Los docentes frente al desafío de la educación a distancia

Los docentes frente al desafío de la educación a distancia

Introducción

Han transcurrido hasta el día de hoy más de diez meses desde que la Secretaría de

Educación Pública anunció la suspensión de clases en nuestro país debido a la contingencia

sanitaria, junto con las predicciones de retomarlas en un mes, este último siendo un hecho que

evidentemente, por cuestiones de la alza en los contagios del COVID-19, no pudo efectuarse.

Ante la suspensión de clases presenciales por un tiempo indefinido, las autoridades

educativas se dieron a la tarea de idear estrategias para evitar la pérdida del ciclo escolar, siendo

algunas de estas la transmisión de clases por televisión abierta, radio e internet, cada grado en

distintos horarios y con explicaciones y consignas impartidas por profesores comisionados, así

como la repartición de cuadernillos impresos para abordar contenidos fundamentales de cada

materia. Además de esas medidas, cada escuela e incluso cada profesor, a partir de las

condiciones y oportunidades de sus alumnos idearon un plan de trabajo y organizaron las

estrategias que habrían de llevar a cabo para poder seguir impartiendo sus clases con la mayor

cercanía posible, algunos de ellos a través de videoconferencias y aulas virtuales.

No es algo desconocido que en nuestro país existen muchos profesores, principalmente

aquellos con más años de servicio, arraigados a sus creencias y a su negación respecto al uso de

las nuevas tecnologías, situación que nada contribuye a la forma de enseñar que estamos

viviendo, aunado a esto, queda develada la desigualdad social que enfrentamos, pues son muy

pocos los alumnos que cuentan con los medios electrónicos y de conexión que les provean de

una educación de calidad con una relación cercana de profesor-alumno y con la oportunidad de

aprovechar al máximo los materiales y actividades que les ofrecen los profesores y las

autoridades educativas.

El presente ensayo retoma el tema de la educación a distancia como un desafío para la

profesión docente y pretende mostrar algunas de sus causas y efectos a corto y largo plazo.

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A pesar de que en la educación a distancia siguen participando los mismos agentes, el

plan educativo no ha sido modificado y tanto las actividades como los métodos de evaluación

son los mismos, esto ha representado un gran reto para la escuela, docentes, alumnos y padres de

familia. Pasar de lo presencial a la modalidad a distancia fue un cambio radical que a todos tomó

por sorpresa, el sistema educativo no estaba preparado para una situación así, los profesores

prescindían de la capacitación necesaria en torno a las tecnologías de la información y la

comunicación y los alumnos estaban muy acostumbrados a la modalidad presencial, a la

convivencia y relación con sus compañeros y maestro, así como al acompañamiento y la guía

constante de este último.

Idear estrategias para continuar la educación de calidad a pesar de las dificultades ya

mencionadas resulta, sin duda, un gran desafío para todos los involucrados, principalmente para

los docentes. Para comenzar, pueden mencionarse un gran listado de problemáticas que surgen a

raíz de esta situación, comenzando por la desigualdad social que existe en nuestro país, pues

según los resultados de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la

Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019, realizada por el Instituto Nacional de Estadística

y Geografía (INEGI), solo el 58.9 por ciento de la población adulta cuenta con un equipo celular,

mientras que el 92.5 por ciento de los hogares tienen al menos un televisor y 44.3 por ciento

disponen de una computadora. El problema se acrecienta cuando se habla de acceso a internet,

pues en las zonas rurales solo el 47.7 por ciento tienen acceso a este: aunque la educación a

distancia puede hacerse por medios muy diversos, tanto docentes como diversas autoridades

educativas dan cuenta de que no toda la comunidad escolar posee los medios para hacerlo, pues

dentro de sus propias estadísticas pueden notar cómo es que cuentan con alumnos presentes,

semi ausentes o ausentes, esto a causa de diversos motivos, tales como la falta de tecnología por

el difícil acceso a la zona donde viven, la falta de recursos para adquirir datos móviles o rentas

de computadora, la necesidad de que ambos padres trabajen y no puedan estar con sus hijos para

realizar las actividades e incluso la falta de interés de algunos para apoyar a sus hijos.

Así pues, se considera que quienes tengan un mayor acceso a las TIC estarán en una

ventaja sobre quienes tienen menor acceso a esas tecnologías.

Partiendo de este escenario, existen muchas comunidades en donde los alumnos no

cuentan con los aparatos electrónicos y la conectividad requerida para estar en contacto con sus

maestros a través de videollamadas o videoconferencias, por ello, su vida escolar se reduce a

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trabajar con cuadernillos mensuales o actividades compartidas por su profesor por vía WhatsApp

o alguna otra plataforma digital, lo que implica un desconocimiento del docente hacia sus

alumnos: sus capacidades, contexto familia, limitaciones, avances, entre otros. La evaluación se

basa en la revisión de actividades que no se sabe con certeza hasta qué grado el alumno las

realizó de manera individual y autónoma, sin recurrir a internet o a su padres, que sucumbidos

por el estrés al no poder comunicarles a sus hijos de la mejor manera el cómo realizar el trabajo o

muchas veces por falta de tiempo, tienden a hacer por ellos las actividades; acción que no se está

en posición para juzgar, pues ellos no han recibido instrucción como educadores o docentes ni

tienen la autoridad para presentarse a sus hijos como tal.

A esto se le suma el desconocimiento del uso y funcionamiento de las plataformas

digitales por parte de los alumnos y padres de familia, la falta de motivación, el estrés y

frustración de los alumnos al no comprender instrucciones o contenidos y no tener a quién

manifestarlo por falta de medios de comunicación, no contar con espacios adecuados para

realizar las actividades escolares; pues son áreas incómodas o llenas de distractores y la falta de

buenos hábitos de estudio. No debemos olvidar que esta problemática no lo es solo en el ámbito

educativo, se trata de una crisis mundial, muchos de los alumnos

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