El Trabajo Decente
Enviado por AlexEcarri • 28 de Noviembre de 2014 • 10.492 Palabras (42 Páginas) • 250 Visitas
PARTE I. INTRODUCCIÓN AL TRABAJO DECENTE
1.1. Globalización y Trabajo Decente
La globalización y la creciente interdependencia económica han tenido un importante impacto sobre el mundo del trabajo. Sin embargo, las ganancias potenciales no se distribuyen de forma pareja. La pobreza y la exclusión social se han hecho más marcadas, y, en muchos países, disminuyó la creación de empleo, lo cual trajo aparejado un deterioro de la calidad del empleo y de los servicios sociales. Además, millones de trabajadores están ocupados en la economía informal, en situación de precariedad. De hecho, en algunos países en desarrollo, son mayoría.
Teniendo en cuenta el papel del empleo en la lucha contra la exclusión y la privación, el enfoque del trabajo decente proporciona un marco para una distribución justa y equitativa de los beneficios de la economía mundial.
1.2. ¿Qué es el Trabajo Decente?
En su primer informe a la Conferencia Internacional del Trabajo en 1999, el Director General Juan Somavía presentó el trabajo decente en estos términos:
"El objetivo primordial de la OIT es promover oportunidades para que las mujeres y los hombres consigan un trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana" En un mundo del trabajo en rápida mutación, el concepto de trabajo decente proporciona un marcointegrado para comprender y abordar todos los aspectos relativos al trabajo. Así, se le podría dar un rostro humano a la economía mundial.
Las condiciones de trabajo y la protección social siempre estuvieron en el centro de las preocupaciones de la OIT. Desde la década del setenta, la OIT extendió su campo de acción a cuestiones relacionadas con la pobreza y la creación de empleo. Su labor se centró en entender por qué el proceso del desarrollo generaba exclusión y marginación por razones de sexo, identidad étnica y religión. Así, hizo posible que se integraran al debate sobre el desarrollo cuestiones relativas a los derechos y la participación política.
Tomando anteriores estudios como punto de partida, el enfoque del trabajo decente brinda una visión de conjunto de los problemas relativos al desarrollo y la privación, al tiempo que sintetiza las cuatro áreas de acción de la OIT que se esbozan a continuación.
1.3. Dimensiones y componentes del trabajo decente
El trabajo decente se articula en torno a las siguientes seis dimensiones:
• Las oportunidades de trabajo
• El trabajo productivo
• La libertad en el trabajo
• La igualdad en el trabajo
• La seguridad en el trabajo
• La dignidad en el trabajo
Estos últimos se basan a su vez en los siguientes cuatro componentes:
- Empleo
- Protección social
- Derechos de los trabajadores
- Diálogo social
1.4. Trabajo decente: un enfoque integrado
Las dimensiones y los componentes del trabajo decente siempre fueron centrales en materia de trabajo. ¿Entonces, en qué radica lo novedoso del enfoque del trabajo decente?
- Ofrece un marco único para reflexionar sobre las cuestiones relativas al trabajo y al ámbito laboral y pone de manifiesto las interrelaciones entre los diferentes componentes,
- Permite identificar la compatibilidad y los conflictos o tensiones entre los diferentes componentes,
- Facilita la aplicación de principios universales a situaciones muy variadas, y
- Pone de relieve en forma sencilla los problemas tradicionales al tiempo que delinea los retos futuros.
1.5. Trabajo decente y desarrollo
El concepto de trabajo decente permite incluir de forma coherente y específica las cuestiones relativas al mundo del trabajo en el debate sobre el desarrollo. Por ejemplo:
Va más allá de las cuestiones económicas y permite abordar directamente cuestiones sociales,
Abarca los programas de reducción de la pobreza, desarrollo humano e integración social,
Se ocupa de la situación y los derechos de todos los trabajadores, tanto en la economía formal como en la informal, sindicados o no, reafirma el papel del empleo como instrumento de una política para el desarrollo, Subraya la necesidad de mejorar todos los aspectos relativos al trabajo en la economía informal, Plantea las cuestiones de igualdad y equidad entre los sexos en materia de trabajo, Cuestiona las estructuras y procesos que perpetúan los ciclos de privación y de exclusión.
1.6. Trabajo Decente y desarrollo económico
La estructura económica y el mercado de trabajo de cada país son determinantes para la consecución del objetivo de un trabajo decente para todos. Para demostrarlo, basta con comparar las características del trabajo decente en economías industrializadas o desarrolladas, con las de economías en transición o en desarrollo.
1.6.1 Economías desarrolladas
Las economías desarrolladas suelen caracterizarse por:
• Altos ingresos per cápita.
• El predominio del empleo en el sector de los servicios (entre un 60 y un 89 por ciento).
• Un alto porcentaje de trabajadores asalariados (entre un 75 y un 90 por ciento).
• Un alto porcentaje del PIB destinado a la seguridad social (jubilaciones, salud, empleo, accidentes, enfermedad, familia, vivienda, asistencia social) (entre un 20 y un 30 por ciento).
• Un nivel de indigencia bajo.
• La relativa importancia de los sindicatos.
• El predominio de la negociación colectiva a la hora de fijar los salarios y las condiciones de trabajo.
1.6.2 Economías en transición
Los países de la ex Unión Soviética forman parte de las economías en transición, que dejan atrás la economía de planificación centralizada y adoptan una economía de mercado. El estado es dueño de los bienes de producción, se encarga de la provisión de la seguridad social y controla a los sindicatos. En estas economías reina el pleno empleo y existe la garantía del trabajo.
El desmantelamiento de las estructuras centralizadas y los consiguientes cambios en materia de desarrollo, de rendimiento económico y de políticas sociales no cristalizaron de la misma forma en todos los países.
El rendimiento económico de conjunto de los países de Europa Central fue relativamente bueno. Se caracterizan por:
• El predominio del empleo asalariado (de un 70 a un 90 por ciento).
• La creciente importancia de la economía informal.
• Altos niveles de gasto público (entre un 30 y un 40 por ciento),
• La desaparición del régimen de seguridad
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