Derecho Canónico

l fundamento ideológico del medioevo fue el cristianismo, por lo tanto, el Derecho Canónico; que apareció como una recopilación de antecedentes iniciada por Graciano, para complementarse con otras decretales y constituciones papales (de Pontífices como Gregorio IX, Bonifacio VIII, Clemente V y Juan XXII) para constituir luego el Corpus Iuris Canonici de 1582; tuvo (y se puede decir que tiene) una gran importancia, en el presente medieval hasta el presente de nuestros días.

En este post tratare las fuentes del Derecho canónico, también se tratarán algunos de sus principios básicos, sus bases y para finalizar el punto de vista de mí persona, en lo que llamamos ius divinum y ius humanum.

FUENTES DEL DERECHO CANÓNICO

Las fuentes del Derecho Canónico comienzan con fuerza desde el Siglo V d.C. y se puede manifestar de diferentes formas, ya sea en:

El Nuevo Testamento: escritos de los primeros padres de la Iglesia.

Leyes eclesiásticas (canon), aprobadas por un concilio o por la asamblea episcopal.

Los decretales: nombre dado en otro tiempo a ciertas cartas de los papas que, aunque dirigidas a personas determinadas en respuesta a casos particulares, tenían fuerza de regla general para todos los casos análogos. Hoy día se reserva esta apelación a las bulas más solemnes, luego estos decretales se ordenan y se transforman en la famosa obra “la Concordia” que muy pronto será más conocida como “Decretum magistri Gratiani” , colección canónica compuesta en Bolonia, hacia 1140 por el monje Graciano, que esforzándose por resolver las discordancias que existían entre ciertas leyes, sentó los fundamentos de la ciencia del derecho canónico. Por esta razón el Decretum, aunque simple colección privada, sirvió durante largo tiempo de texto básico para los estudios canónicos.

Por último viene Corpus Iuris Canonici, es una compilación formada de seis grandes colecciones: el decreto de Graciano (1140), las Decretales, de Gregorio IX (1234) hechas por Raimundo de Peñafort, el Liber Sextum, de Bonifacio VIII (1298) colección de decretales, las Clementinas (1314) su nombre se deben gracias al de la persona que las hizo, que fue el Papa Clemente V, las Extravagantes, de Juan XXII (1325), las Extravagantes communes (1500). Las extravagantes son colecciones completamente privadas. Editada en Roma en 1582 por orden de Gregorio XIII, después de una cuidadosa revisión. Este Corpus fue la fuente principal del derecho canónico hasta la publicación del código en 1917 .

Dentro del campo de las fuentes del Derecho Canónico también podemos diferenciarlas en dos tipos:

Las fuentes divinas, que provienen directamente de Dios, entre los que están el Derecho Natural y el Derecho Revelado que se encuentra en las Sagradas Escrituras y en la tradición.

Las fuentes humanas, son las emanadas de la autoridad legítima (serán descritas luego) y entre ellas hay dos tipos de normas: las universales, que están dadas para la Iglesia Universal, por el Papa; y las locales, que son dadas por los obispos o la Santa Sede generalmente, pero con efectos locales para una porción de la Iglesia, para las personas que están en una comunidad.

Las normas canónicas no requieren para su promulgación, vigencia y cumplimiento del Estado, es más, el Derecho Canónico es por definición un orden Supraestatal con vocación universal, esto se debe por la existencia de un Derecho Natural.

PRINCIPIOS DEL DERECHO CANÓNICO

Los principios del Derecho consideran diversos principios de formación ideológica, entre los que están: el principio de Justicia, la equidad y búsqueda de la verdad en Dios y las leyes promulgadas por la Iglesia, serán más valoradas moralmente que el resto; el principio de humanidad, todos somos hijos de Dios, por ende se reconoce la dignidad de la persona humana; y por último el principio de espiritualización de los conceptos jurídicos,

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