a la vez, voz divina y humana. En Grecia se seculariza el poder civil pero no se siente necesidad por trazar los caracteres del Derecho frente a la ética. El Derecho es más una realidad con la que se convive y de la que se habla.

Los Términos "ética" y "moral" (ethos y mos-moris) provienen de los griegos y de los romanos, padres de nuestra cultura occidental; ambos se identificaban con el sentido con que se conocía a la palabra “costumbre”. Pertenecen a ese escaso grupo de vocablos que desde antiguo conservan más o menos el significado que ahora les damos. Aristóteles, por ejemplo, escribió la Ética Nicomaquea y la Ética Eudemia , obras que aún hoy se estudian para tratar de dilucidar asuntos relacionados con el bien y el mal en la conducta humana.

El fundamento con el cual se empieza a desarrollar la discusión ética en occidente es la búsqueda de una comprensión racional de los principios de la conducta humana. Esta labor es iniciada por los griegos con pensadores tales como Sócrates, Platón y Aristóteles. Dicha labor es continuada por los estoicos y los epicúreos. A su vez esta reflexión llega a Lucrecio, Cicerón y Marco Aurelio pertenecientes al pensamiento romano.

El tema de la ética griega gira en torno a dos términos: eudaimonía y areté. Estos términos significan felicidad y virtud respectivamente. El primero representa la fuente desde la cual se originan los sentimientos de placer y satisfacción. El segundo, en cambio, se relaciona con los términos de sabiduría, justicia, coraje y moderación.

El objeto de la investigación ética griega tiene como marco referencial la vida buena del individuo. Lo que realmente importaba para este pueblo era la cuestión fundamental sobre el tipo de existencia que el ciudadano debía asumir y los criterios a utilizar para responder a preguntas de esta índole.

El auge de la ética griega radica en la reflexión que se hace del individuo de acuerdo con su relación con la ciudad estado (Polis). En otras palabras, el desarrollo del Ethos griego enfrenta al individuo con las exigencias de una sociedad claramente constituida y organizada. La pregunta ahora sería: ¿cómo vivir bien en medio de esta realidad?

La propuesta de los áticos conquista otros campos. No se busca una reflexión la cual consolide el orden ético del individuo (singular). Por el contrario, ellos hacen una invitación para que el sujeto entre a participar de acuerdo con sus capacidades y aptitudes en el desarrollo de la sociedad. No se puede olvidar como el hombre está destinado a compartir con los otros y a contribuir a la vida en comunidad.

Dos planteamientos no se pueden olvidar:

1) Sócrates y Platón: Sócrates formula claramente un elemento el cual contribuye a esta reflexión: ¿cómo debe vivir un hombre para alcanza la eudaimonía. Aquí se encuentra una llamada a pensar sobre lo que realmente debe desear la vida humana. Esta pregunta es la invitación a conocer la forma como cada sujeto debe vivir para consumar o llevar a buen término su existencia. Lo anterior significa como la vida, en última instancia, debe configurarse con la virtud (areté). Platón continúa dándole forma a este proyecto.

2) Aristóteles con respecto al proyecto iniciado por Sócrates adopta una concepción diferente. Para él la vida se encuentra configurada con la areté cuando ésta resulta ser la vía del intelecto. La realidad de la moral y las virtudes toman sentido aquí. En este caso la vida encuentra su fundamento cuando ella se adapta a los principios dictados por el intelecto. Estos elementos han sido cultivados en la virtud.

En la Edad Media las teorías éticas buscan una conciliación con la doctrina moral cristiana. En Tomás de Aquino tal armonización se lleva a cabo sobre la base de la ética aristotélica, dando lugar a un eudemonismo en el que el máximo bien (felicidad) se identificaba con Dios. Éste es el que da la ley eterna y establece los contenidos de la verdadera moral como una ley natural en los hombres. La ley natural contiene principios normativos, que se hallan en nosotros como inclinaciones naturales (hábitos) y de los cuales el primero es "ha de hacerse el bien y evitarse el mal".

LA ABOGACÍA

DEONTOLOGÍA JURÍDICA

El término abogado se origina del latín advocatus, que significa, la persona que aboga o defiende los intereses de los litigantes, y también asesora sobre cuestiones jurídicas. Igualmente deriva de bozero, al cual se alude en las Siete Partidas, redactada por Alfonso X “El Sabio” (1252-1284). En ese entonces el abogado no sólo era un respetado conocedor de la ley, sino que para hacer valer el derecho, practicaba el arte de la palabra, ya fuera de manera escrita o hablada. También, el abogado es aquel que habla o pide por otros, el que conoce las leyes y sus fundamentos y práctica tales conocimientos al servicio de los demás. Si no existiera esta profesión, quienes ignoran las disposiciones jurídicas no sabrían cómo defenderse y ello provocaría múltiples injusticias; en los juicios no se presentarían en forma clara los hechos y las pruebas, y la labor del juez se complicaría al momento

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