ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ESFERAS JURIDICAS


Enviado por   •  7 de Octubre de 2014  •  6.004 Palabras (25 Páginas)  •  277 Visitas

Página 1 de 25

El Estado mexicano está compuesto por su territorio, población y gobierno, con sus leyes.

La población está formada por todos los habitantes que ocupan el territorio mexicano. El gobierno lo forman los funcionarios que han sido elegidos por la población para hacer las leyes, hacerlas cumplir y sancionar a quienes las violen. Además, tiene otros fines, como establecer y mantener el orden y defender al país de todo ataque que provenga del exterior.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es la ley suprema de nuestro país. De ella dimanan todas las leyes que nos rigen. En sus primeros 29 artículos están consagradas las garantías individuales, que son los derechos fundamentales de que gozamos todos los mexicanos.

Ahora bien, para que el Estado no pueda ejercitar un poder sin límites sobre los individuos, es preciso que se encuentre circunscrito por un sistema de competencias.

Desde que el hombre surgió sobre la tierra tuvo que esforzarse por convivir con sus semejantes. Para resolver los problemas que se iban presentando entre los diversos individuos, inventó leyes para regular el comercio, pagar impuestos y hasta para contraer matrimonio. Desafortunadamente, algunos gobernantes abusaron de estas leyes y decidieron que ellos podían crearlas y aplicarlas a su antojo. Más aún, creyeron que, en caso de que alguien no estuviera de acuerdo con este proceso, ellos mismos podían juzgarlo y castigarlo. Esto provocó descontento entre los ciudadanos y, a la larga, causó desorden y revoluciones.

Algunos pensadores como el barón de Montesquieu, en Francia, y John Locke, en Inglaterra, empezaron a promover la idea de que el poder no debía concentrarse en una sola persona. Sostuvieron que, para fortalecer a una nación, era necesario que existieran diversos órganos del Estado que tuviesen funciones distintas: unos elaborarían las leyes, otros las aplicarían y unos terceros las interpretarían y resolverían los conflictos derivados de su aplicación.

Esta división de poderes, así como la independencia que existe entre éstos, constituye la base e un Estado democrático. En México, nuestra Constitución establece que el poder público, o Supremo Poder de la Federación, se ejerce a través de tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

EL PODER LEGISLATIVO

El Poder Legislativo en México: entre la fortaleza constitucional y la debilidad política

Josafat Cortez Salinas Para una mejor comprensión del sistema presidencial mexicano es necesario distinguir y aclarar ciertas ideas de sentido común que permean la vida política mexicana. El Poder Legislativo después del proceso de cambio político enfrenta ideas preconcebidas y mitos a su alrededor. Uno de ellos es señalar al Poder Legislativo como una institución débil. La pregunta que guía este trabajo es: ¿El Poder Legislativo mexicano ha sido débil en la historia de nuestro país? A partir de esa pregunta el objetivo de estas líneas es señalar que la historia del Congreso mexicano se puede abordar ubicando momentos de fortaleza constitucional y debilidad política. El fin es desterrar la idea que señala que el Congreso siempre ha sido débil y supeditado hacia la figura presidencial. En las siguientes líneas se comentará brevemente la historia política y el diseño institucional para apuntar que la institución se encuentra en la lógica de la debilidad y la fortaleza. La fortaleza constitucional Desde que México logró su independencia, se buscó constituir una división de poderes a través de un documento único que estableciera las reglas formales a seguir. El debate se centró en la búsqueda de la mejor forma de gobierno, y en este sentido preocupaban las características del arreglo constitucional.1 Los constituyentes mexicanos del siglo XIX enfrentaron el problema de crear y limitar el poder político con tres referentes vitales: El modelo francés de 1789-1791, la Constitución de Cádiz de 1812 y la Constitución de los Estados Unidos de 1787. La ingeniería constitucional del siglo XIX en México permite reconocer dos ideas centrales: 1) en la división de poderes, subsiste una dinámica conflictiva entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo; 2) el diseño del Poder Legislativo en las primeras constituciones mexicanas fue fuerte con atribuciones importantes por encima del Poder Ejecutivo. A continuación se revisan ejemplos emblemáticos de la fortaleza constitucional del Legislativo. La Constitución de 1824 fue signada por el efímero imperio de Iturbide. Para Rabasa, el suceso marcó la vida política de la nación, ya que se destruyó la idea democrática de raíz al atentar contra la representación nacional. Desde entonces, los constituyentes verían con recelo los abusos del Poder Ejecutivo y se apegaron a la idea francesa de la supremacía del Poder Legislativo, como el órgano más representativo y depositario de la soberanía. Las condiciones políticas de México a principios del siglo XIX orillaron a los constituyentes mexicanos a buscar límites y trabas al Poder Ejecutivo. Los controles los encontraron en el bicameralismo y en las provincias por ese entonces en vías de constituirse en estados. La división de poderes plasmada en la Constitución de 1824 tuvo muchas deficiencias. El desequilibrio entre los poderes se hizo evidente. El predominio del Poder Legislativo sobre los otros dos poderes fue una de las principales características, lo que orilló al Poder Ejecutivo a salirse de su órbita, oscilando así entre la anarquía y la dictadura. La Constitución le otorgó al Poder Legislativo grandes facultades en el ejercicio del gobierno. Tanto la de Cádiz como la mexicana de 1824 le otorgaron al Congreso el poder de la bolsa, lo que le permitía fijar gastos, establecer impuestos, contribuciones y determinar su inversión. El Poder Legislativo mexicano tenía la facultad de crear o suprimir empleos, determinar el valor de la moneda, adoptar un sistema de medidas y pesos, así como determinar la cantidad de las fuerzas armadas de mar y tierra además de reglamentar su organización. Los diez años de vigencia de la Constitución de 1824 se caracterizaron por 18 sustituciones del cargo presidencial tomando en cuenta los interinatos y repeticiones de Santa Anna. El único Presidente que terminó su periodo fue Guadalupe Victoria, con una política de “amalgama” que aglutinaba a las distintas fuerzas políticas del país. Los militares y el Congreso intervinieron en muchos casos para avalar designaciones presidenciales, sin respetar los resultados electorales. El Congreso aprobó la imposición de Guerrero en 1829 y lo declaró incapacitado en 1831, legitimando el golpe de Estado del vicepresidente Anastasio Bustamante. La Constitución de 1824 fracasó por muchos factores, pero uno de ellos y de vital importancia fue el desequilibrio de poderes establecido

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (39 Kb)
Leer 24 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com