EL LIDERAZGO
Enviado por juanmiranda • 28 de Septiembre de 2012 • 381 Palabras (2 Páginas) • 339 Visitas
Liderazgo
Estrategias de conducción para la realización de objetivos
Desarrollo de la autoridad moral
Un jefe podrá dar órdenes que inmediatamente serán cumplidas, tal vez por miedo a sanciones y repercusiones; pero un líder logra que sus opiniones, planteamientos, indicaciones, sean aceptadas por su equipo de trabajo. ¿Cómo lograrlo?
Uno de los verdaderos retos para un líder (o para quien quiera serlo) es lograr que su sola presencia genere una verdadera autoridad moral entre sus colaboradores.
Si piensas que esto tiene que ver con el carisma y que por ello nunca podrás conseguirlo, estás equivocado. La autoridad moral es algo que puedes construir.
Eso sí, requerirás disciplina y perseverancia para lograrlo, pero una vez que lo domines te darás cuenta que habrá valido la pena el esfuerzo. He aquí la fórmula.
1. Procura afinar tu sentido del juicio. Instrúyete para que cada vez mas adquieras sabiduría sobre las diversas situaciones en las que tengas que decidir o desenvolverte.
Esto lo puedes lograr de diversas maneras: analizando a profundidad el hecho más significativo que hayas enfrentando durante el día; ampliando la dimensión de tu pensamiento y para ello puedes estudiar las técnicas de pensamiento de una eminencia en la materia que es el psicólogo Edward de Bono; analizando las consecuencias de tus decisiones.
2. Mantente sereno aún en situaciones difíciles. Permanece en tu centro. Enfócate en tu caudal de recursos personales para resolver los diferentes desafíos y problemas que el trabajo y la vida te plantean. Este punto requiere dominar el arte de conquistarse a sí mismo.
3. Sé congruente entre lo que dices y lo que haces. Tal vez éste sea uno de los aspectos más contundentes que le dan autoridad moral a un líder. Lo contrario lo debilita.
4. Destácate por tu equilibrio. No sólo regañes, también felicita. No sólo critiques, también aprende a descubrir los aspectos rescatables de una persona, situación o cosa.
5. Evalúa el trabajo de tus colaboradores en base a sus resultados. Jamás lo hagas por la forma en que se visten, se peinan, su inclinación sexual, su origen familiar, religión o raza. Recuerda siempre que el único criterio aceptable para medir a un trabajador son los resultados que produce.
Como comenté al principio, se requiere perseverancia y esfuerzo para ir moldeando en uno mismo las cualidades necesarias para destacar en lo que queremos, pero yo te aseguro que el esfuerzo que apliques.
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