Educacion Basada En Competencias
Enviado por lauraguz31 • 9 de Noviembre de 2012 • 4.873 Palabras (20 Páginas) • 403 Visitas
Retos actuales de la Política Educativa Mexicana que incorpora la formación de competencias en nivel superior
Educación a distancia
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• sistemas de conocimiento
La Educación Superior, enfrenta nuevos retos
Los problemas de las IES, responden a un crecimiento del SES, expansión que se dio en todo el mundo y que agudizó tal disparidad entre los países desarrollados y los que se encuentran en vías de desarrollo: respecto al acceso a la educación superior, la forma de impartir la misma, la investigación, los medios y los recursos de que se dispone.
La educación superior, en este siglo XXI, se enfrenta a nuevos retos que requieren una visión estratégica y con suficientes fundamentos para resolverlos en el presente milenio, para ello, se toman en cuenta sus tres funciones sustantivas: la docencia, la investigación y la extensión educativa y la difusión de la cultura.
Se está consciente de que los retos del sistema educativo en México son cuantiosos, pero sólo se analizarán parte de los retos que tiene en frente la educación superior, al resultar demasiado pretencioso querer analizarlos todos. En este trabajo, se seleccionan tan sólo ciencia y tecnología, formación profesional, la competencia profesional, la calidad de la formación profesional y la formación para la convivencia laboral. Cabe señalar que la tecnología y la formación profesional forman parte del objeto de la presente investigación de ahí el interés.
a) Ciencia y tecnología
El desarrollo científico y tecnológico, para lograr la autosuficiencia en producción científica y tecnológica, para disminuir la dependencia (Licha: 1996:122).
Para esto se requiere generar inversión en investigación científica y en desarrollo tecnológico; en ciencia básica y aplicada. Pero, en la medida en que la política educativa se impregna de política partidaria o gremial, en esa misma medida se ve impedida la primera de lograr los propósitos científicos y tecnológicos que le dieron origen.
b) Formación profesional
El mercado del empleo es dinámico por excelencia; es aquí donde impactan en primer término las innovaciones tecnológicas y las políticas de desarrollo productivo. En cambio, en las instituciones de educación superior, aun cuando el impacto de los cambios mencionados se refleja a nivel de demanda en las aulas, los niveles de apreciación y toma de decisiones frente a esas exigencias siguen procedimientos diferentes.
Estas diferencias se presentan debido a que las empresas productoras de bienes y servicios poseen un conocimiento específico de las innovaciones tecnológicas, en cuanto a su estructura e impacto.
Mientras que las universidades y los institutos tecnológicos se enfrentan a la ideología de los profesores o bien a su ineficiencia o carencia de actualización disciplinaria. Las innovaciones tecnológicas tardan más tiempo en arraigarse a nivel de la cultura docente que en la cultura empresarial. En este sentido, no es fortuito el hecho de que haya diferencias en la mayoría de las instituciones formadoras de profesionales.
El reto de las instituciones de educación superior, en materia de incorporación de la cultura científica y tecnológica, de la actualización disciplinaria y de las innovaciones tecnológicas, consiste en idear estrategias para que los profesores, responsables de la formación profesional, dominen el contenido vigente de su disciplina y los métodos y las técnicas más actuales para su aplicación práctica. Probablemente, la capacitación de los profesores en las empresas, a través de convenios bilaterales, sea una alternativa viable.
d) La competencia profesional
La UNESCO en cuanto a la competencia profesional retoma tres de las misiones educativas ya definidas desde mediados de la década de los sesenta (en el marco de la Conferencia Internacional sobre Educación de Adultos de Teherán, en 1965) y ratificados en 1972 en la conferencia de Elsinor, Dinamarca. Desde entonces se pensaba en la necesidad de educar para la vida, en la vida y para la convivencia con los demás; la comisión Faure, denominó aprender a aprender y aprender a ser (Faure: 1972: 426).
La Comisión Delors, en 1996, enriquece estos campos y define que las misiones de la educación se enmarcan en cuatro tipos de conocimiento: "aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno; aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas; por último, aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores" (DELORS: 1997: 91). Y en el caso de la formación profesional estos principios se traducen en tres enfoques que definen las competencias profesionales: el saber, el saber hacer y el saber ser (Alanís: 1999: 120).
En el contexto de las asociaciones comerciales, por la vía de la mundialización de la cultura y de la política y a través de la globalización económica, las competencias profesionales tienden a equipararse de manera similar con los estándares de exigencia profesional vigentes en los países desarrollados, con los cuales México tiene tratados de libre comercio. Entre los cuales destaca el Tratado Trilateral de Libre Comercio (TTLC) con los Estados Unidos de América y el Canadá (North American Free Trade Association); de igual manera se encuentran los acuerdos comerciales y de intercambio cultural con la Unión Europea y la Asociación de Países del Sureste Asiático (ASEAN).
e) La calidad de la formación profesional.
El desarrollo científico y tecnológico necesita actualizar los contenidos de la formación profesional. Es dar calidad en la formación de profesionales; la calidad se traduce como el dominio de la teoría de la disciplina y un manejo eficiente de los métodos y de los instrumentos modernos para su ejercicio en el mercado del empleo.
En conclusión, el reto de las instituciones de educación superior consiste en seleccionar adecuadamente a su personal docente; reformular los contenidos teóricos y metodológicos de las carreras profesionales; establecer y operar programas de actualización profesional para sus profesores; y si no les es posible contratar nuevos profesores, por los inconvenientes que plantean los sindicatos, los dirigentes de las instituciones requieren de habilidades especiales para la conciliación política de voluntades para conducir a la
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