Enseñar a pensar: un desafió para la educación
Enviado por theluised • 11 de Abril de 2019 • Resumen • 1.093 Palabras (5 Páginas) • 109 Visitas
Enseñar a pensar: un desafío para la educación
El ser humano nace con una forma o modo de ser, pero no nace formado. Su nacimiento es la aparición de múltiples posibilidades que irán actualizándose, o no, a lo largo de su existencia. Esta característica lo hace el ser más inerme frente al medio que lo rodea. Sin embargo, es esta misma indefensión lo que ha permitido el surgimiento de la propia esencia humana, imperfecta originariamente, pero también tendente a una perfección inconmensurable.
De este modo, la razón junto con las restantes potencias racionales, entre ellas el pensar y reflexionar, tienen un crecimiento inmanente, en y desde ellas mismas, lo cual le permite trascender su ambiente dado, ir más allá de las influencias recibidas. Así, en «la naturaleza humana se incardina la necesidad de recibir una ayuda a su crecimiento para que este sea óptimo y perfectivo»[1]. De ahí pues, que la educación del hombre sea posible, ya que permite que la persona se abra a diferentes posibilidades.
Así mismo, se puede establecer una conexión entre la educación y la afirmación de Alejandro Llano «Pensar, enseñar a pensar, aprender a pensar, es la triple obligación de la inteligencia»[2]. El hombre mismo, en cuanto ser racional, puede crecer indefinidamente y la educación, en cuanto que ayuda a ese crecimiento, dura toda la vida del hombre. En este sentido, Antonio Orozco sostiene que «una de las más importantes facetas de la educación es la del pensamiento, pues al intelecto toca regir la conducta humana»[3].
Desde esta perspectiva amplia de la educación un propósito central es: la formación del pensamiento y, de manera particular, la formación de pensamiento crítico en dominios específicos del conocimiento. Ahora bien, cabe realizar las siguientes interrogantes ¿la actuación educativa está realmente fomentando el desarrollo del pensamiento y el perfeccionamiento de un hombre sano, culto y crítico? ¿Se vive la enseñanza como un desafío personal para investigar nuevas formas de comunicación, nuevos caminos para hacer pensar al alumno? ¿Enseñar a pensar debe ser una de las principales misiones de la escuela?
La dificultad de la educación está, sin duda, en pretender enseñar al pequeño a pensar, a comprender, a sacar sus propias conclusiones y reflexiones. Tarea que es importante tanto para los padres y educadores como para el resto de la sociedad. Igualmente es significativo considerar que la educación es una ayuda al perfeccionamiento humano, por tanto educar es «desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc»[4]. En este sentido, es complicado difundir la idea sobre la importancia de saber pensar ya que supone abrir una ventana de libertad, de creatividad y de autonomía, no siempre al gusto de todos.
Sin duda, y en consonancia con lo anteriormente descrito, uno de los propósitos centrales que en la actualidad orienta acciones en los campos de la educación y la pedagogía es la formación de pensamiento crítico, de una forma de vida valiosa que busque la comprensión de los principios de actuación humanos[5]. De tal manera, que la enseñanza y el aprendizaje de principios, conceptos y teorías en los diferentes campos disciplinares pasan a un segundo plano, pues lo que se constituye como fundamental es la formación de sujetos y comunidades que piensen y actúen críticamente con los aprendizajes adquiridos en la escuela.
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