ENSAYO: LOS 4 ACUERDOS

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ENSAYO: LOS 4 ACUERDOS

De Miguel Ruiz

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INTRODUCCION

Este ensayo permitirá de forma breve y concisa conocer a que refiere el libro de los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz,  se presentarán anécdotas y puntos de vista de mi vida propia para efecto de poder explicar mejor cada uno de los cuatro acuerdos que los antiguos maestros toltecas, estudiosos del conocimiento llevaban en su vida diaria a la práctica para ser excelentes guerreros, no soldados, guerreros porque existe una diferencia entre estos luchadores, y es precisamente ahí la diferencia en el tipo de lucha o batalla que lleva cada uno y en la forma de ver sus batallas donde radica la diferencia.

Un guerrero siempre se esfuerza al máximo para poder llevar a cabo sus batallas pero sobre todo es libre, consiente y disciplinado en sus batallas, batallas que  son de su interior y lucha todo el tiempo  para controlar sus propias emociones y a los demás seres humanos o personas.

Pero, ¿Cómo es que se logra esta autoconciencia o control? pues es delo que hablaremos en las siguientes páginas de este ensayo sobre los cuatro acuerdos fundamentales que nos transformaran en guerreros, estos acuerdos son; ser impecable en tus palabras, nunca tomarse las cosas personalmente, no hacer juicios o suposiciones sobre nada ni nadie y siempre hacer las cosas lo mejor posible.

Se impecable con tus palabras:

Según los toltecas estudiosos del conocimiento, el arte, lo espiritual debemos de cuidar nuestras palabras, ya que son mágicas, y pueden causar efectos positivos o negativos en los demás seres humanos según la forma en que decimos las cosas y el significado de las palabras, según los toltecas somos magos que usamos magia negra o magia blanca al pronunciar palabras buenas o malas y podemos causar efectos en los demás, muchas de las veces no somos conscientes del mal que hacemos con nuestros comentarios o palabras y sin darnos cuenta dañamos a los que nos rodean y en especial a los seres queridos.

Pero no todo es culpa de nosotros y estoy de acuerdo en que así hemos sido programados y educados, los conocimientos se ha pasado de generación en generación  creando conductas que no son propias de nosotros mismos, ¿Por qué? por qué así no lo inculcaron nuestros padres abuelos y generaciones anteriores, lo heredaron a ellos también.

Muchas de las veces hemos recibido regaños que no son otra cosa que palabras que se nos quedan grabadas hasta el fin de nuestros días y causaron un efecto tan mágico para mal, un efecto desastroso para el desarrollo de nuestra vida, por ejemplo, cuando nos dicen que no servimos para cierta actividad y nos creemos que las cosas así son y nunca lo hacemos porque ya nos infectaron con ese pensamiento  y lo creímos a tal grado que nos limitamos a ni si quiera intentarlo.

En lo personal tuve muchos regaños de parte de mis padres, que solo querían educarme de la mejor manera, manera de educar que para ellos era correcta porque así aprendieron, siempre desearon lo mejor para mí, hacerme un hombre de bien de acuerdo a sus conocimientos y educación que para ellos es correcto, pero hubo ocasiones que sus palabras fueron “Eres un tonto, no sirves para nada”, en ese momento me sentía inservible y el ser más inútil de la fas de la tierra sus palabras causaban un efecto en mi muy negativo, afortunadamente era muy pequeño y olvidaba rápido y seguía siendo según mi manera de ver las cosas yo mismo, seguía siendo yo de nuevo.

Pero no era del todo cierto ya tenía dentro de mí una semilla de infección que sin darse cuenta mis padres, me afectaría para el resto de mi vida, hasta la edad de diez y síes años, les cuento porque, a mí me gusta mucho el deporte en especial el Básquet bol y las artes marciales en segundo lugar y para que fuera un buen estudiante siempre me decían estudia has tu tarea eso era bueno según las creencias sociales, pero por otra parte me decían no sirves para el básquet bol estas muy enano, porque han de saber que soy de baja estatura.

Gracias a esas palabras era el peor jugador de los equipos en donde participaba estaba siendo una persona perdedora y no quería ser un perdedor, desconocía en ese entonces los cuatro acuerdos y sin saberlo ya los practicaba no con tanta disciplina como ahora que los he leído y comprendido pero no dejé que esas palabras me afectaran.

Pero mis palabras ¿cómo eran hacia las demás personas? Eran educadas más no impecables ya que desconocía el primer acuerdo que según los toltecas es el más difícil, mis padres me enseñaron a hablar respetuosamente y nunca permitieron las groserías pero a veces uno las dice sin que se den cuenta ¿o no?.

Tal vez hice daño a mis compañeros de clase con algún comentario no grosero ni mal intencionado pero el efecto de las palabras sobre los demás así es, por eso debemos de buscar palabras que no pequen, que no afecten a los demás y no logremos dañarlos o formarles un juicio erróneo de ellos mismos, aquí es donde entra el segundo acuerdo:

No tomes  nada en forma personal:

Para los toltecas el escuchar palabras de alguien más nunca se debe de tomar en forma personal, y menos creer lo que los demás nos digan, no porque alguien te diga que eres un tonto, o un inútil nos vamos a creer de sus palabras y actuar como tales, considero que debemos tomar las palabras de quien las escuchemos, a veces hay personas que si nos marcan y dicen nuestros errores, yo los considero amigos, a ese tipo de personas, siempre y cuando en sus palabras reconozca algo de verdad.

Muchas veces existen personas que escuchan una frase que no era para ellos y las llega afectar tanto que se lo toman personal y hacen un drama de algo muy pequeño, en lo personal he sido algo distraído y vivo en mi propio mundo y nos soy muy dado a observar mi alrededor, todo el tiempo estoy luchando, estoy tan ocupado en mi objetivos que no me doy cuenta de nada, sin darme cuenta practicaba este acuerdo, repito no con la disciplina de un guerrero tolteca pero la practicaba.

En lo personal es muy raro que me dañe algún comentario de alguien, inclusive si me agreden, tal vez soy muy paciente, pero funciona, sin saberlo me ha ayudado a vivir en paz, me ha traído cosas buenas en mi vida.

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