Desarrollo Social Y Afectico En Los Preescolares
Enviado por EvelynPineda • 19 de Junio de 2013 • 2.275 Palabras (10 Páginas) • 431 Visitas
INTRODUCCIÓN
De acuerdo a las visitas realizadas en el jardín de niños pude entender la importancia que tiene vincular la práctica con las fuentes teóricas, que de cierta manera nos ayudan a comprender cómo y por qué actúan los niños en algunas situaciones, destacando las características sociales que los niños poseen antes de entrar al jardín de niños, las que desarrollan durante su instancia y de acuerdo con el PEP 2011 y los estándares curriculares, los aprendizajes que se espera que tenga el alumno al finalizar la educación preescolar en el campo de desarrollo personal y social, favoreciendo que la docente tenga un amplio punto de partida para favorecer una educación de calidad y aprendizajes para la vida.
Gracias al curso de socialización y afectividad 1 y 2, conocí y aprendí demasiadas cosas de los niños; puedo entender que las interacciones entre iguales y con adultos favorecen en los niños conductas prosociales y dependiendo de cómo la educadora maneje y proporcione un buen clima educativo, es determinante para que en la etapa de educación preescolar los pequeños se sientan felices y dichosos, construyendo positivamente una identidad personal, un buen autoconcepto y autoestima; claro, es preciso mencionar que estos logros se deben hacia la buena articulación y trabajo de la casa y de la escuela.
No puedo abarcar todos los aprendizajes que me dejaron estos dos cursos, pero solo me enfocare a tres. En el siguiente escrito compartiré algunas experiencias que me dejaron mucho que reflexionar, sobre el trabajo educativo y sobre nuestra misión hacia la sociedad infantil; para un mejor análisis vincularé estas experiencias con destacados autores; mencionaré el papel de la educadora como modelo positivo para evitar que existan niños rechazados por ella y por sus mismos compañeros, logrando que en la interacción entre los iguales se desarrollen mas vínculos de amistad que de rechazo e inequidad.
1. “LOS NIÑOS RECHAZADOS POR EL GRUPO”
En una mañana de trabajo en mi grupo asignado, estaba acomodando mi material y empezaron a llegar los niños al salón de clases, en ese momento Demian, un niño de segundo grado entro desarreglado, con sueño y con una actitud un poco grosera hacia los que estábamos; me llamo tanto la atención sus ganas que me acerque a él y le pregunte por qué estaba así, a lo que me contesto “¡tengo flojera, no sé por qué vengo a la escuela!”, yo trate de motivarlo pero no fue suficiente, ya que el pequeño Demian casi se quedaba dormido; intente poner canciones alegres, hacer actividades atractivas pero él seguía mostrando esa actitud pasiva y si interés.
Cuando llegaron por completos los demás alumnos, nadie quería sentarse con Demian, decían que les pegaba, que no trabajaba, que siempre perdían pos su culpa, que decía muchas groserías y que el seleccionaba con quien quería juntarse. Ante esta situación la educadora titular y yo decidimos ponerle a Demian actividades desafiantes y alegres, y en cuanto a la perspectiva del grupo hacia él teníamos que buscar estrategias para integrarlo, porque las que se había puesto en práctica hasta el momento no habían funcionado.
Cava y Musitu (2000) afirman que:
“El estatus social en el grupo de iguales es el grado en el que el niño es aceptado o rechazado por sus iguales, y supone un importante predictor del desarrollo socioemocional y cognitivo del niño. Los niños rechazados tienen un autoconcepto más negativo que sus compañeros bien adaptados socialmente, y su estatus se asocia con la agresión, soledad, conducta disruptiva, falta de atención y un rendimiento académico más bajo”. Pág. 24.
Tras observar a Demian durante varias sesiones y al platicar con la educadora, note que no le ponía interés a las actividades, tenía un rendimiento académico y físico más bajo que los demás niños, era muy grosero con sus compañeros (agresión física y psicológica) y su atención era muy dispersa. Al estar frente al grupo Demian era mi ayudante y organice sesiones en las que trate de que los niños comprendieran que todos somos iguales y que no es justo que discriminemos a las personas por su apariencia, gracias a la educadora y el que yo le diera continuación al trabajo de la primera y segunda sesión Demian se integro al grupo, adquirió las reglas y normas establecidas en el salón de clases, su agresión fue disminuyendo y su interés hacia el trabajo fue más constante. Los padres del niño no contribuyeron mucho en este proceso ya que tanto el padre como la madre no tomaban la responsabilidad; aunque Demian va a la escuela sin desayunar y desarreglado ya esta más integrado al grupo y ese rechazo se ha acabado. La educadora es la que lleva desayuno extra al pequeño y cundo detecta que no desayunó se lo proporciona.
Considero que las estrategias puestas en práctica por nosotras (educadora y practicante) favorecieron el proceso de aceptación de Demian con el grupo, la verdad fue un trabajo muy constante y sistemático tanto con el pequeño rechazado y con el resto del grupo, evitando que el rechazo fuera un circulo vicioso que afectara a más niños; ésto, lo considero una buena experiencia para mi persona como en mi formación docente.
Como dice Cava y Musitu (2000):
“Además, el rechazo de los iguales puede convertirse en un círculo vicioso puesto que, con el tiempo, puede afectar negativamente el bienestar emocional y el autoconcepto del niño, lo cual redundará en mayor número de conductas problemáticas y de rechazo. Por el contrario, l niño que es aceptado por sus iguales amplía la esfera de niños con los que interactúa, dispone de mayores recursos y apoyo y además, naturalmente, no sufre el estrés del rechazo. “Pág. 24.
Si no se hubiera acabado con este problemática, creo que se hubiera agrandado el número de niños rechazados, hubiera incrementado la discriminación por muchos factores y que según Cavan y Musitu (2000) existiera en el grupo algunos tipos sociométricos del estatus tales como: los niños populares, los rechazados, los ignorados y los controvertidos llegando a formar un ambiente educativo lleno de estrés y de rencor hacia la escuela o la maestra.
2. “LA EDUCADORA COMO MODELO EN EL PROCESO DE DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO DE LOS NIÑOS EN LAS INTERACCIONES COTIDIANAS EN EL AULA”
El tipo de ambiente que se debe de generar dentro y fuera del aula, la forma de abordar las inquietudes de los niños, sobre la forma de guiar el proceso de aprendizaje por medio del andamiaje y el apoyo directo e indirecto que se le brinda a los niños mediante la interacción, es parte del papel que debe de desempeñar la educadora para favorecer el proceso de enseñanza aprendizaje.
Primeramente
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