El origen del concepto de Trabajo Decente

INTRODUCCIÓN

El trabajo tiene un papel fundamental en el progreso económico y social y en la estabilidad política de cualquier lugar del mundo. Lamentablemente el acceso a un trabajo que valore y permita el desarrollo de las habilidades propias; respete los principios y derechos laborales fundamentales; permita un ingreso justo y acorde al esfuerzo realizado; brinde el derecho a la protección social; permita el diálogo social, excluya la discriminación de cualquier tipo, y sobre todo exista la igualdad de oportunidades tanto para mujeres como hombres representa un reto para este mundo globalizado y en constate evolución.

Un trabajo decente sería la solución a los aspectos mencionados anteriormente. La OIT plantea el trabajo decente como el camino principal para salir de la pobreza hacia una vida mejor para todos sin importar sexo, raza, condiciones físicas, creencias, etc. Ya que un trabajo decente busca garantizar la seguridad social, promover el dialogo social, y por encima de todo reconoce el respeto y garantiza la protección de la dignidad humana.

El presente trabajo trata principalmente de este tema, el trabajo decente. Abarcando sus principales objetivos, aspectos destacados del programa propuesto por la Organización mundial del trabajo, así como los convenios OIT ratificados por nuestro país, como se lleva a cabo tanto en Colombia como en algunos países de América Latina.

1. TRABAJO DECENTE

1. El origen del concepto de Trabajo Decente

El concepto de Trabajo Decente  comenzó a utilizarse en junio de 1999 , por el Director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavia,  en su primer reporte a  la Conferencia Internacional del Trabajo (OIT, 1999).  En dicho reporte señaló que el mundo se encontraba en un período de inestabilidad marcada por la adaptación a una nueva  economía, delimitada por la repartición inequitativa de las riquezas, y la creciente desigualdad. A partir de estos aspectos generales, planteó que la orientación política, técnica y orgánica de la OIT tendría que adaptarse a los nuevos retos, y que consistiría, justamente, en adoptar el trabajo decente como meta principal.

Para referirse al nuevo objetivo que dirigiría la acción de la organización, el director general usó las siguientes palabras: “El objetivo primordial de la OIT es promover oportunidades para que mujeres y hombres puedan obtener un trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana”   (OIT, 1999). Y agregó que para cumplir con ese propósito era menester trabajar sobre cuatro objetivos estratégicos:

1. Las oportunidades de empleo e ingresos

2. La promoción de los derechos fundamentales en el trabajo

3. La protección social

4. El diálogo social

 Desde entonces, el concepto de trabajo decente se integró en torno a la idea de oportunidades de empleo productivo que se ajustara a ciertas condiciones de calidad y respeto por el diálogo social y los derechos de los trabajadores, y además que se acomodara tanto para el género masculino como el femenino.

1. EL PROGRAMA DE TRABAJO DECENTE Y DESARROLLO SOSTENIBLE DE LA OIT

La OIT ha elaborado un programa para la comunidad del trabajo que se basa en la creación de empleo, los derechos en el trabajo, la protección social y el diálogo social, con la igualdad de género como un objetivo transversal con base a los dos principios clave para alcanzar una globalización justa y erradicar la pobreza; el empleo productivo y el trabajo decente.

Durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre 2015, el trabajo decente y los cuatro pilares del Programa de Trabajo Decente – creación de empleo, protección social, derechos en el trabajo y diálogo social – se convirtieron en elementos centrales  de la nueva Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. El octavo objetivo de la Agenda 2030 induce promover un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el pleno empleo productivo y el trabajo decente, incluso fomenta otros aspectos clave del trabajo decente que están ampliamente presentes en las metas de muchos de los otros 16 objetivos de la nueva visión de desarrollo de las Naciones Unidas.

Las manifestaciones de los representantes y las metas de acción del G20, el G7, la Unión Europea, la Unión Africana y otros organismos regionales y multilaterales también confirman la importancia del trabajo decente para salir de la crisis y fomentar el desarrollo sostenible.

2.1 Objetivos estratégicos

2.1.1 Las oportunidades de empleo e ingresos

El desempleo incluyendo a aquellos que tienen un trabajo ocasional, generalmente un trabajo de poca calidad y mal remunerado; la desigualdad entre los sexos en el ámbito laboral; el impacto de la mundialización y la tecnología como reemplazo de la mano de obra; la política macroeconómica, y trabajadores de edad e inválidos representan un problema general de crecimiento y desarrollo y es allí donde radica la importancia de la política de empleo para la distribución de los ingresos.

El empleo es la base del programa de la OIT, para promocionarlo propone, entre otras labores, la transformación de los sistemas de producción y los mercados de trabajo; la adaptación al cambio; el desarrollo de pequeñas empresas; la reestructuración de las empresas; la educación y la formación; los servicios y política de empleo; mejora de infraestructura y  la expansión de los servicios sociales; la reconstrucción y las inversiones.

1. La promoción de los derechos fundamentales en el trabajo

Para lograr el reconocimiento y el respeto de los derechos de los trabajadores. De todos los trabajadores, y en particular de los trabajadores desfavorecidos o de bajos recursos que necesitan representación, participación y leyes adecuadas que se cumplan y estén a favor, y no en contra, de sus intereses.

La Conferencia Internacional del Trabajo, CIT, adoptó la Declaración de la OIT relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo, la cual obliga a todos los miembros  sin excepción alguna a respetar, promover y hacer realidad, de buena fe, los principios y derechos relativos a:

• Libertad de Asociación, Libertad Sindical y Derecho de Negociación Colectiva.
• Eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio.
• La abolición efectiva del trabajo infantil.
• Eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación.

Con la finalidad de hacer efectivos de estos derechos y principios encaminados la democracia, la justicia, la habilitación de hombres y mujeres, fomentando una política de aplicación de los mismos.  La Declaración sirve como punto de referencia a las organizaciones de empleadores, trabajadores, legisladores, ONG, empresas multinacionales y organizaciones internacionales, para que entre todos contribuyan a la gestación de un clima propicio para el desarrollo económico y social que respete los Derechos Humanos y de manera especial los Derechos Fundamentales en el Trabajo

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