En tú práctica docente ¿cómo se refleja la participación, protección y provisión?

SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA

COORDINACIÓN SECTORIAL DE DESARROLLO ACADÉMICO

SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR

COMPETENCIAS DOCENTES DE NIVEL MEDIO SUPERIOR

Tepic, Nayarit; julio del 2016[pic 4]

El C. Irving Jesús Moreno Perea perteneciente al grupo 15, presenta el siguiente ensayo que lleva por título:

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Ensayo: En tú práctica docente ¿cómo se refleja la participación, protección y provisión?

Si tomáramos en cuenta nuestro marco legal vigente, cualquier modelo educativo que se ocupa de atender niños de entre 0 y 18 años y, de formar a quienes han de atenderlos; deben de tener como primicia que uno de los grandes problemas que actualmente se debaten, es la situación de vulnerabilidad que enfrenta la niñez en México, ya que las niñas y niños forman parte de un grupo que, al estar en proceso de transformación y desarrollo, mantiene una relación de mayor dependencia con otras personas, lo que implica una frecuente violación de sus derechos poco visible en una relación con otros grupos de la población.

Adriana Jaimes y Martha Izquierdo en su artículo “Los niños y niñas un grupo vulnerable en México” publicado en el 2014 argumentan que, la situación de millones de niños y niñas se agrava cuando los padres y madres viven en condiciones de marginación y pobreza, pues los niños adquieren responsabilidades ajenas a ellos, renunciando a medios y recursos que son imprescindibles para aumentar sus oportunidades futuras, como lo es la educación. Sin embargo, la reforma constitucional en derechos humanos, parece constituir en el mediano plazo un poderoso referente para la protección de los derechos de las personas, entre ellos los derechos de las niñas y niños.

Esta reforma constitucional en derechos humanos que, de ser aplicada de manera correcta en tiempo y forma, protegerá los derechos de los niños y niñas; es producto de una evolución de sus derechos, que tiene sus bases en el ámbito del derecho internacional, como lo es la Declaración de Ginebra en 1924, en donde en efecto, son los primeros esfuerzos que se hicieron a nivel internacional para lograr el reconocimiento de derechos propios de niños y niñas y respectiva protección jurídica; instrumento aprobado por la Sociedad de las Naciones predecesora inmediata de la Organización de las Naciones Unidas el  26 de diciembre de 1924.

Posteriormente al periodo de posguerra, en el año de 1959, se presentó ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas un documento elaborado por el Consejo Económico y Social del mismo organismo, denominado Decálogo de los derechos del niño. Los Convenios y Declaraciones precedentes fueron el preámbulo que dio paso a la elaboración y aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño, el 20 de noviembre de 1989; en donde este instrumento jurídico regula de manera más precisa el reconocimiento de los derechos de las niñas y los niños; además, determina de forma puntual las obligaciones que tiene tanto el Estado como la sociedad respecto de aquellos. (Varhellen, 2002)

En 1990, teniendo como marco jurídico de referencia la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, aprobaron las Directrices de las Naciones Unidas para la prevención de la delincuencia juvenil, conocidas también como las Directrices de Riad, y las Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores Privados de Libertad (Asamblea General de las Naciones Unidas, 1990). Entre las directrices destacan aquellas que sugieren la creación de oportunidades de educación para fomentar el desarrollo de niños y jóvenes, con especial atención a quienes se encuentran en situación de riesgo mayor por sus condiciones de vida.

Posteriormente, en 1993, se celebró el Convenio de la Haya Relativo a la Protección del Niño y la Cooperación en Materia de Adopción Internacional, el cual aborda distintas cuestiones relativas a la entrada y salida de una niña o niño de un Estado a otro, procurando favorecer la legalidad de este tipo de actos (Rodríguez Vázquez, 1993). En 1999 la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo celebró el Convenio sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil, donde se reconoce que en gran medida la pobreza es la causa del trabajo infantil.

En el año 2000 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño Relativo a la Participación de Niños en Conflictos Armados. Un instrumento jurídico que complementa en convenio o tratado. El segundo Protocolo que se firmó en la misma fecha se denomina Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño Relativo a la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de Niños en la Pornografía.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) dentro de su plan estratégico 2014-2017, celebra la Convención sobre los Derechos del Niño, el cual señala en el marco internacional de derechos humanos se aplican tanto para los niños y adultos. La infancia está mencionada concretamente en muchos de los instrumentos de derechos humanos; las normas se modifican o se adaptan específicamente cuando las necesidades y preocupaciones en torno a un derecho se aplican concretamente a la niñez; y estos aplican a las 190 naciones incluidas en estos tratados celebrados en dicha convención, en donde México se ve con la obligación de reformar toda su estructura nacional acerca de los derechos humanos en cuanto de cuestiones infantiles se trata.

Bajo estas condiciones, el artículo 4 que habla sobre la protección de los derechos; señala que los gobiernos tienen la responsabilidad de realizar utilizando los medios establecidos para asegurar que los derechos de los niños sean respetados, protegidos y cumplidos. Cuando los países pertenecientes a esta convención firmaron los tratados, aceptaron revisar las leyes relacionadas con los niños; por lo que esto involucra la evaluación de los servicios sociales, jurídicos y, los sistemas de salud y educación; así como el estado de los fondos económicos que se les asigna a estos servicios.

Por lo tanto, el gobierno de México (y el resto de los países pertenecientes) tiene la obligación de tomar las medidas necesarias para asegurar los requerimientos mínimos que necesitan estas instancias para asegurar que estén funcionando y cumpliendo como se acordó. Además, tienen que ayudar a las familias y crear ambientes donde los niños puedan crecer y desarrollar su potencial, en algunos casos, esto requiere un cambio o creación de leyes. Estos cambios de legislación no se imponen, pero se produce a través del mismo proceso por el cual se crea cualquier ley o se forma dentro de un país.

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