Las Emociones
fghjsd21 de Junio de 2014
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REPUBLICA BOLVIARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL
U.N.E.F.A.
PROFESOR: ZENAIDA LÓPEZ
AREA: PSICOLOGÍA
LAGM-N02 TERCER SEMESTRE
BACHILLER: CAMMARANO, MILAGROS C.I.N° 11.307.653 FREITES, WILLIAN C.I.N° 24.478.710
MEZA, KRISMARY C.I.N° 24.331.185
PEDROZA, JEFERSON C.I.N° 21.438.166
VASQUEZ, JOSELIN C.I.N° 24.417.401
FECHA: 19/05//2014
INDICE
pág.
Indice………………………………………………………………….. 2
Introducción…………………………………………………………… 3
Las Emociones. Concepto…..………………………………..………. 4
Cambios Fisiológicos de la respuesta emocional……………………… 5
Teorías de las Emociones:……………………………………………... 6
Teorías Filosóficas Clásicas.…………………….…..……………..…... 6
Teorías Psicológicas…………………………………….………………. 9-10
Teorías Cognitivistas…………………………………………………….. 11-14
Teorías Fenomenológicas………………………………………………… 15
Manifestaciones de las Emociones…..………………………..……….. 17
Desarrollo de las Emociones.…………………....……………............. 18
Conclusión……………………………………………………………… 19
Bibliografía……………………………………………………………… 20
INTRODUCCIÓN
En la década de los años 90, los psicólogos Peter Salovey de la Universidad de Harvard y John Mayer de la Universidad de New Hampshire, utilizaron por primera vez el término de Inteligencia Emocional.
Estos psicólogos, recurrieron a este término para describir las cualidades emocionales que parecen ser más importantes a la hora de tener éxito en la vida.
Durante mucho tiempo las emociones han sido consideradas poco importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. De todas formas, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla.
Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones básicas como el miedo, el enfado o la alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas emociones tan básicas, que en los humanos se van haciendo más complejas gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados.
Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse.
En el presente trabajo hablaremos de las emociones, los cambios fisiológicos que se manifiestas en el ser humano como una respuesta emocional, las teorías, manifestaciones y desarrollo de las emociones.
LAS EMOCIONES
Concepto:
Cuando hablamos de emociones, según Shapiro, (1997), nos referimos a todas aquellas sensaciones y sentimientos que posee el ser humano al relacionarse con sus semejantes y con el medio en general.
Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea.
Siendo también la reacción de cada individuo al percibir un objeto, persona, lugar, suceso, o recuerdo importante, lo que permite que cada individuo establezca una posición ante cualquier hecho o situación que se manifieste. Así mismo ellas nos impulsan o alejan de algunos objetos, ideas, personas o acciones, es decir, las emociones tienen la función de que nuestro organismo se adapte al entorno que nos rodea.
Cambios Fisiológicos de la Respuesta Emocional:
Nuestro cuerpo siempre va a tener una reacción al entorno que lo rodea, estas reacciones que acompañan a las emociones, son llamadas somáticas.
Entre las reacciones somáticas más importantes, están las siguientes:
• Las alteraciones en la circulación.
• Los cambios respiratorios.
• Las secreciones glandulares.
El miedo por ejemplo es un sentimiento que puede producir cambios fisiológicos como aumento de la frecuencia cardíaca, dilatación de las pupilas, tensión en los músculos y segregación de adrenalina; a su vez produce una reacción interna que se refleja en expresiones faciales, movimientos bruscos o específicos y cambio en la entonación.
El encargado de regular todos estos aspectos fisiológicos de las emociones es el Sistema Nervioso. El sistema nervioso autónomo acelera y desacelera los órganos a través del simpático y para-simpático; la corteza cerebral puede ejercer una gran influencia inhibitoria de las reacciones fisiológicas; de este modo algunas personas con entrenamiento logran dominar estas reacciones y llegan a mostrar un auto control casi perfecto.
Teorías de Las Emociones:
1. Teorías filosóficas clásicas
1.1. Teoría aristotélica
Aristóteles trata de explicar desde dos puntos de vista, el práctico y el teórico, su tesis de la emoción, lo cual la hace compleja. La primera la observamos sobre todo en su tratado la Retórica, allí según Aristóteles, la presencia de un objeto y de un motivo sirve para distinguir la emoción de las sensaciones físicas, como el dolor de estómago o el hambre, a la vez que implica la conexión entre conocimiento y emoción. Esto se ve con claridad cuando define la emoción de la ira como «el deseo impulsivo y doloroso de venganza de un aparente insulto que se refiere a nosotros mismos o a algo nuestro, cuando este insulto es inmerecido».
Aristóteles afirma que cierta retroalimentación: el juicio causa la emoción y, una vez poseída por la pasión, la persona realiza otros juicios, por ejemplo, de venganza.
La función medial del deseo ofrece una explicación a la conexión entre juicio y emoción: la valoración de la realidad en la emoción no es teórica, sino práctica, es decir, es buena o mala. El problema se complica, sin embargo, porque en Aristóteles no existe un único deseo, sino tres: el deseo de placer o epithymia, el de lucha othymos, y el racional o boulesis, dando lugar así —además del placer— a dos sentimientos fundamentales: la ira y la vergüenza. Cada uno de los cuales supone una perspectiva temporal diferente: el placer se refiere al presente inmediato; la ira, al futuro, y la vergüenza, a la atemporalidad de la razón.
Si en la Retórica la dimensión ética de la emoción estaba sólo apuntada, en el Sobre el Alma la ética parece ser el ámbito propio de las pasiones, sobre todo a partir del dominio que, a través de la boulesis, la razón mantiene sobre los deseos irracionales. De ahí la valoración aristotélica de los deseos humanos: la incontinencia en el deseo de placer es un mal, porque supone tomar como absoluto y eterno lo que es relativo y temporal; la ira, en cambio, es buena cuando procede de un deseo controlado por la razón. En definitiva, la valoración de algo como bueno o malo no debe depender de la sensibilidad, sino de la razón, que es capaz de juzgar la misma pasión.
Aristóteles observa que la pasión hay una valoración positiva o negativa del objeto que se da tanto en el hombre como en los animales, por lo tanto no es únicamente intelectual
1.2. Teoría Tomista
Esta Teoría se encuentra dentro de la tradición aristotélica, más sin embargo introduce novedades como la inserción de un nuevo sentido:
• Estimativo en los animales
• Cogitativa en el hombre
Tomas, descubre como característica del juicio pasional el ser una valoración de lo particular en tanto que conveniente o inconveniente. Por tratarse de un juicio, no puede entenderse a partir sólo de la sensibilidad o explicarse a partir de la sola razón. De ahí que establezca la existencia de un sentido, la cogitativa, capaz de servir de puente entre la sensibilidad y la razón.
El juicio de la cogitativa es un juicio práctico, cuyo objetivo es la acción mediante la activación del deseo o instancia oréctica [De Veritate, q. X, a. 5]. Aquí se observa otra diferencia respecto a la tesis aristotélica: la función medial atribuida por el Estagirita al deseo pasa a depender de la cogitativa; no es el deseo el que permite unir la sensibilidad con la razón, sino una nueva instancia aprensiva. El deseo, que en Tomás se llama apetito, sigue teniendo, de todas formas, un papel decisivo, pues pone en marcha el proceso de la acción [S. Th., I, q. 80, a. 1, c]. En efecto, el apetito, movido por el objeto que se juzga como conveniente, tiende a unirse con él. Ahora bien, mientras que el apetito natural es sólo uno (depende del mismo ser que se posee), el apetito que se origina
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