Enseñar ciencias
Enviado por Erik Castro • 21 de Diciembre de 2018 • Apuntes • 2.489 Palabras (10 Páginas) • 149 Visitas
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Introducción
Antes de comenzar con este ensayo me gustaría dar a conocer los temas de los cuales se hablarán, pues creo necesario que el lector sepa de antemano esta información tan valiosa, temas con los cuales veremos la enseñanza de la ciencia en nuestras aulas.
Siendo la enseñanza de las ciencias el primer tema, hablemos un poco de él, primordialmente, tomemos en cuenta la consideración social que tenemos las personas de las ciencias, pues no consideramos a las ciencias como parte de la cultura general, o se hace en medida menor que en otros países, como ejemplo no conocemos los nombres de los arboles más comunes, mientras que en otros países no pasa esto, es común escuchar a otras personas llamar a los arboles por su nombre.
La enseñanza de las ciencias es tenida, por lo general en un segundo plano en las escuelas, como una materia sin importancia, pues no pasa como en otras materias, donde se tiene un valor diferente, pongamos de ejemplo la materia de artes y las humanidades, en estas materias las cosas que ahí se ven tienen de algún modo u otro un valor cultural, lo cual nos hace más fácil la comprensión de los temas vistos en estas materias, en pocas palabras las artes y las humanidades son tenidas como un patrimonio de la humanidad, mientras las ciencias son contempladas como un dominio de los especialistas.
En el presente libro se busca proporcionar una hermanita de trabajo a los profesores para enseñar ciencias, enseñar unas ciencias que son cambiantes y están en constante renovación, además de esto, se tiene que lidiar con diferentes estrategias de enseñanza, con las cuales ver los temas y explicarlos de una manera simple para su comprensión.
Desarrollo
Para el lenguaje común, la palabra ciencia y la palabra cultura pertenecen a dos mundos muy distintos. En este capítulo del libro se quiere llamar la atención sobre las conexiones entre ciencia y cultura, concretamente en dos aspectos: primero, en que sería deseable que los conocimientos científicos se considerasen parte de la cultura general, así como vimos en la introducción que solo son considerados de los especialistas y segundo, la forma en que ha sido definida por la antropología moderna, la ciencia es, además de otras cosas, una forma de cultura, una parte de nosotros y nuestra forma de ser, o por lo menos así se define.
En cuanto a la inserción de la ciencia en la cultura general, ya se ha mencionado en la introducción que las ciencias, al contrario de lo que ocurre con las humanidades y las artes, no son contempladas como patrimonio cultural de toda la población, y que sería conveniente para los alumnos y maestros beneficiar en clase la idea de que los conocimientos científicos son también parte de la cultura.
Para el asunto que aquí nos ocupa es más relevante la segunda dimensión, la idea, que debemos a Brown, Collins y Duguid, de que el aprendizaje de un dominio debe insertarse en la cultura de ese dominio.
En nuestro caso, el aprendizaje de las ciencias está vinculado a la inmersión en la cultura científica. Cuando estos autores utilizan el término cultura no se refieren a la literatura ni al arte, sino a la definición del antropólogo Clifford según el cual la cultura es el conjunto de símbolos significativos que la gente usa para hacer claras sus vidas. Geertz contempla el comportamiento humano como acciones simbólicas que tienen un significado colectivo. La cultura es pública, pues:
“Los sistemas de significado son necesariamente la propiedad colectiva de un grupo. Cuando decimos que no comprendemos las acciones de personas de otra cultura distinta de la nuestra, estamos reconociendo que no estamos familiarizados con el universo imaginativo en el que sus actos son signos.”
-. (Geertz, 1987)
Como vemos en este fragmento la cultura es muy variada y tiene muchas formas de interpretarse, desde el significado de las palabras hasta los gestos que empleamos para comunicarnos, un ejemplo simple sería mover la cabeza de arriba hacia abajo para decir “Sí” o bien mover la cabeza de derecha a izquierda para contestar negativamente a una interrogante, son cosas que en nuestra cultura son muy comunes, sin embargo, en otros lugares del mundo, con una cultura diferente no significan o mismo.
Para estos autores (Brown, Collins y Duguid) la cultura de una comunidad sea esta científica, profesión técnica u oficio manual, son tanto los conocimientos teóricos, como los conocimientos prácticos acerca de cómo usar las herramientas cognitivas, por ejemplo, ajustar una reacción, predecir el resultado de un cruce de híbridos, interpretar un corte geológico, predecir los eventos astronómicos, entre otras cosas.
Las actividades escolares no suelen estar enmarcadas en la cultura de la disciplina científica, sino en lo que Brown, Collins y Duguid llaman la cultura escolar, y que nosotros preferimos denominar cultura escolar fija, para recalcar que existe también una cultura científica escolar.
Por ello, en muchas ocasiones, el objetivo teórico de la instrucción no llega a realizarse, pues las actividades no producen un aprendizaje que pueda ser utilizado en otros contextos, ni tampoco se crea un aprendizaje significativo.
La alternativa a las actividades tradicionales son las actividades auténticas, que sí están encuadradas en la cultura de los profesionales, a que nos referimos con esto, a que sean actividades que puedan ser usadas en otro contexto, que los alumnos puedan utilizar en su vida cotidiana, para que de esta manera los dicentes puedan crear un aprendizaje significativo, y así, cuando estos usen lo visto en clase, encuentren un sentido en sus actividades realizadas en la escuela.
Por ello proponen planificar una formación en la cultura científica, una inmersión como la experimentada por los aprendices de un oficio que trabajan junto a personas expertas hasta llegar a dominar su lenguaje, su comportamiento, inmersión que estos autores denominan enculturación.
En resumen, se trata de diseñar la enseñanza de las ciencias de un modo semejante a las que son efectivas, como las de un oficio, y para acentuar dicha similitud se habla de aprendizaje cognitivo.
Comunidades de aprendizaje
Convertir nuestras clases de ciencias en lugares donde se resuelvan problemas auténticos, con actividades auténticas y no tradicionales, pues como ya mencioné estas no crean un aprendizaje significativo y terminan siendo aborrecidas por los alumnos, esto depende no sólo del diseño de las tareas, sino también de las estrategias a seguir, de la forma de concebir las interacciones entre el profesor y alumo, de lo que se conoce como el ambiente en el aula, coherente con la forma de organizar la clase.
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