LAS VIRTUDES DEL JUZGADOR

LAS VIRTUDES DEL JUZGADOR

JAVIER SALDAÑA SERRANO

LAS VIRTUDES DEL JUZGADOR

Javier Saldaña Serrano es licenciado en Derecho egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y doctor en Derecho por la Facultad de derecho de la Universidad de Navarra, Pamplona, España; forma también parte del Sistema Nacional de Investigadores. El prólogo es presentado por Rodolfo Luis Vigo, Secretario Ejecutivo de la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial. Esta es una obra expositiva sociológica y de índole jurídica perteneciente al área de las ciencias sociales.

Las virtudes del juez marcan la conducta moral en el desempeño del mismo. El autor señala que para que un juez sea competente y realmente tenga una figura de autoridad, este debe basar su comportamiento en principios morales y sus hábitos deben ir de acuerdo a estos, pues afirma que un buen juez no solo no debe romper lo establecido en las leyes, sino que debe estar convencido y adoptar determinados códigos éticos como su estilo de vida único.

Para Saldaña (2007) un buen Derecho debe, obligatoriamente ser impartido por buenos jueces y estos deben estar apegados a la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza. El juez no solo debe ser un buen ciudadano, sino también una buena persona.

El punto inicial en el que el autor centra su atención es que, es un error omitir la reflexión teórica de la ética jurídica al momento de realizar una investigación judicial. Esto es, se ha abierto una brecha de una dimensión enorme entre ética y derecho, lo cual, para el mismo autor, sus causas principales son las siguientes:

• Ciencia ética y ciencia del derecho: Este problema inicia con lo que llama el autor como una “vieja reminiscencia del siglo XIX” en la cual las diferentes disciplinas o ciencias eran impartidas de manera autónoma, es decir, cada ámbito era un mundo totalmente distinto, es por esto la ética y el derecho eran vistos como algo ajeno y como algo que no había necesidad de mezclar. En el libro se hace mención a Hans Kelsen, ya que este personaje es un claro ejemplo de lo anteriormente mencionado, pues su pensamiento afirma que ética y derecho son dos disciplinas totalmente distintas.
• Falta de atención a las cualidades personales del juzgador: Señala que los juristas tienen culpa en esto, pues se ha enfocado al derecho como el cumplir científico del mismo, dejando de lado la formación ética y moral de las personas que se encargarán de impartir lo establecido en las normas de la ley.
• ¿Es suficiente con la legislación sobre responsabilidad?: En la legislación de responsabilidad pública ya se encontraba pautado el comportamiento del juez y la manera en la que debía de ejercer dicha profesión y, en caso de no desempeñar correctamente su función, o inclusive violar lo establecido, se podía acudir a esta normatividad para encontrar una sanción adecuada. Se creía que era suficiente con no romper con lo establecido en dicha legislación y que el cumplirla era meramente un compromiso moral.
• “Ética judicial”. Una idea extraña y novedosa en nuestra cultura. Se han omitido puntos que deberían ser esenciales para el ejercicio de la justicia, tal es el caso del mismo juzgador, pues pareciera no importar el compromiso moral de este, ni sus ideologías tanto sociales como políticas, provocando así que al momento de tomar decisiones se vea inmiscuida la voluntad del juez y no la de la ley, es decir, la norma se vuelve subjetiva ya que cada quien la interpreta de distinta manera, llegando incluso, el juez, a tomar decisiones equívocas voluntariamente.

La impartición de justicia debe tener siempre presente la ética del juzgador. Saldaña señala que la rehabilitación ética en la carrera judicial se debe a dos causas: una interna y otra externa.

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