Introduccion

La educación es un proceso mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, y costumbres, en este proceso las personas adquieren día a día formas de actuar, normas de conducta, modos de ser, formas de ver al mundo, entre otras cosas. La educación se comparte entre personas y permite al ser humano asimilar y comprender los fenómenos y hechos que lo rodean, al mismo tiempo le permite conocer el mundo de generaciones anteriores para crear una nueva visión de éste. Esto también le brinda una formación integral propiciando el desarrollo de competencias para la vida (habilidades, capacidades, destrezas, actitudes) que hacen posible llevar a cabo actividades de manera eficaz e identificar, interpretar, argumentar y resolver problemas cotidianos de su propia vida.

Existen tres tipos de educación: la formal, la no formal y la informal. La educación informal es la que se recibe en los ámbitos sociales, mientras que la educación no formal se refiere a los aprendizajes que no son ofrecidos por un centro educativo ni conduce a la adquisición de una certificación, sin embargo cumple con objetivos didácticos y duración. Por otra parte, la educación formal hace referencia al proceso enseñanza aprendizaje que se lleva a cabo en instituciones educativas denominadas escuelas, cumpliendo con los reglamentos, contenidos, programas y calendarios respectivos a espacio y niveles.

En México la Secretaría de Educación Pública es la encargada de formular los programas de educación, planear, desarrollar y evaluar los servicios educativos. La Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG) fundada en 1959 con la idea firme de que cada estudiante del nivel obligatorio asistiera a la escuela con un libro de texto bajo el brazo, es quien se encarga de la distribución de los libros de texto gratuitos para los alumnos de educación básica.

El artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos, decreta que todo individuo tiene derecho a recibir educación, siendo la educación básica (preescolar, primaria y secundaria) obligatoria. Establece que la educación que imparta el estado deberá desarrollar las facultades del ser humano, fomentando el amor a la patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia. Así mismo, se asienta en dicho artículo que la educación debe ser laica, es decir, mantenerse ajena a cualquier doctrina religiosa, basándose en los resultados del progreso científico. Entre otras cosas, establece además, que toda educación impartida por el estado será gratuita.

Dispuesto lo anterior, se realizan planes y programas para llevar a cabo el proceso enseñanza aprendizaje dentro de las instituciones llamadas escuelas, estos planes y programas han estado en constante cambio, buscando favorecer el desarrollo integral de los niños. El docente, juega un papel fundamental en dicho proceso, ya que tiene la función de guiar a los alumnos hacia la adquisición de conocimientos y al descubrimiento y desarrollo de sus capacidades y habilidades; todo esto mediante el uso de estrategias didácticas que despierten en el alumno el deseo de aprender, indagar, observar, experimentar y formular sus propias hipótesis, siendo encaminados por el maestro hacia el descubrimiento y comprobación de las mismas.

Una de las habilidades que debe dominar el alumno es la habilidad lectora ya que despierta en ellos el sentido crítico, aporta ideas nuevas, conocimientos y argumentos, amplia el vocabulario, estimula el razonamiento, la imaginación y la creatividad, sin olvidar la importancia que tiene en cuanto a la adquisición de valores y actitudes, así como de cultura, entre otras ventajas.

Sin embargo, la lectura se ha convertido en una de las actividades más rechazada por los alumnos dentro y fuera del salón de clases. Los factores que han provocado esto van desde el mismo docente, hasta el avance de la tecnología. Existen casos en el que el maestro ha utilizado la lectura como un recurso de sanción o castigo para aquellos alumnos indisciplinados, o para los alumnos que al terminar sus actividades antes que el resto del grupo se le impone la lectura del siguiente tema o de algún libro de la biblioteca para evitar el desorden mientras el resto de los alumnos finaliza sus tareas. Los alumnos perciben el hábito de la lectura no como una actividad recreativa, si no como un castigo, o un deber, no disfrutan lo que leen y en algunos casos ni siquiera lo comprenden.

Por otro lado, el avance de la tecnología es el principal distractor que ha alejado a las personas del hábito lector. En especial a los niños quienes prefieren pasar más tiempo frente al televisor, divertirse con videojuegos, navegar en internet, y hacer uso de las redes sociales, dejando la lectura a un lado y tomándolo únicamente como un recurso para la realización de las tareas escolares. Ante este problema se requiere la aplicación de estrategias didácticas que estimulen al niño a interesarse por el hábito de la lectura.

Una estrategia es un conjunto de acciones planificadas con anterioridad que se llevan a cabo para determinado fin, en este caso las estrategias aplicadas tienen como objetivo principal fomentar el hábito de la lectura. Se entiende por hábito al comportamiento repetido que se realiza de manera automática por gusto o afinidad. Por otro lado, la lectura es la capacidad humana de comprender información transmitida mediante algún tipo de código, que puede ser visual (letras) o táctil (por ejemplo, sistema braille).

La Secretaría de Educación Pública, conoce y se preocupa por mejorar las competencias comunicativas de los alumnos de educación básica, para ello ha puesto en marcha el Programa Nacional de Lectura para la Educación Básica (PNL). Este programa consiste en asegurarse de que en las escuelas se encuentren lo materiales de lectura que apoyen el desarrollo de hábitos lectores de alumnos y maestros.

Sin embargo, es bien sabido que el niño opta por realizar aquellas actividades en las que se siente libre de comunicarse, sentir y expresarse con libertad, principalmente aquellas actividades que le llevan hacia el entretenimiento, la diversión, el esparcimiento, generando emociones de gozo. Por otro lado, la psicología del aprendizaje por imitación, también conocido como aprendizaje vicario, observacional, modelado o aprendizaje cognitivo social, explica que en el aprendizaje participan al menos dos personas: el modelo, quien realiza una conducta determinada y el sujeto, que realiza la observación de dicha conducta para después imitarla.

Para fomentar el hábito de la lectura se requiere realizar una serie de actividades, empezando por uno mismo como docente, invitando a los alumnos e involucrando a los padres de familia. Primero que nada, deben hacerse a un lado los prejuicios que tienen los

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