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Descripción personal del ambiente educativo ideal en el modelo de educación basada en competencias.


Enviado por   •  26 de Junio de 2017  •  Ensayo  •  1.851 Palabras (8 Páginas)  •  671 Visitas

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Descripción personal del ambiente educativo ideal en el modelo de educación basada en competencias.

En esta época es mucho lo que se habla de diversos paradigmas, enfoques y modelos educativos, sin embargo es muy común escuchar que el “boom” en la actualidad es “la educación basada en competencias” (EBC), donde el propósito principal es formar individuos y ciudadanos que sean capaces de utilizar todos sus conocimientos de manera eficaz en la vida, individuos que cuenten ya con una experiencia práctica en su ámbito profesional, conocimientos disciplinares fundamentales para ejercer su profesión, así como un puñado de valores y actitudes proactivas hacia los diferentes contextos en los que se tengan que desenvolver al concluir sus estudios, sobretodo su carrera profesional.

El objetivo del presente texto es hacer una descripción personal del ambiente educativo ideal en el modelo de educación basada en competencias, lo cual llevaré a cabo apoyándome de algunas ideas de autores en la materia, ideas personales y mayormente en la experiencia que tengo como docente en el nivel superior.

Para poder diseñar mí ambiente educativo  ideal en el modelo de EBC, seleccione algunos de los elementos principales que se encuentran en el ámbito educativo y realicé una breve descripción de  cómo deberían de ser y funcionar cada uno de ellos para lograr el ideal planteado. Los elementos son: Los programas educativos, el proceso de enseñanza aprendizaje, el rol del docente y la evaluación.

Los programas educativos: podemos asumir el currículo como una dimensión de la educación escolarizada que comprende competencias, conocimientos, procesos, resultados y actividades formativas, en torno a centros de interés (problemas, casos, teorías, temas, etc.) para estudiantes y profesores, desde una óptica investigativa, Posada ( p. 25).

Para que una institución que brinda un modelo educativo basado en competencias pueda lograr su cometido, considero que resulta indispensable que el currículo que la rige sea diseñado tomando en cuenta los principios básicos y características de dicho modelo.

Por tal motivo, coincido con Posada (p. 26) cuando menciona que el currículo en la educación superior puede diseñarse tomando como centro de interés las competencias propias de cada profesión e integrándolas con los conocimientos y demás competencias (cognoscitivas, comunicativas, socioafectivas), para lo cual desde una visión muy universal, pueden tenerse en cuenta los “cuatro pilares de la educación” recomendados por la UNESCO, aprender a conocer, aprender hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.

Lo ideal sería que el diseño del currículo de verdad considerará como núcleo central de su estructura a las competencias que pretende que adquieran los futuros profesionales, para poder definir los conocimientos, logros, e incluso la pedagogía y evaluación acordes a estas mismas competencias.

Muchos estudios sobre profesiones han encontrado que los recién egresados tienen problemas al enfrentarse al mundo laboral en sus primero años, Gonczi (1997), por tal motivo el enfoque curricular debería integrar elementos que simulen características, situaciones, problemas, casos, materiales, herramientas y recursos en general a los cuales los estudiantes se enfrentan una vez que comienzan a ejercer su profesión, es decir, no es suficiente con que dentro  del currículo existan las “estadías en empresas” durante cierto periodo, si no todas las asignaturas que lo integran deben ser diseñadas acordes a este tipo de requerimientos, y entonces si sería congruente lo que se planea desde el currículo con lo que aprenden, desarrollan y ponen en práctica los alumnos al terminar su carrera.

El Proceso de enseñanza – aprendizaje debe de asumirse como un proceso pedagógico del tipo “reflexión en acción” (pensar – actuar – pensar) el cual favorece considerablemente el aprendizaje y desarrollo de las competencias, Posada (p.11). Es decir, el proceso debe centrar sus objetivos en recrear los ambientes idóneos para que los alumnos aprendan sobre todo a través de la práctica, obviamente sin dejar de lado el acompañamiento reflexivo. Lo ideal en este proceso es que los alumnos logren visualizar la aplicación que pueden llegar a tener los conocimientos, habilidades y competencias que se les quiere desarrollar, para esto tenemos que hacer que se enamoren de las asignaturas que cursan y este enamoramiento sería más fácil si ellos se convencen de que realmente todo lo que se les enseña les va a ser útil en algún momento dentro de su vida cotidiana y sobretodo en su desempeño profesional.

El conocimiento en la acción contribuye a que no seamos presa de las prácticas pedagógicas academicistas, en las cuales la teoría y los conocimientos se asumen como fines en sí mismos, con poca  o ninguna aplicación práctica, Posada (p. 12).

 Por ello, las estrategias pedagógicas deben ser más interactivas, innovadoras, creativas, integrales y aplicables en la realidad, para ello se puede hacer uso de una gran gama de estrategias didácticas como por ejemplo: métodos de toma de decisiones, dinámicas de grupo, técnicas de debate, métodos de creatividad, uso de las TICS, métodos de simulación, métodos de proyectos, métodos de descubrimientos, estudio de casos, juego de roles, técnicas de dramatización y resolución de problemas. Estrategias para las cuales es indispensable fomentar el trabajo  y la retroalimentación colaborativos.

Por lo tanto  como lo menciona Posada (p. 12), las estrategias pedagógicas deben tener siempre presente el cumplimiento de aspectos como: destacar la relevancia y pertinencia de los contenidos que se aprenden, evitar el fraccionamiento tradicional de los conocimientos y facilitar su integración, generar aprendizajes aplicables a situaciones complejas, estimular, facilitar y provocar la autonomía personal del aprendiz.  

El rol del docente: En su en su artículo titulado “Competencias Personales del Docente” (Segura, 2005) la reconocida profesora Venezolana Maritza Segura  presenta las características que debería tener un profesional de la educación, entre estas características  está la autoestima, la ética, el entusiasmo, las metas claras y la tenacidad.

Un maestro basado en competencias no puede fungir únicamente como transmisor o facilitador, su responsabilidad es convertirse en un mediador entre los alumnos y los conocimientos que pretende que adquieran, es decir, debe de ser capaz de poder integrar actividades, recursos, materiales, estrategias y situaciones para que los estudiantes descubran los conocimientos por sí solos, así como también desarrollen habilidades y competencias, dejando claro el por qué y para qué se les está enseñando los temas de la matería que imparte.

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