Interculturalidad
Enviado por Fantasmita_n • 11 de Junio de 2012 • 1.327 Palabras (6 Páginas) • 732 Visitas
Interculturalidad, políticas y educación
México es una mezcla de razas, culturas y pensamientos distintos entre sí que al final han creado uno propio, sobreponiéndose uno al otro hasta erradicar lo no conveniente. Sin embargo a pesar de eso es un pasado que seguimos negando y excluyendo de nuestro pensamiento. La parte indígena que está en nosotros queda en segundo plano, habiendo un rechazo a esto.
Temíamos de nuestra diversidad y existían tan pocas oportunidades para los grupos segregados, que mientras avanzaba una cultura, la otra se iba quedando atrás. Esta segregación no solo se daba por parte de la cultura predominante, también por aquellos que eran segregados, autosegregandose.
Con el paso del tiempo esto ha cambiado, sin embargo la discriminación y la desigualdad aun son acciones que no han logrado ser erradicadas totalmente, que en ocasiones parecen ir en aumento o quedan disfrazadas con otros términos.
Vivimos en un mundo globalizado, donde un sinfín de culturas conviven día a día, se relacionan e interactúan entre sí, ya sea de forma directa o indirecta. Los medios masivos de comunicación nos han hecho entrar en contacto con culturas que son distintas a nosotros y que están tan alejadas de la nuestra, pero que con ellos podemos identificar y adquirir rasgos de estas.
Si a esta multiplicidad de identidades le agregamos las crecientes migraciones, que hacen que las culturas entren en un contacto más cercano y que muchas veces a pesar del poco entendimiento entre ellas convivan. Las identidades en las grandes ciudades se encuentran tan mezcladas que es difícil distinguir una cultura de la otra a simple vista.
La discriminación es un factor predominante de la sociedad actual, segregamos a aquellos que son diferentes a nosotros, ya sea por su origen, su género, su forma de pensar, su clase, etc. El segregar no queda solo como la exclusión, sino que se utiliza la violencia en ocasiones para erradicar a los que no nos agradan.
No es casual que la multiculturalidad sea ahora una palabra común entre nosotros. Lo es en el mundo entero. Sin embargo dicho termino, no responde a las necesidades actuales, pues el simple hecho de que las culturas se conozcan y se respeten entre sí, no da garantía de mejorar las cosas.
Es aquí donde viene aquel término que se encuentra aún en construcción, el término de la interculturalidad, basado en la otredad, en el pensar en el otro y no en uno mismo, en no solo respetar la cultura ajena.
La interculturalidad supone que entre los grupos culturales distintos existen relaciones basadas en el respeto y desde planos de igualdad. La interculturalidad no admite asimetrías, es decir, desigualdades entre culturas mediadas por el poder, que benefician a un grupo cultural por encima de otro u otros. (Schmelkes, 2005)
Esto quiere decir que la interculturalidad, busca más allá de la simple aceptación del otro, busca romper con esa desigualdad incluso entre clases sociales, donde unos poseen más poder sobre otros, pretende que no exista la erradicación de culturas, como en los casos de América latina o la Alemania Nazi. Busca que todas las culturas avancen al mismo nivel y reciban las mismas oportunidades, tanto sociales como laborales y educativas.
Si bien la interculturalidad aun sigue siendo una aspiración, un sueño casi utópico, en el mundo se han tomado distintas medidas para promover esto y así lograr el objetivo. Entre estas políticas implementadas se encuentran las de la UNESCO.
La Convención de La Haya para la Protección de los Bienes Culturales (1954), pasando por la Convención sobre las Medidas que deben Adoptarse para Prohibir e Impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales (1970), la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (1972) y la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático (2001), hasta la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (2003). (UNESCO, 2009)
Esto conlleva a la valoración del patrimonio cultural, no solo de la forma física o palpable, sino al mismo patrimonio inmaterial, dándole un reconocimiento como parte de la humanidad
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