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EL ZEN Y NOSOTROS


Enviado por   •  22 de Febrero de 2013  •  5.647 Palabras (23 Páginas)  •  1.815 Visitas

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RESUMEN DEL LIBRO EL ZEN Y NOSOTROS

KARLFRIED GRAF DÛRCKHEIM

El zen es el más vital de estos sistemas. Su camino hacia el desarrollo del principio divinizador que habita en nuestro interior y su proyección tanto en la propia madurez como en el dominio del mundo circundante, es útil y valido no menos para el cristiano que para el budista. Esto es precisamente lo que diferencias al zen del las otra forma de budismo.

INTRODUCCION:

Sobre el budismo-zen

El hombre actual va sintiendo la profunda insuficiencia delas estructuras ambientales que le condicionan.

Cuando la fe no le anima, su creciente soledad interior le arrastra a evadirse de si mismo y proyectarse en el mundo exterior.

La fuerza de atracción dela formulas y manifestaciones del zen: nos prometen la liberación de las miserias que supone el desconocimiento de nuestra propia vida y ser.

El zen abre las puertas que llevan a la liberación.

LUZ DE ORIENTE:

En oriente el camino hacia ese manantial esta despejado y desde la antigüedad se le dio una cause amplio y múltiple por el que fluir libremente.

Así como la moderna psicología profunda ha evidenciado que el varón, para llegar a ser hombre y varón cabal, debe acertar a reconocer asimismo lo femenino y tomar en serio y desarrollarlo, así también el hombre occidental, para llegar a ser hombre cabal y, también occidental cabal, si menoscabo de la calidades específicamente humanas, deberá aplicarse a desarrollar en si mismo todo aquello que inicialmente le parece oriental y que esta ala espera de ser valorado y explotado.

ASPIRACION CENTRAL DEL ZEN

La aspiración y pretensión central de zen el re – nacimiento del hombre a través de la vivencia profunda del ser.

El zen nos enseña el descubrimiento empírico del núcleo trascendente de nuestro ser; nos hace sentir el aroma del ser divino en nuestra existencia intramundana. Nos lo enseña como un camino hacia vivencias que básicamente están dentro de las posibilidades del hombre.

Lo que le maestro oriental propone al alumno a quine inicia por ese camino de superación, empujándole con duros ejercicios hasta limites intolerables mas allá de los cuales brilla una luz totalmente inédita, es lo que esta hoy al alcance de muchos de nosotros; y no por fuerza dela fatalidad, si no por la misma evolución total del espíritu occidental..

El zen nos lleva ala verdad dela vida, bajo las formas, es verdad, de una floración dela rama oriental del árbol de la vida humana; pero nos habla de un a experiencia, sabiduría y adiestramiento accesibles en realidad a todos.

El zen, es pues, esencialmente no es una religión o visión del mundo especial que trate de imponer a personas de otra formación, una estructura extraña, si no que propone esa luz capaz de transfigurar las policromas vidrieras atreves delas que hombres y pueblos buscan el cielo de la libertad según su idiosincrasia y tradiciones. El zen representa esa lluvia bienhechora que convierte las semillas en plantas y sin la que todo retoño se agota. El zen nos habla de esa tierra en que deben ahondar todas las raíces de la vida y en el que todos deben hundir sus raíces si quieren recuperar su autenticidad y renovarse. El Zen nos habla de aire sano que respirar, sin el que la vida humana camina a la asfixia.

EL ZEN COMO RESPUESTA EXISTENCIAL

Así como el amado y lo que el significa solo existen para el que ama, no hay enemigo si no para el que le teme como tal, ni amigo si no para aquel que ve en el comprensión y simpatía; y así como el medico no lo es si no para el enfermo, así también el zen no existe si no como respuesta viva a la propia realidad existencial, llena de esperanzas o lagrimas.

Ejemplo: La religión, en cuanto fuerza interior de los con razones, se desvirtuará siempre en la medida en que se salga del ámbito dela vida personal y existencial. Marcado por el dolor y esperanzas humanas, único campo en que conserva su sentido, valores, y vitalidad.

Una cosa hay cierta: solo podremos acceder al núcleo central del zen, si nos abrimos a el desde lo mas hondo de nuestras vivencias es decir desde lo mas hondo de nuestras vivencias es decir desde lo profundo de nuestra indigencia y llegamos a sentirlo como algo necesario o como un presentimiento de plenitud personal.

NECESIADES E INDIGENCIAS DEL HOMBRE OCCIDENTAL

INDIGENCIA Y ESPERANZA: FUERZA IMPULSORA DELA BUSQUEDA.

La gran fuerza impulsora que mantiene al hombre en perpetua alerta, le sostiene en lo alto y le empuja hacia adelante, es el dolor.

Así como el dolor es origen de la búsqueda, así también la liberación del dolor es la meta. Requisito para lograrlo: el conocimiento de las causas del dolor y el conocimiento del camino para eliminarla.

La insatisfacción ante la falta de sentido dela vida; para remediarla, el hombre tratara de darle un sentido coherente.

El hombre buscara un refugio seguro, u apoyo ese sentido y ese refugió en el mundo por sus propias fuerzas. En ese intento, llega a fronteras infranqueables, desfallece y busca luego su paz en la quietud del ser divino que acaba con su angustia, insatisfacción y tristeza, de modo muy distinto

Hay dos causas que estimula en su búsqueda al hombre

La indigencia de sus condicionamientos cuando ya no les son soportables y algo incondicional y absoluto, latente en el y que le atrae como una promesa.

Pero solo llegaremos a captar el zen en la medida que seamos capaces de sentir en nosotros lo que el zen trata de expresar.

Debemos primeramente interrogarnos: cual es la miseria, la indigencia humana en que nos encontramos inmersos y cuales son las señales precursoras con que se anuncia, llena de promesas, esa indigencia.

EL HOMBRE, PRISIONERO DELA CINECIA OBJETIVA.

Es la forma de la conciencia objetiva. En esa etapa, el hombre percibe la realidad como objeto y en todo su comportamiento, se orienta exclusivamente a lo objetivo.

El ojo dela conciencia, fija lo observado. El es el que pregunta: que es esto y el mismo responde esto es tal cosa. De ese modo, mediante las preguntas y respuestas de ese yo, la vida viene a cuajarse en hechos fijos e incontestables. Desde esta posición del yo y referido a el , todo lo experimentado se convierte en objeto.

El hombre con suyo fijador dela realidad y el aferrarse ala estructuras de la conciencia objetiva que se apoya en ese yo, tiene dos consecuencias: una visión totalmente fija, una teoría sobre lo que debe considerarse y aceptarse como real y una concepción decididamente programática de del mundo que decide de lo que tiene importancia para el hombre y delo que no la tiene.

Conciencia en que desmina el yo que fija el objeto y que, desde su posición

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