La inteligencia Emocional

La Inteligencia emocional, Daniel Goleman.

• EL CEREBRO EMOCIONAL

En el hombre, hay un predominio de la emoción sobre la razón en momentos claves que la valió la supervivencia (percibir sonidos, olores, etc). Esto nos demuestra que poseemos dos mentes, una emocional y una racional. Éstas actúan en armonía, aunque la emocional parece más eficaz para la supervivencia.

El cerebro “pensante” surge a partir del emocional y esto determina la relación pensamiento/sentimiento, ya que cuanto más grande es la neocorteza (esta es hereditaria y almacena información) mayor será el cerebro emocional ya que permite tener sentimientos.

Existe lo que llamamos el centinela emocional, la amígdala, porque permite dirigir el resto del cerebro en una emergencia emocional ya que retiene el clima emocional de los datos con experiencias previas, es decir, que en una situación parecida a un pasado, se pone en funcionamiento. Pero mientras la amígdala reacciona de manera ansiosa e impulsiva, los lóbulos prefrontales dan una respuesta más adecuada y correctiva porque supone la partipación de más circuitos, y a la vez más sensata ya que el sentimiento está precedido de más pensamiento. Entonces, amortigua las señales para la activación emitida por la amígdala.

El lobulo prefrontal izquierdo cohibe las emociones perturbadoras. Estas conexiones (prefrontal – límbica) son esenciales para tomar desiciones.

De esta manera, las emociones tienen el poder de alterar el pensamiento y guía nuestras decisiones momentáneas.

En conclusíon, tenemos dos cerebros, mentes e inteligencias: racional y emocional que se complementan (neocorteza y zona límbica).

LA NATURALEzA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

La inteligencia académica y la emocional son muy diferentes, pero existe una ligera correlación, aunque una no implica a la otra). En el mundo cotidiano, la inteligencia intrapersonal es la más valiosa, ya que es la que ayuda a la toma de decisiones.

La inteligencia “social”es pate del CI (aunque antes no se lo admitiera) y hace exitosa a la gente en el aspecto práctico de la vida.

La consciencia de las emociones es la competencia emocional fundamental sobre la que se construyen las demás. Las mujeres experimentan emociones positivas y negativas con más fuerza que los hombres.

Los alexitímicos son incapaces de saber lo que sienten, no de sentir, y esto es la carencia fundamental de la inteligencia emocional (consciencia de uno mismo) que puede devenir en la somatización.

La clave para tomar desiciones personales es estar en sintonia con nuestros sentimientos, pero como dijo Freud, gran parte de la vida emocional es inconsciente y tenemos dos niveles de emoción: conciente e inconsciente.

Es necesario el equilibrio (positivo y negativo) para el bienestar emocional. Entonces serenarnos, modificar nuestro humor combinando consciencia y escepticismo sano (calma la ansiedad) pero también hay personas que retrasan o interfieren la transferencia de información perturbadora.

Resistir el impulso pone de relieve la IE (inteligencia emocional) determinando si la gente puede utilizar sus otras capacidades. Esperanza y optimismo son capacidades que ayudan al rendimiento personal.

Se debe canalizar las emociones hacia un fin productivo y así alcanzar el estado de flujo –éxtasis- y desempañarnos mejor.

Sincronización  emocional (empatía) para que los sentimientos de otras personas puedan ser recibidas e imitadas por el propio cerebro emocional y favorece los principios morales. La ausencia de ésta, es propia de abusadores, psicópatas, etc. Además provoca el fracaso en las relaciones a pesar del elevado CI.

Las emociones son contagiosas. Los que no saben interpretar ni expresar emociones se sienten siempre frustrados al no sentir empatía con nadie.

La IE se forma desde la infancia.

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL APLICADA

Las niñas poseen mayor facilidad para el lenguaje, tanto verbal como no verbal lo que conlleva una mejor expresión de los sentimientos. En cambio, los niños minimizan las emociones vulnerables, culposas, de temor, etc y son menos expresivos porque desconocen la forma de interpretar el lenguaje no verbal y algunas emociones.

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