LA DOCENCIA: COMPETENCIAS, VALORES Y EMOCIONES.
Enviado por rohuescar • 29 de Agosto de 2016 • Apuntes • 1.464 Palabras (6 Páginas) • 257 Visitas
LA DOCENCIA: COMPETENCIAS, VALORES Y EMOCIONES.
La educación ha ido evolucionando mucho en las últimas décadas. Esta evolución ha llevado a incluir la formación continua de los profesores como un aspecto muy importante a tener en cuenta. Hace unos años, como Esteve indica en el texto la única forma que tenía un profesor de aprender era mediante el ensayo y el error. Hoy en día cuentan con numerosos master, proyectos y programas destinados la formación de los docentes, en muchos casos son muy teóricos y poco prácticos.
Uno de los temas estrellas de estos programas son los profesores eficaces. En mi corta carrera de estudio sobre temas de educación son ya varios los textos que he leído sobre las cualidades que hay que tener para ser un profesor eficaz o un profesor excelente, sobre lo que un profesor debe hacer, pensar y conseguir. Me llama mucho la atención que la mayoría de los artículos habla de características intrapersonales. Nelson Beaudoin en su libro “Una escuela para cada estudiante” destaca aptitudes como ser resiliente o ser una persona reflexiva. Muchas de estas características parece que son innatas, o nacemos con ellas o estamos perdidos si queremos llegar a ser unos buenos profesores. Hablar solo de características intrapersonales “innatas” puede llegar a generar una gran frustración, sería igual que limitar el currículum de un estudiante solo por su puntación obtenida en un test de inteligencia. Me gusta más pensar que el éxito o el fracaso no puede depender de lo que uno es, sino de lo que uno hace y como lo hace. Depender de lo que es supone que no se pueda cambiar.
Una de las características que aunque puede parecer que pertenece a aquel grupo de características “innatas” considero que se puede y se debe trabajar en un profesor es la flexibilidad. Como dice Agustín Barrientos en su artículo “De la flexibilidad como atributo del profesor de E/LE” La flexibilidad va mucho más allá de ser capaces de adaptar los materiales de lo que disponemos o adaptarnos al entorno. Más que adaptar los materiales o la clase considero que consiste en adaptarnos a las necesidades de cada alumno, intentar conocer en la medida de lo posible su historia personal para ver porque actúan de una manera u otra, intentar adaptarnos al ambiente del que provienen, al nivel cultural de sus familias y sobre todo al ritmo de trabajo que cada alumno necesita.
Otra de las ideas que Estévez propone en el texto es entender que la clase es un sistema de interacción y comunicación. Considero que uno de los retos más importantes que tenemos los futuros profesores es modificar la forma de dar clase. Cambiar las aburridas clases magistrales, en las que el profesor es el protagonista y en las que el papel del alumno se limita a escuchar durante 50 minutos al profesor sobre un tema que posiblemente no le interese lo más mínimo. Según “la pirámide del aprendizaje” de Cody Blair si solo nos basamos en las clases magistrales para impartir la materia, al ser una actividad tan pasiva al cabo del día el alumno solo recordará el 5% de la lección que ha escuchado del profesor.
Según esta pirámide la forma más efectiva de aprendizaje es enseñar a otros, es decir que los propios alumnos sean los que tengan en algunas ocasiones el rol de profesor. Ya que el alumno debe dominar lo que explica y enfocarlo de todas las formas posibles para que sus compañeros lo entiendan, teniendo la gran ventaja de tener el mismo lenguaje de iguales.
La educación es un ámbito en constante cambio que siempre es muy cuestionado, siempre que hay un cambio de gobierno hay también un cambio en las leyes que rigen la educación. Actualmente debemos apostar por un cambio profundo en el sistema educativo y en la forma de dar clase, la poca motivación de los alumnos y el fracaso escolar son dos claros indicativos de que algo no se está haciendo bien. Creo que esta crisis en educación tiene su lado positivo ya que hace que nos planteemos que estamos haciendo mal y cómo se puede hacer mejor. Las comunidades de aprendizaje en su intento por favorecer el cambio social y disminuir las desigualdades o el proyecto 2020 son ejemplos de que estamos intentando llevar a cabo ese profundo cambio que tanto necesita la educación.
Hace unos pocos meses leí un titular en el periódico 20 minutos que me llamó mucho la atención decía: Los jesuitas eliminan las asignaturas, exámenes y horarios en sus colegios de Cataluña. Se trata del proyecto 2020 del que hemos hablado antes. Han convertido las aulas en espacio de trabajo donde se aprende las competencias básicas que marca el currículum a través de los proyectos conjuntos. Los alumnos empiezan la jornada con 30 minutos de reflexión para plantearse los objetivos del día.
Este nuevo modelo de educación se asemeja bastante al que ya proponía Freinet en su escuela moderna. No limitar la escuela a la transmisión de conocimientos, entender la escuela como un ámbito en los que se forman personas. El fin de la educación es el pleno desarrollo de la personalidad del alumno. Cambiar la figura tradicional del profesor, que no sea el maestro el que dirija a los alumnos si no que sean ellos mismo los que se dirijan y el profesor sea el acompañante. Como afirma Estévez La clave del éxito en la profesión docente consiste en saber ser maestros de humanidad.
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