Educacion
Enviado por noemiaverostaype • 2 de Febrero de 2012 • 1.598 Palabras (7 Páginas) • 371 Visitas
LOS PROBLEMAS DE INTEGRACIÓN SENSORIAL COMO CAUSA DE LAS DIFICULTADES DE APRENDIZAJE
Los problemas de aprendizaje causados por dificultades de integración sensorial, no se relacionan con niveles intelectuales bajos ni con lesiones neurológicas. Son niños que pueden haberse diagnosticado con dispraxia o dislexia, disgrafia, o simplemente retraso en el aprendizaje o retraso madurativo. Todos estos términos se relacionan con dificultades específicas en el aprendizaje motriz y/o académico. El niño que tiene dificultades de integración sensorial puede tener problemas en tan sólo una de estas áreas (motricidad, lecto-escritura, matemáticas…) o en la mayoría de ellas.
El diagnostico más frecuente entre los niños que presentan problemas de aprendizaje o de motricidad es la dislexia. Pero en la mayoría de los casos esta dislexia (significa tener dificultades con las palabras) no aparece aislada y no es la causa del problema. Los niños no tienen dificultades con las palabras como base del problema, sinó que tienen dificultades en la integración sensorial, presentando problemas de organización espacial, planificación motriz, memorización, etc. Y como causa más evidente aparecen los problemas con las palabras o dislexia (en la escritura, lectura, comprensión lectora, lenguaje escrito expresivo…).
Dispraxia i dislexia
¿Qué diferencia existe entre la dispraxia y la dislexia? Cuando el niño tiene dificultades en el aprendizaje de nuevas acciones motrices quiere decir que tiene dificultades en las actividades de praxis, y por ello hablamos de dispraxia. Cuando las dificultades estan en la lecto-escritura, hablamos de dislexia (dificultades con las palabras). Pero a menudo la causa de ambas dificultades es la misma, los problemas de integración sensorial, y las consecuencias terminan siendo las mismas: un rendimiento escolar por debajo de las capacidades reales del niño/a.
Algunos de los aspectos primordiales que se evaluan en los niños de 5 a 8 años para determinar si presentan problemas de integración sensorial es analizar si tienen dificultades en la praxis (realizar nuevas tareas a nivel motriz). Debemos preguntarnos si el niño/a tiene dificultades en los siguientes aspectos:
- Vestirse y desvestirse (abotonarse, atar, poner y sacar, acomodar, hacer lazos…)
- Escritura (mala letra, sujeción incorrecta del lápiz, demasiada fuerza, desorientación espacial de las letras, dibujo precario de la figura humana…)
- Montar en bicicleta o triciclo (primero con cuatro ruedas y después con dos)
- Manejo de los cubiertos (cortar de forma adecuada y coordinada)
- Saltar con cuerdas, jugar con las gomas…
- Manipular las tijeras
Los niños que presentan dificultades en el aprendizaje motriz (en las actividades de praxis que se han descrito anteriormente), pueden presentar con mayor frecuencia dificultades en el aprendizaje escolar (lectura, matemáticas, memorización, razonamiento lógico, ortografía, comprensión, etc.), y la mayoría de ellos son candidatos a recibir el diagnóstico de dislexia, como principal causa de sus problemas.
El aprendizaje motriz
El aprendizaje motriz es el paso previo al aprendizaje académico, y el orden de intervención también debería ser el mismo. No se pueden trabajar las habilidades de lecto-escritura si el niño/a no tiene una buena orientación espacial, si no tiene unos buenos movimientos oculares y una motricidad fina adecuada. Sus articulaciones deben estabilizarse de forma correcta, la mano necesita moverse de forma independiente al hombro, y la lateralidad debe estar bien definida.. Si estas habilidades primarias no se han desarrollado correctamente, los problemas de aprendizaje escolar son mayores.
¿Es lo mismo tener dificultades de práxis que dificultades de coordinación motriz? No, las dificultades de coordinación conllevan comunmente que el niño se cae frecuentemente al suelo, es fácilmente etiquetado como patoso, torpe, y no le cuesta aprender a realizar las acciones, sinó que las realiza de forma poco coordinada. Tener problemas de coordinación motriz no implica tener dificultades de aprendizaje, aunque sí puede darse el caso. Pero las dificultades de praxis siempre se relacionan con problemas de aprendizaje. Para poner un ejemplo ilustrativo, nos imaginamos a dos niños de 10 años, y analizamos la forma como aprendieron a ir en bicicleta y cómo la manipulan en la actualidad.
El niño con problemas de coordinación motriz desde los 3 años sabe pedalear el triciclo, y a los 8 le quitaron las ruedas traseras. En la actualidad sus padres siguen cerrando los ojos cada vez que monta en bicicleta, porque se tambalea y parece que va a perder el equilibrio. No es capaz de saltar un pequeño escalón con la bici como hacen otros niños, se limita a conducir a una velocidad muy prudente, evitando cualquier peligro.
El niño con problemas de praxis, a los 5 años todavía no sabía pedalear el triciclo, y a los 8 años cuando ya dominó el pedaleo correctamente, no logró aprender sin las ruedas traseras. Tras dos años de entrenamiento, a los 10 años de edad ya controla la bicicleta perfectamente y es capaz de saltar pequeños escalones, ir a gran velocidad y en muy pocas ocasiones se cae. Los padres comentan que una vez aprende algo bien, a pesar de que le ha costado muchísimo tiempo, ya lo ha aprendido para siempre.
Con este ejemplo es más fácil comprender por qué los niños con dificultades de praxis, tienen problemas en el aprendizaje académico, y es muy fácil detectarlos si observamos alguno de los puntos descritos anteriormente.
Una de las principales causas por las cuales los niños presentan dificultades práxicas, son
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