El Mito Del Emprendedor

En la introducción del libro, dice que se ha podido descubrir que los propietarios de dichas empresas trabajan bastante más de lo que deberían teniendo en cuenta el poco rendimiento que están obteniendo. La verdad es que el problema no es tanto que los propietarios de las pequeñas empresas no trabajen sino que están haciéndolo de forma equivocada. El resultado es que la mayor parte de esas empresas traen un caos ingobernable, impredecible y nada rentable.

Hay un mito llamado el mito “E” según el cual pequeñas empresas son consecuencia de las decisiones y las energías de personas emprendedoras que arriesgan su capital para obtener un determinado beneficio. Esta creencia es la existencia del mito del emprendedor es el factor más importante por el que existe en la actualidad una tasa con tantos fracasos.

El primer cambio debe producirse tiene relación con la idea que el propietario debe tener sobre lo que es una empresa o negocio y sobre lo que se requiere para que pueda funcionar. Llegará a saber las razones por las que tantas personas no terminan obteniendo lo que desean o esperan de las empresas de su propiedad.

EL MITO E Y LAS PEQUENAS EMPRESAS NORTEAMERICANAS.

El mito E es el mito de los emprendedores. Está profundamente enraizado en los Estados Unidos y posee un halo de heroicidad. La imagen del emprendedor típico asociada a la de Hércules se nos aparece en la mente: un hombre o una mujer solos frente a las circunstancias, luchando contra los elementos, defendiendo arduamente aspectos inusitados, ascendiendo por escarpadas montañas todo para llevar termino el sueño de crear un negocio de su propiedad.

Impulso emprendedor:

Probablemente algún tipo de trabajo técnico, como la mayoría de las personas que deciden entrar en el mundo de los negocio. La excitación que le producía la posibilidad de cortar las ataduras se convirtió, desde aquel momento, en su constante compañera de viaje. Una vez afectado por el impulso emprendedor, ya no hay retorno, es algo que no se puede abandonar.

El supuesto fatal:

Con la angustia que le producía el impulso emprendedor, había sido víctima del supuesto más desastroso que se puede dar cuando alguien pretende incorporarse al mundo de los negocios, un supuesto que afecta a aquellos técnicos que deciden entrar por su cuenta en ese ámbito y que define el curso de la evolución de un negocio. Ese supuesto fatal se resume básicamente en esta preposición: si se comprende el trabajo técnico de un determinado negocio, se comprende el trabajo técnico de un determinado negocio, se comprende el negocio para el que ese trabajo supone un elemento fundamental.

EL EMPRENDEDOR, EL DIRECTIVO Y EL TÉCNICO:

El emprendedor:

La personalidad emprendedora hace que cualquier situación, por trivial que resulte, se convierta en una excepcional oportunidad. El emprendedor es el visionario que hay en nosotros.

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