EXPRESIONISMO ALEMAN
Enviado por villarayo02 • 14 de Marzo de 2014 • 2.048 Palabras (9 Páginas) • 271 Visitas
EXPRESIONISMO ALEMAN.
El Expresionismo es una corriente artística que busca la expresión de los sentimientos y las emociones del autor más que la representación de la realidad objetiva.
Revela el lado pesimista de la vida generado por las circunstancias históricas del momento. La cara oculta de la modernización, la alineación, el aislamiento, la masificación, se hizo patente en las grandes ciudades y los artistas, creyeron que debían captar los sentimientos más íntimos del ser humano. La angustia existencial es el principal motor de su estética.
El fin es potenciar el impacto emocional del espectador distorsionando y exagerando los temas. Representan las emociones sin preocuparse de la realidad externa, sino de la naturaleza interna y de las impresiones que despierta en el observador. La fuerza psicológica y expresiva se plasma a través de los colores fuertes y puros, las formas retorcidas y la composición agresiva. No importa ni la luz ni la perspectiva, que se altera intencionadamente.
La obra de arte expresionista presenta una escena dramática, una tragedia interior. De aquí que los personajes que aparecen más que seres humanos concretos reproduzcan tipos. El primitivismo de las esculturas y máscaras de África y Oceanía también supuso para los artistas una gran fuente de inspiración
A la arquitectura expresionista le ha ocurrido, historiográficamente, lo que ya había intuido Bruno Taut(1880-1938) con respecto a sí mismo cuando eligió como seudónimo en la confraternidad de arquitectos expresionistas de la Gläseme Kette o Cadena de Cristal el de Namenlose o el sin nombre. En efecto, hasta los años sesenta, el Expresionismo parecía haber desaparecido de las historias canónicas del Movimiento Moderno, si exceptuamos las menciones a Mendelsohn y el interés de Bruno Zevi. Ese lado oscuro del racionalismo, como lo denominara Rykwert, comenzó a hacerse imprescindible para poder explicar la propia historia de la arquitectura contemporánea. Piénsese que el arquitecto más conocido del Expresionismo arquitectónico, Bruno Taut, había prácticamente desaparecido de la circulación ya en 1928, fecha de fundación del CIAM. Un arquitecto que, entre 1821 y 1931, llegó a construir más de catorce mil viviendas, en diferentes Siedlungen berlinesas, no figuraba en las historias de la arquitectura, al menos con la importancia que su actividad merecía.El sustraerse del expresionismo arquitectónico a la revolución técnica, su negación de que la forma siga a la función y su afán por ver reflejada en un espejo roto la realidad productiva ayudaron, sin duda, a esa marginación historiográfica. Y, sin embargo, como han señalado varios historiadores a partir de Argan, "entre el llamado utopismo de la arquitectura fantástica del Expresionismo y el Racionalismo riguroso alemán, no hay contradicción, sino continuidad". La tradición de la vanguardia expresionista alemana de comienzos de siglo pareció resucitar con más fuerza después de la Primera Guerra Mundial. Mientras Alemania se reconstruía, los arquitectos expresionistas lo intentaban desde fuera de la realidad, desde la utopía de un eterno nuevo comienzo. Frente a esos sueños, la Neue Sachlichkeit -Nueva Objetividad-, levantaría la objetividad de lo real como proyecto constructivo, aunque no podemos olvidar que la mayoría de los arquitectos protagonistas del Racionalismo alemán procedían del Expresionismo. De hecho, en ese medio surge la Bauhaus, posteriormente escuela abanderada del diseño racional y funcional, verdadero laboratorio del orden del Movimiento Moderno.Muchos de los planteamientos del Arbeitsrat für Kunst (Consejo de Trabajo para el Arte) pasarían a la Bauhaus. La Revolución de Noviembre de 1918 creó, además, un apropiado caldo de cultivo para la proliferación de consejos obreros e intelectuales. Fundado en 1918, el Arbeitsrat für Kunst reunió a arquitectos e intelectuales como Walter Gropius (1883-1969), Adolf Behne, Hans y Wassif Luckhardt, Bruno y Max Taut, entre otros. Los manifiestos y el radicalismo de sus posturas se manifiestan cada vez con mayor precisión. Bruno Taut, en el mismo 1918, señalaba que "las diversas y desgarradas tendencias solamente podrán encontrar su camino, de retorno a una unidad, bajo las alas de una nueva arquitectura... Estas edificaciones no pueden brotar en las metrópolis, porque están podridas en sí mismas".En 1919, el mismo año de fundación de la Bauhaus por casi los mismos protagonistas del Expresionismo, el grupo organiza la Exposición de Arquitectos Desconocidos. Los textos de presentación fueron escritos por Gropius, Behne y Taut, tres viejos conocidos, además, de las actividades del Werkbund. El primero de ellos señalaba que el objetivo final del arte era "la concepción creativa de la catedral futura que debe, de nuevo, asumir en una forma total y única la arquitectura, escultura y pintura". Catedral de Cristal que ocupaba el centro de la ciudad utópica dibujada por Taut en su "Die Stadtkrone" (1919) (La Corona de la Ciudad), y servía de ilustración al manifiesto de la Bauhaus, del mismo año. Una arquitectura visionaria para una ciudad nueva que estaba en las antípodas de la metrópoli. Para Taut, la arquitectura debía ser toda luz y cristal, como ya había tenido oportunidad de comprobar en su Pabellón del Vidrio de la Exposición del Werkbund en Colonia, en 1914.El simbolismo que Bruno Taut pretendía otorgar al vidrio procedía, en parte, de las novelas metafísicas de Paul Scheebart, autor, en 1914, de un texto fundamental para la poética de la arquitectura expresionista: "Arquitectura de cristal". En esta obra, Scheebart planteaba problemas que estaban en el centro de las preocupaciones de los arquitectos expresionistas: "La superficie de la Tierra cambiaría considerablemente si la arquitectura de ladrillo fuese desplazada de todas partes por la arquitectura de cristal. Sería como si la Tierra se enjoyase y vistiese de esmaltes y diamantes". También se oponía a los muros verticales, igual que prefería entender figurativamente la arquitectura. Soñaba con edificios flotantes. Muchos de los dibujos de los arquitectos expresionistas parecen ilustración de las descripciones de Scheebart. Las posteriores exposiciones del grupo comenzaban a tener un carácter iniciático, autocalificando su actividad como una conspiración de elegidos.La ciudad era el objeto predilecto de sus críticas. Su rechazo de la metrópoli les llevó a diseñar insólitos motivos alternativos, aglomeraciones irracionales, asentamientos sin forma y, cuando la tenían, eran verdaderos símbolos. Es el momento en el que Bruno Taut publica uno de sus libros más bellos, tanto desde el punto de vista gráfico como conceptual, con el expresivo título de "Die Auflösung der Städte"
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