Gastronomia Oxaqueña
Enviado por Dan_iquebitch • 19 de Octubre de 2014 • 758 Palabras (4 Páginas) • 174 Visitas
Gastronomía
Oaxaca se distingue por conservar vivas sus tradiciones en sus habitantes, sus casas, sus festividades y su cocina. Penetrar en el mundo gastronómico de esta entidad, es adentrarse en un universo sorprendente por su diversidad y coherencia.
La cultura gastronómica ha incorporado elementos supervivientes de la cocina prehispánica y los ha hecho propios, así como los procesos y la preferencia por los productos locales; a esto habría que añadir la inventiva e imaginación que han logrado combinaciones que maravillan por su colorido, aromas y sabores. La comida oaxaqueña tiene colores de los que algunos platillos toman su nombre, como los moles verde, colorado, negro y amarillo, que matizados crean la famosa gama de los siete moles regionales. Además, Oaxaca produce quesos propios como el quesillo oaxaqueño, considerado como uno de los mejores del mundo; sus chiles nativos, como rojos y negros y el orégano oaxaqueño, participan en la singularidad de su cocina.
Un aspecto sobresaliente de la gastronomía, es la interminable lista de antojitos locales y el aprovechamiento de los insectos, como en sus bebidas los gusanos acompañados con la copa de mezcal.
Todo se combina en una aventura plena de sabores y colores, paisajes e historia, fértiles valles y serranías desérticas, paraísos olvidados y playas vírgenes pero, sobre todo, en una memoria del pasado que vive en las costumbres ancestrales; he ahí la Noche de los Rábanos y la gastronomía, hombres y mujeres y hombres fieles a su idiosincrasia o los tradicionales lunes del cerro de la Guelaguetza.
Al continuar en el ramo de la comida y los productos relacionados, Oaxaca ocupa el tercer sitio como productor de café y el segundo productor de piña, aunque en la entidad se cultivan arroz, caña de azúcar y ajonjolí; limón, granada roja, zapote, mamey y mango.
En sus praderas se cría ganado bovino y caprino, y puede jactarse de tener una rica fauna marina donde destaca la captura del camarón y langosta, así como la pesca de tiburón en Puerto Ángel, y la de atún, barrilete y bonito, en la región del Golfo de Tehuantepec.
Así que, para comer en Oaxaca, con su riqueza gastronómica de gran influencia prehispánica, no es necesaria mucha hambre, ya que basta con el antojo, y nada más efectivo para abrir el apetito que una copita de mezcal y, aquí que si que el refrán aquel de que "para todo mal, mezcal, y para todo bien, también".
Hay bocadillos que vale la pena probar, para quedarse con los guisos fuertes después: Chapulines doraditos, empanadas de amarillo, salsita de gusano de maguey, totopos, quesillo, chorizo bien frito o memela con asiento.
Los conocedores, o que ya han probado la variedad de platillos de la región, aseguran que además de los moles, es imposible hacerle el feo al estofado, los chiles rellenos y los famosos tamales oaxaqueños, envueltos en hoja de plátano
Sin
...