HABILIDADES DEL COMUNICADOR EFICAZ
Enviado por yanira1969 • 15 de Octubre de 2012 • 3.149 Palabras (13 Páginas) • 3.271 Visitas
INTRODUCCION
Mediante la comunicación, todas las personas están vinculadas de alguna manera. Y es justamente esa vinculación la que permite que las cosas sucedan: que se realicen las tareas adecuadamente, que se resuelvan problemas, que se produzcan cambios, que se obtengan resultados, acuerdos, implicación... en definitiva, que la empresa funcione y "viva".
En toda organización, la comunicación es una herramienta valiosa, a través de la cual logramos nuestros objetivos estratégicos. Para nuestros colaboradores una excelente comunicación, en todo sentido y dirección, representa el factor de mayor importancia. ya que les brinda enfoque y entendimiento, ayudándoles a enfrentar mejor los reto diarios del negocio.
Los colaboradores son la voz de la Organización. Ellos hablan con sus familias, sus amigos y muchos con los clientes transmitiendo imágenes o mensajes basado en lo que los jefes y gerentes les dicen o no les dice
Le invito a través de este trabajo a conocer como mejorar sus habilidades de comunicación, para facilitar el crecimiento, mejorar la calidad y producir resultados.
OBJETIVO
Conocer las diferentes habilidades que debe poseer un comunicador para poder transmitir eficazmente un mensaje, así como también evaluar las barreras personales en la comunicación asertiva y empática.
HABILIDADES DEL COMUNICADOR EFICAZ.
El comunicador eficaz es una persona que tiene credibilidad de sus públicos. El comunicador eficaz sabe escuchar.
Tiene las siguientes habilidades personales:
Canalizar el nerviosismo,
Relajarse,
Comprometerse con sus ideas,
Cultivar una actitud receptiva.
Tiene el siguiente conocimiento técnico:
Maneja la comunicación no verbal (la voz, la acción corporal y los gestos corporales y faciales),
Analiza al público,
Selecciona el tema,,
Prepara el mensaje,
Busca información,
Practica el discurso, y Contesta las preguntas.
El buen orador tiene credibilidad de su público, sabe canalizar su energía nerviosa de una manera positiva y sabe escuchar. El conoce a su público, sabe los temas que puede tratar con determinado público y cómo enfocarlos. Su comportamiento no verbal es apropiado y sabe leer el comportamiento no verbal de su público. El buen orador tiene conocimiento básico del proceso de la comunicación, que le permite ganar credibilidad de su público con cada mensaje que presenta.
Si pretende impactar a los demás se recomienda lucir con:
ORIGINALIDAD:
El que imita el estilo de otro, no actúa con naturalidad porque los movimientos de éste son torpes y lentos. Lo más importante es la autenticidad. Los que son originales causan muy buena impresión.
CREATIVIDAD:
El creativo es aquel que IMPROVISA sin que se den cuenta y puede alterar el orden de su discurso según le convenga.
DINAMISMO:
Sea siempre dinámico al hablar, pues sus palabras deben pronunciarse con FUERZA Y EMOCIÓN provocando la participación en el auditorio.
SOLTURA:
Si actúa siendo genuino, creativo y dinámico, téngalo por seguro que hablará con mucha soltura.
El comunicador eficaz ha desarrollado las habilidades de canalizar su nerviosismo para el beneficio propio, de relajarse, de comprometerse con sus ideas y de cultivar la actitud receptiva hacia otros comunicadores.
EL NERVIOSISMO
Un factor que influye en la percepción que el público tiene de nosotros y de nuestro mensaje es el nerviosismo que todos sentimos al enfrentarnos con un auditorio.
Después del enfrentamiento con el público no es raro oír comentarios como los siguientes.
“Mi problema fue el nerviosismo.”
“Me dio miedo al momento de pasar; mi máximo problema fue el nerviosismo.”
“Estuve tenso del cuerpo.”
“Mi problema fueron los nervios y las carreras, es decir, tratar de acabar rápido debido a los nervios.”
“Me sentí nervioso al pasar al frente y pensar si realmente gustaría el tema, mi personalidad y la forma de dar el discurso.”
Estos comentarios reflejan una preocupación común entre todos los que enfrentamos a un público.
Es normal la reacción emocional y física ante situaciones importantes, como es la de la comunicación oral. Estamos arriesgando nuestra reputación al abrirnos ante un público, al demostrarle nuestro punto de vista o tratar de informarle algo. La situación de comunicación oral es importante y por eso nos sentimos nerviosos, nos percatamos del peligro potencial de no quedar bien con el público.
El nerviosismo que sentimos ante el público es una respuesta emocional y física normal que nos indica que estamos enfrentándonos a una situación importante y peligrosa. Ante cualquier situación de peligro respondemos con nerviosismo. Un cazador que se enfrenta con un oso, aunque tenga experiencia en la caza seguramente respondería emocional y físicamente ante esta situación de peligro potencial. El peligro potencial en la situación de comunicación en público es el riesgo de perder la aprobación social, tan importante para cada uno de nosotros si queremos vivir en sociedad.
El hecho de sentir nervios ante la situación de comunicación en público no debe desilusionarnos, sino al contrario. Si nos sentimos nerviosos nos damos cuenta de que somos personas responsables, que respondemos a la situación en forma normal.
El nerviosismo que sentimos es energía que nos está preparando para enfrentarnos al peligro potencial de no obtener la aprobación social. Sin embargo, debemos saber aprovechar esta energía, porque de otra forma ésta, que podría ayudarnos a lograr la aprobación social, funcionaría en contra nuestra, evitando que presentemos nuestro mensaje de manera adecuada.
RELAJACIÓN
Este es un consejo que es más fácil decir que llevar a cabo. Para poder relajarse en el momento de hacer su presentación, el orador tiene que haber aprendido a relajarse en las múltiples situaciones que se enfrenta en su vida cotidiana. Para esto debe aprender a no presionarse y no dejar que otros lo presionen.
El orador que sabe enfrentarse a la situación de comunicación en público con calma y seguridad se conoce a sí mismo. Reconoce y acepta sus limitaciones, así como sus habilidades.
Es útil para el orador saber que respirar profundo antes de su presentación le ayudaría a relajarse. También se le podría sugerir tensionar sus músculos, para después relajarse. Algunos oradores tienen la costumbre de agarrar con las dos manos
...