LIMITACIONES A LA SOBERANÍA IMPUESTAS POR EL ORDEN JURÍDICO INTERNACIONAL

LIMITACIONES A LA SOBERANÍA IMPUESTAS POR EL ORDEN JURÍDICO INTERNACIONAL

Hoy en día, el tema de la soberanía ha logrado colocarse en los tópicos más importantes a tratar por la comunidad Internacional, debido a que gracias al contexto histórico en el que nos encontramos inmersos, el concepto clásico de soberanía es un obstáculo para sortear los retos globales que existen y que afectan a todos.

A lo largo de la historia, la soberanía ha jugado un papel importante en distintas materias como la Teoría Política, el Derecho Constitucional y en la doctrina del Derecho Internacional. Es por eso que el contenido de ese término ha sido oscurecido y deformado, por lo que puede entenderse de varios modos o admitir distintas interpretaciones y ser, por consiguiente, motivo de dudas, incertidumbre y confusión.

El concepto de soberanía surge propiamente como tal al instaurase el Estado moderno, a finales de la Edad Media para justificar el triunfo que adquirió el rey frente a las tres potestades (el Papa, el emperador y los señores feudales), que le habían mermando autoridad sobre sus reinos, lo cual dio como resultado la instauración de grandes monarquías que vendrían a evolucionar el concepto que comenzaba a erigirse.

En la primera etapa del desarrollo del Estado moderno, época de la monarquía absoluta, el Estado llega al grado de identificarse con la persona del soberano. Luego, de la soberanía entendida según Bodino como la “summa potestas”, se establece con el paso del tiempo el absolutismo, encabezado por el monarca, portador de las reivindicaciones del Estado frente a los poderes rivales. Al respecto, debemos analizar el contexto histórico de la época y recordar aquel famoso personaje Luis XIV, mejor conocido como “el rey sol” y su frase célebre “Estado soy yo”, misma que reflejaba su gobierno déspota, que no era otra cosa que el resultado de la situación política y de una tradición de pensamiento, lo cual se admitía de esa forma, ya que para ese entonces, debido a la concepción que se tenía sobre el Estado, el monarca constituía no sólo el soporte de la soberanía, si no además el sujeto de la misma. En otras palabras, el Estado soberano se identificó con su titular y el rey pudo decir que el Estado era él.

Posteriormente y gracias a las aportaciones hechas por doctrinarios que influyeron en la Revolución Francesa, se sustituyó la soberanía del rey por la del pueblo. Al respecto, uno de los más grandes precursores de la nueva concepción de la soberanía que comenzaba a surgir y que hasta la fecha continua vigente con algunas limitaciones: Juan Jacobo Rosseau, quien en su ardua entrega por defender la libertad del hombre y señalar sus derechos ante el Estado, se ganaría la enemistad de la Iglesia y el Estado, por ser un tenaz enemigo de la monarquía autocrática y crítico obstinado de la propiedad privada en la que percibió el origen de la desigualdad entre los hombres, señalándola como un mal de la humanidad. En su obra Del Contrato Social, manifiesta que la condición del hombre se basa en igualdad y libertad natural, los cuales deben estar intrínsecos en su vida social.

La soberanía, como podemos observar, es y ha sido un producto histórico que puede ser contemplada desde dos ángulos o aspectos: el interno y el externo. Los grandes tratadistas como Rousseau, Hegel y Jellinek se ocuparon de estudiar ambos aspectos, concluyendo que el aspecto interno implica que el pueblo se otorga su propio orden jurídico sin que nadie le señale cómo debe de ser éste; entendiendo por esto que los hombres libres deciden su forma de gobierno y nombran a quienes dirigen los órganos de la estructura política de acuerdo con la leyes, que son la expresión de la voluntad popular. En cambio el aspecto externo, implica la libertad de todas las naciones, la igualdad entre todos los pueblos; significa que un pueblo independiente y supremo se presenta en el consorcio universal de naciones, entrando con ello en relación igualitaria y directa con sus pares.

Ahora bien, el problema en relación con el concepto actual de la soberanía, estriba en que habiendo tantas definiciones del vocablo como autores, no hay acuerdo sobre cuál es el objeto buscado por este concepto en el derecho internacional, lo cual crea una limitante para poder realizar ciertas acciones apremiantes por parte de los Estados.

El problema de la concepción de la soberanía que comenzaría a surgir después de la segunda guerra mundial, debido al desconocimiento que existía en relación a los tratados, ocasionó que se cometieran arbitrariedades gracias a la facilidad con la que los gobiernos podían envolver en conflictos a sus pueblos. Este escenario llevó a pensar en la necesidad de que el derecho de gentes detuviera a la soberanía hasta entonces sin límites de las naciones.

Es por ello que se dice que el Derecho de gentes fue la piedra angular en las que se plasmaron las ideas nacientes acerca de la Internacionalización del ser humano, con el fin de lograr la paz entre las distintas naciones que conforman el orbe, situación que dio origen a una serie de movimientos que darían como resultado, primero, la creación de la Sociedad de Naciones y, posteriormente, el nacimiento de la Organización de las Naciones Unidas, acciones que desencadenarían un nuevo fenómeno entre las Naciones: La cooperación internacional.

Por otro lado, con el surgimiento de la globalización, podemos observar que a lo largo de las últimas décadas, poco a poco se ha dado un proceso de integración económica que está involucrando, con mayor o menor velocidad, a todas las Naciones del mundo, incluso países que estaban en contra de dicho fenómeno y que se habían aislado de las influencias del comercio internacional, como Rusia, China y los países de Europa del Este, ahora se han integrado a él, debido a que se percataron que es la única forma con la cual tienen asegurado el crecimiento viable de su economía, pues saben que las decisiones que se tomen de manera conjunta, estén o no de acuerdo, les afectan.

Sin embargo, el problema no sólo es de carácter económico, la humanidad se ha dado cuenta que existen una serie de problemas o retos globales que cada día escapan del alcance de una sola nación para su solución, o lo que es lo mismo, en el presente, las concepciones de política, relaciones internacionales y comercio, han cambiado, lo que nos ha llevado a obtener un nuevo sistema de cooperación internacional, para enfrentar problemas que surgen día a día con motivo de esta evolución, refiriéndome a situaciones que ponen alerta al mundo como la seguridad Internacional y el armamentismo, la pobreza extrema, la explosión demográfica y las migraciones masivas, los derechos humanos, la

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