Lenguaje Y Comunicacion
Enviado por virmigre • 23 de Octubre de 2013 • 1.441 Palabras (6 Páginas) • 1.996 Visitas
LA LITERATURA REPRESENTANTE DEL SABER Y DEL PENSAR SOCIAL
“La literatura siempre constituye una forma de expresión de la identidad del autor; de un pueblo, de una nación y de un continente”
En Venezuela, las formas narrativas (la novela y elcuento)alcanzaron niveles de complejidad ysofisticación remarcables, casi a la par de lospioneros hispanoamericanos: Argentina, Colombia,y México; debido en parte a la acelerada evolución
social que protagonizó el continente americano desde la colonización (pasando por los procesos
independentistas) hasta finales del siglo XIX y principios del XX, y al impulso creativo deescritores originales e ilustrados.
La identidad venezolana es una maraña sincretista (social y lingüísticamente) de culturas tan distintas; una amalgama de circunstancias sociales, políticas y religiosas e idiosincrasias de tres continentes (Europa, África y América), de tal manera que sólo durante las últimas décadas, este crisol cultural ha comenzado a dar un fruto único, a forjar una verdadera identidad nacional, y los hombres y mujeres creadores (pintores, arquitectos, escritores, músicos, legisladores, etc.) son los que han promovido, principalmente, un hacerse-consciente-de todo aquello que es propiamente venezolano.
«Hubo un tiempo en que a la literatura se le concedía un gran prestigio en el estudio de la
lengua, cuando se consideraba como una parte de los objetivos de aprendizaje de la lengua.Quizá, incluso, su aportación esencial fue la de facilitar el acceso a las obras literarias [...] Pero esta época se acabó y ahora la literatura apenas figura en posprogramas de lengua Nuestro compromiso: Valorar la literatura como el arte de emplear la palabra (hablada o escrita) en variadas formas de expresión de estados emocionales e intelectuales. Al igual que las otras artes (la pintura, la música, la arquitectura, la escultura, etc.), es el heraldo de posturas morales, filosóficas o espirituales.
EL ROLL DEL ESCRITOR Y LECTOR EN LA INTERACCION COMUNICATIVA
El rol de lector y escritor en la competencia comunicativa.
Existen variadas razones por la que escribimos; una que se considera bien importante es que en el acto de escribir descubrimos lo que pensamos; así como la
expresión sin pensamiento está vacía, el pensamiento sin expresión está incompleto. Escribimos para ganar poder, pues a través de nuestra escritura definimos la realidad, escribimos para integrar, otras veces para guardar distancia, a veces escribimos para iluminar, y otras veces para oscurecer. Escribimos con cierta voz, para definir nuestra identidad, escribimos para divertirnos mediante el juego con el lenguaje, para atacar, para lastimar, o para trasmitir nuestro dolor.
A menudo escuchamos opiniones acerca de la lectura, los diversos tipos de lectores,
de las técnicas de lectura rápida, de estimulación temprana, de vicios lectores que impiden la comprensión de los textos, y hasta de posturas para propiciar la
concentración y el análisis. También se suele pensar que entre más lecturas logre un
sujeto acumular, más culto, más sabio y más digno de admiración será, y pareciera
que la intención es demostrar que gracias a su alto nivel de cultura, lograron descifrar el mensaje del autor, lo que él quería decir. Pero es allí donde nos preguntamos: ¿quiere éste, en realidad que descifremos lo que quiso decir? Y a partir de ello ¿nos interesa a nosotros ese mensaje que, supuestamente, él nos transmite? ¿No detestamos acaso, cuando nos encontramos en la mitad de la lectura de un libro, que alguien nos cuente el final? ¿No nos condiciona esto nuestra experiencia lectora? Todo lo expuesto nos permite darnos cuenta que un lector, no es aquel que busca que los libros le den un saber superior, sino que ese texto sea capaz de ayudarle a crear un mundo propio lleno de imaginación; es decir el lector se motiva con la lectura y participa dándole significado a lo que lee.
"Leer no es recibir, consumir, adquirir. Leer es trabajar" (Zuleta: 192), y ese trabajar entendido, no como hacer un esfuerzo sobrenatural por encontrar la voz del autor y saber lo que se proponía con la obra, sino hacer equipo con él, ser su "cómplice" y participar activamente en ese proceso de comunicación, en el cual el lector se acerca a un texto como un aventurero, ansioso por descubrir cosas nuevas, incluso diferentes a las que otros lectores del mismo texto pudieron percibir, porque las obras literarias
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