Enciclicas Papales
Enviado por tezz • 2 de Diciembre de 2012 • 5.551 Palabras (23 Páginas) • 1.340 Visitas
Índice.
1.- Caratula.
2.- Índice.
3.- Introducción
4.- Rerum Novarum / Papa León (1891)
4.1Remedios divinos.
4.1.1 Desigualdades sociales que no es posible suprimir porque su origen natural
4.1.2 El carácter purificador del trabajo
4.1.3 Relación más justa entre el patrón y trabajador
4.2 Remedios humanos.
4.2.1 Intervención del estado
4.2.2 Duración de la jornada de trabajo
4.2.3 Salario justo
4.2.4 Ahorro de trabajadores como mecanismo de convertirse en accionistas
4.2.5 No abrumar con impuestos exagerados al patrón
4.2.6 Asociaciones obrero – patronales
5.- Quadragesimo Anno / Papa pio XI (1931)
5.1 Restauración del orden social.
5.2 Vanguardia para su época
5.3 Cambios en el régimen capitalista
5.4 Tiranías económicas a que somete el imperialismo a países como el nuestro
5.5 análisis del socialismo arguyendo la necesidad de cambios profundos
6.- Mater et Magistra / Papa Juan XXIII (1961)
6.1 Exigencia de justicia frente a las estructuras productoras en base al funcionamiento. Ambiente, sistema económico sin comprometer la dignidad humana
6.2 Presencia activa de los obreros en las empresas grandes y medianas
7.- Populorum Progresión / Papa Paulo VI (1967)
7.1 Desarrollo integral del hombre.
7.2 Desarrollo solidario de la humanidad.
8.- Conclusión del equipo.
9.- bibliografía y fuentes de información.
INTRODUCCION.
LAS CARTAS ENCÍCLICAS
Una encíclica es una carta que dirige el Papa a obispos o fieles en donde expone la doctrina de la Iglesia en puntos concretos, los Documentos Pontificios son todos importantes ya que todos tienen como autor al Papa.
Literalmente significa “cartas circulares”; su raíz latina es: Literae encyclicae. Las encíclicas son cartas públicas y formales del Sumo Pontífice que expresan su enseñanza en materia de gran importancia. Las encíclicas se proponen:
* Enseñar sobre algún tema doctrinal o moral
* Avivar la devoción
* Condenar errores
* Informar a los fieles sobre peligros para la fe procedentes de corrientes culturales, amenazas del gobierno, etc.
Por definición, las cartas encíclicas formalmente tienen el valor de enseñanza dirigida a la Iglesia Universal. Sin embargo, cuando tratan con cuestiones sociales, económicas o políticas, son dirigidas comúnmente no solo a los católicos, sino a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. En algunos casos, como el de la encíclica, el Papa sólo incluye en su saludo de apertura, a los Obispos, aunque él pretenda la doctrina de la encíclica para la instrucción de todos los fieles. Esto tiene su razón de ser en el hecho de que los Obispos son los Pastores que deben enseñar a los fieles la doctrina.
Debido al peso y la verdad que contienen, todo fiel debe concederle a las encíclicas asentimiento, obediencia y respeto. El Papa Pío XII observó que las encíclicas, aunque no son la forma usual de promulgar pronunciamientos infalibles, sí reflejan el Magisterio Ordinario de la Iglesia y merece respeto.
El título que se le da a la encíclica se deriva de sus primeras palabras en latín.
Rerum Novarum / Papa León XIII (1891)
Es sobre la cuestión social, que el Papa León XIII lanzo el 15 de mayo de 1891, fue su respuesta ante la terrible explotación laboral de los obreros, la Iglesia no podía quedarse parada; documento en la cual explicaba cómo estaba la situación obrera, y defendiendo la justicia y a los trabajadores. La solución que daba, pasaba por que el Estado, la Iglesia, el trabajador y el empresario tenían que trabajar juntos. “La Carta Magna del Trabajo” tuvo una gran influencia.
Este texto describe en 42 puntos en qué condiciones vivían los sufridos trabajadores, defiende el derecho a la propiedad privada y rebate las, para ellos falsas, teorías del socialismo (recordemos: sólo existe la clase trabajadora, un gobierno basado en la igualdad absoluta...).
- Desigualdades sociales que no es posible suprimir porque su origen es natural.
Así pues, ha de quedar establecido en primer lugar que se debe respetar la condición humana, que en la sociedad civil no se puede igualar lo alto con lo bajo. Los socialistas desean, sin duda, lo contrario; pero todo esfuerzo contra la Naturaleza es vano. Es ella, en efecto, la que ha establecido entre los hombres tantas y tan grandes diferencias: no todos tienen igual inteligencia, ni habilidad, ni salud, ni fuerza, diferencias necesarias, de las que nace espontáneamente su situación desigual. Esto es claramente conveniente, no sólo en beneficio de los individuos, sino también y especialmente en beneficio de la sociedad, porque la vida social tiene necesidad de un organismo variado con facultades y funciones diversas, y los hombres son llevados a desempeñar estas funciones principalmente por las diferencias de condición.
- El carácter purificador del trabajo.
A los pobres les enseña la Iglesia que ante Dios la pobreza no es deshonra, ni sirve de vergüenza el tener que vivir del trabajo propio. Verdad, que Cristo confirmó en la realidad con su ejemplo; pues, por la salud de los hombres hizo pobre él que era rico [17] y, siendo Hijo de Dios y Dios mismo, quiso aparecer y ser tenido como hijo de un artesano, y trabajando pasó la mayor parte de su vida: Pero ¿no es éste el artesano, el hijo de María? [18]. Ante ejemplo tan divino fácilmente se comprende que la verdadera dignidad y grandeza del hombre sea toda moral, esto es, puesta en las virtudes; que la virtud sea un patrimonio común al alcance, por igual, de los grandes y de los pequeños, de los ricos y de los proletarios: pues sólo a las obras virtuosas, en cualquiera que se encuentren, está reservado el premio de la eterna bienaventuranza. Más aún: parece que Dios tiene especial predilección por los infelices. Y así Jesucristo llama bienaventurados a los pobres [19]. A quienes están en trabajo o aflicción, dulcemente los invita a buscar consuelo en El [20]; con singular amor abraza a los débiles y a los perseguidos. Verdades éstas de gran eficacia para rebajar a los ricos en su orgullo, para quitar a los pobres su abatimiento: con ello, las distancias -tan rebuscadas por el orgullo- se acortan y ya no es difícil que las dos clases, dándose la mano, se vuelvan a la amistad y unión de voluntades.
- Relación más justa entre el patrón y trabajador
Obligaciones
...