La Panza Del Tepozteco

Resumen de la lectura LA PANZA DEL TEPOZTECO

La panza del Tepozteco Este libro trata acerca de siete personas los cuales llevan por nombre “Héctor, Homero, Erika, Alaìn, Selene, Indra y Yanira. Cada fin de semana ellos se reunían en alguna casa de ellos para salir a pasear, pero los padres de Alaìn también tenían ese tipo de costumbre. Un día los papás de Alaìn decidieron irse de vacaciones a su casa que estaba ubicada en Tepoztlán, Morelos y como Alaìn nadamas había invitado a Héctor y a Homero les había pedido permiso para llevar a sus amigos a la casa, Erika escucha la plática y se incluyo pero sus padres le dijeron que no la podían dejar sola con puros hombres así es que Alaìn le dijo que podía invitar a una amiga mas y se fue con la sorpresa de que Selene había invitado a tres amigas mas y no nadamas a una como había dicho, llegaron a la casa de Alaìn y sus padres les dieron la bienvenida y se fueron con la sorpresa de que avían ido más amigos de lo dicho, después de eso los acomodaron en los cuartos separados los hombres de las mujeres y les dio de comer la mama de Alaìn después de eso Alaìn les enseño el pueblo y las montañas del tepozteco a sus amigos y Erika tenía muchas ganas de conocer la montaña y le dijo Alaìn que iba a ir por un amigo el cual se llamaba Pancho que conocía muy bien la montaña, lo invitan a irse con ellos para explorar la montaña, se dirigían rumbo a la montaña, caminaron y caminaron, durante largo tiempo hasta ver una cueva y se detuvieron en la entrada de aquél lugar, ya que tenían curiosidad sobre ese lugar, pero Pancho decidió que volvieran a la casa por que se estaba oscureciendo y era peligroso ya que había llovido y la tierra estaba resbalosa todos decidieron regresar a su casa de Alaìn, al día siguiente regresan a la montaña con comida para el camino, a entrar a la cueva para ver que había en ese lugar, entre más caminaban se encontraban con imagines talladas en piedras, eran imágenes de serpientes, iban sorprendidos de ver tales imágenes y no dieron cuenta de que ya estaban muy adentro de aquel lugar, hasta que se encontraron con dos caminos uno para la derecha y el otro guiaba hacia la izquierda, algunos decidieron tomar la derecha y otros por la izquierda, uno de ellos escuchó una voz que le indicaba que no siguiera ese camino, y todos voltearon a ver quien había dicho eso, pero nadie vio nada, luego de unos minutos apareció una persona anciana ebria, todos se quedaron perplejos y se preguntaron entre sí quien era ese señor y de donde había salido, el señor les comentó que con que permiso habían entrado a ese lugar, y los muchachos no contestaron nada ya que ellos no sabían si tenían que pedir permiso o no, el anciano les dijo que los dejaría pasar solo con una condición, la condición era que ellos debían emborracharse con él y solo así podrían pasar. Por supuesto que los muchachos no aceptaron, y el anciano no les dijo nada y los dejo ir, continuaron en ese lugar y de repente sale un perro detrás de las rocas y mea a Homero, siguieron caminando conforme seguían caminando a lo lejos se veía una señora, su nombre era Tona. Ellos podían percibir el olor de la comida que estaba la señora Tona cocinando y como ellos estaban hambrientos se dejaron llevar por el olor tan agradable que percibían, cuando llegaron donde estaba la señora, les ofreció de comer, después de platicar un rato con esta señora, vieron una sombra entonces los muchachos se asustaron y la señora les dijo que se tranquilizaran que era chico una anciana vestida con un bello huipil rojo, ella no creía que los muchachos avían encontrado la entrada, de pronto encontró a Pancho y la sorpresa la hizo demudarse y el por su parte sintió que ya la conocía a pesar de que era la primera vez que la veía en su vida, se retiro la anciana y una de la niñas termino de comer y se durmió a un lado de donde se encontraba la plataforma de piedras donde se echaban las tortillas y tona decidió presentarles a los demás y a la niña que se había dormido se quedo hasta que despertara ella los iba a alcanzar, de repente escucharon un ruido fuertísimo, como si algo muy grande viniera sobre ellos.

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