El Rol Del Asesor En Los Nuevos Paisajes Educativos
Enviado por ElyBaier • 28 de Agosto de 2013 • 4.454 Palabras (18 Páginas) • 449 Visitas
EL ROL DEL ASESOR EN LOS NUEVOS PAISAJES EDUCATIVOS
Elizabeth Baier, Cármen Encizo, Adelina Fourcade, Martín Gimenez, Alberto Vergara
Introducción
Las transformaciones que está viviendo el mundo en materia económica, educativa, social, política y cultural, sumado a los grandes avances de la ciencia, la tecnología y la información en estos tiempos, ha producido un nuevo contexto socio histórico donde la sociedad humana cada día debe asumir los cambios y retos que le impone la sociedad de la información y el conocimiento. Todos estos cambios han impactado al sistema educativo en el mundo estableciendo una nueva concepción filosófica en los docentes.
Así, surge la concepción del docente como gestor cultural de las transformaciones sociales, tiene la misión de que la educación del estudiante esté centrada en los valores humanos y sociales y no sólo en el conocimiento, ya que la formación del individuo debe ser profunda y sensible en cuanto al compromiso social, la conservación y respeto de la diversidad cultural y del ambiente, la superación personal mediante el autoaprendizaje, el fortalecimiento de la autoestima y el desarrollo de la apreciación por el arte en todas sus manifestaciones.
Esta realidad invita a pensar que todos aquellos que consideramos que la clave del nuevo milenio está en construir un mundo de sentido en el cual valga la pena vivir y en el que podamos convivir en la diferencia, debemos esforzarnos en tejer respuestas provisorias pero fértiles y productivas en el camino a un sistema educativo que acepte la diversidad de puntos de vista; que dé lugar a la diferencia de estilos y aproximaciones, y que, al mismo tiempo nos permita tomar contacto con nuestro acervo cultural, facilite el desarrollo de nuestras potencialidades y la creación de espacios convivenciales ricos y fecundos.
Por lo expuesto, asesorar en la escuela hoy implica un enorme reto puesto que debemos prepararnos para enfrentar los desafíos del enseñar y el aprender en el marco de una sociedad que está viviendo una acelerada mutación.
En el presente trabajo nos proponemos reflexionar acerca del Rol del Asesor Pedagógico en los nuevos “paisajes educativos”, como actor de una profesión de ayuda en las prácticas asociadas con el enseñar y el aprender y alrededor de quién gira toda la organización y gestión pedagógica institucional.
Fragmentos en fuga: la complejidad de la escuela y el asesoramiento.
“La complejidad es el desafío, no la respuesta” E. Morín
Salcedo Gutiérrez entiende que “el paradigma de la simplicidad enquistado en nuestra sociedad ha construido una escuela aislada, escuela que se concibe así misma como apartada de lo que sucede en lo socio-cultural, pues ella está ocupada en que el sujeto “aprenda”.[…] Escuela y Sociedad han construido un individuo aislado, repetidor, memorístico, mecánico, irreflexivo; individuo que no mira contextos y cuando mira lo social, lo natural o lo subjetivo, lo hace mecánicamente. Individuo que no se piensa, pues eso es subjetivo. Que elimina lo contradictorio, pues no lo comprende; que no da lugar a la incertidumbre, que busca la certeza para taponar su desespero, su falta”.
Así entendida, la escuela es una institución del orden, un dispositivo destinado a generar una "comprensión compartida" de la realidad a fin de incorporar a las nuevas generaciones a un cuerpo de creencias comunes generando un férreo marco regulador y homogeneizador.
Sin embargo, la escuela debe ser percibida como un sistema/organización complejo, abierto a la sociedad que lo rodea, a sus expectativas y necesidades, que conforma subjetividades en escenarios múltiples, heterogéneos y diversos. En este sentido se debe comprender que “el contexto incide de manera eficaz, potente y compleja sobre las prácticas educativas”.
En la actualidad las sociedades están en proceso de fragmentación, de separación permanente, de construcción de homogeneidades que se separan y distinguen de otros cuerpos homogéneos conformando entre sí un heterogéneo agregado de instituciones, agentes, grupos e individuos. Las tecnologías de la información y la comunicación han conquistado el espacio contemporáneo y, como dice Denise Najmanovich, “allí donde había compartimentos estancos, chatos y cerrados las redes y dispositivos multidimensionales de interacción permiten producir nuevas y complejas configuraciones”. Además, el crecimiento del desempleo estructural y la conformación de una población marginal desafiliada de toda red social, el retiro de la acción estatal y la debilidad de las redes públicas de articulación y servicio social, la pérdida de las expectativas de incorporación e integración y la caída simbólica del Estado como operador del interés general, han erosionado la adhesión al marco normativo homogeneizador común que se re-construía y re-producía en la escuela, modificando las prácticas sociales en favor de la construcción de códigos culturales y normativos heterogéneos que regulan las relaciones en el interior de cada uno de estos fragmentos. Y este proceso de compleja fragmentación tiene continuidades directas y claras en lo que sucede hacia adentro de la escuela.
Pero… ¿qué significa pensar la escuela como compleja y fragmentada?
En primer lugar, significa pensarla como un espacio autoreferido en el interior del cual se pueden distinguir continuidades y diferencias: las primeras marcan sus límites o sus contornos, las otras dan cuenta de la heterogeneidad de estos espacios. Implica que la institución educativa actúa como una frontera de referencia, pero no se constituye en un todo integrado y coordinado -ni siquiera en un campo donde se puedan reconocer posicionamientos de actores e instituciones-, sino que –muchas veces- se comporta como un espacio de yuxtapuestos institucionales que no tienen referencias normativas ni culturales comunes. En definitiva, concebir a la escuela como una configuración de fragmentos que se multiplican y escapan de la certidumbre, es reconocer su dinámica complejidad exponencial. Esta complejidad demanda que la institución realice un profundo proceso de reflexión, que “nunca puede ser exhaustiva, ya que cada observación de sí multiplica las informaciones sobre las posibilidades de actuación” .
Y entonces…. ¿qué supone asesorar en estas escuelas de tan particular composición?
Para comenzar es necesario comprender que la complejidad hace de cada escuela un espacio único e irrepetible que estalla sobre sí mismo generando fronteras múltiples y difíciles de atravesar. En este sentido, asesorar en la escuela fragmentada es hacerlo en un sistema profundamente organizado pero, a su vez, irrumpido por la incertidumbre, siempre imperfecto, en
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