Lupus eritematoso sistémico
Enviado por J0HA • 4 de Marzo de 2014 • Tesis • 2.799 Palabras (12 Páginas) • 382 Visitas
1- Lupus eritematoso sistémico
Es un trastorno autoinmunitario crónico que puede afectar la piel, las articulaciones, los riñones, el cerebro y otros órganos.
sIGNOS Y SÍNTOMAS
*Fatiga extrema
*Dolor en las articulaciones
*Inflamación de las articulaciones
*Fiebre inexplicable
*Eritema facial
*Dolor del pecho
*Pérdida del cabello
*Sensibilidad a los rayos solares
Anemia *Palidez o color azulado de la punta de los dedos por frío o stress
*Dolor de cabeza
*Mareos
Depresión Convulsiones *Ulceras orales
*Agrandamiento del bazo
Tto Tratamiento
No existe cura para el lupus eritematoso sistémico y el objetivo del tratamiento es el control de los síntomas.
La enfermedad se puede tratar con:
Antinflamatorios no esteroides (AINES) para tratar la artritis y la pleuresía.
Cremas que contienen corticosteroides para tratar las erupciones de piel.
Un medicamento antipalúdico (hidroxicloroquina) y dosis bajas de corticosteroides para los síntomas cutáneos y artríticos.
Usted debe usar ropa protectora, gafas de sol y protector solar cuando está expuesto al sol.
Los síntomas graves o potencialmente mortales (tales como anemia hemolítica, compromiso cardíaco o pulmonar extenso, nefropatía o compromiso del sistema nervioso central) a menudo requieren tratamiento por parte de médicos especialistas.
El tratamiento para el lupus más grave puede abarcar:
Corticosteroides o medicamentos en altas dosis para disminuir la respuesta del sistema inmunitario.
Fármacos citotóxicos (que bloquean el crecimiento celular) si usted no mejora con corticosteroides o si los síntomas empeoran cuando los deja de tomar. Estos medicamentos tienen efectos secundarios serios. El médico lo debe vigilar muy de cerca.
Si usted padece lupus, también es importante tener:
Cuidado cardíaco preventivo.
Vacunas actualizadas.
Exámenes para detectar adelgazamiento de los huesos (osteoporosis).
La psicoterapia y los grupos de apoyo pueden ayudar a aliviar la depresión y los cambios en el estado anímico que pueden ocurrir en pacientes con esta enfermedad.
2. ¿Cuales son las arritmias más frecuentes?
Las arritmias se pueden clasificar por su frecuencia (taquicardias o bradicardias) o por su origen en el corazón (auriculares o atriales y ventriculares). A continuación explicamos algunos de los tipos más frecuentes.
Extrasístole
Pueden ser auriculares (se originan en las aurículas) o ventriculares (originadas en los ventrículos).Las extrasístoles auriculares se pueden ver en el 60% de los adultos sanos. Por lo general son benignas y no producen sintomatología, suele ser un hallazgo casual en el electrocardiograma. No requieren tratamiento.
Las extrasístoles ventriculares se encuentran entre las arritmias más frecuentes, apareciendo también en el electrocardiograma en el 60% de los adultos sanos. Pueden ocurrir de forma aislada; como bigeminismo (cada latido normal va seguido de una extrasístole); trigeminismo (cada dos latidos normales le sigue una extrasístole), cuadrigeminismo, etc. También se pueden producir dos extrasístoles seguidas llamándose pareja, y si se dan tres o más se habla de taquicardia ventricular. Pueden dar palpitaciones o síncopes (si se dan varias seguidas). En ocasiones precisan de tratamiento, el cual deberá ser prescrito y controlado únicamente por el médico.
Taquicardia sinusal
El corazón late más rápido al producirse una conducción más rápida desde el nodo sinusal. Ejemplos de este tipo es la fiebre o el ejercicio.
Fibrilación auricular
Es muy frecuente. Se puede dar de forma ocasional en personas sanas durante el estrés, la intoxicación alcohólica o la cirugía, durante episodios de hipoxia o hipercapnia, en estos casos la arritmia es temporal, siendo autolimitada y se denomina Fibrilación auricular paroxística. Puede ser la forma de presentación del hipertiroidismo. La fibrilación auricular suele ser persistente en pacientes con cardiopatía reumática, cardiopatía hipertensiva, enfermedad pulmonar crónica, etc.
La fibrilación auricular suele tener una frecuencia entre 350 y 600 lpm. El paciente suele notar palpitaciones muy rápidas que producen gran ansiedad y puede dar dolor coronario tipo anginoso. En ocasiones se producen émbolos en las cavidades cardiacas secundario a las turbulencias produciendo trombosis cerebrales.
El tratamiento consiste en buscar la posible causa y bajar la frecuencia cardiaca hasta cifras normales. Una vez controlada la frecuencia se puede administrar fármacos que devuelvan el ritmo cardiaco a su estado normal (cardioversión) empleándose posteriormente fármacos que eviten la reaparición de la fibrilación auricular.
En caso de persistir un ritmo irregular se deberá mantener un tratamiento crónico para control de la frecuencia cardiaca y se recomienda la anticoagulación oral, para evitar las trombosis. En este último caso el fármaco más empleado es la digoxina, que debe de tomarse bajo control médico por la importancia de sus efectos secundarios.
Fluter auricular
Similar al anterior presenta una frecuencia cardiaca entre 250 y 350 lpm.
Taquicardia de reentrada AV
La aurícula genera un latido prematuro que se produce antes del latido normal.
Síndrome de Preexcitación (Wolff_Parkinson-White)
Se produce una conducción aberrante del impulso eléctrico (existe otra vía diferente a la normal desde la aurícula al ventrículo) entre las aurículas y los ventrículos.
Taquicardia ventricular
El estímulo eléctrico procede del ventrículo, con una frecuencia superior a 120 lpm. La taquicardia ventricular que persiste durante más de 30 segundos provocará un colapso circulatorio, se pone en peligro la vida del enfermo ya que a los ventrículos no les da tiempo a llenarse de sangre.
Fibrilación ventricular
En este tipo de arritmia, el ventrículo late de forma ineficaz, pudiendo producir la muerte del paciente. Se trata de una emergencia vital. Se produce, por ejemplo, tras un infarto o una electrocución.
Bloqueo auroventricular
El estímulo eléctrico, al pasar por el nodo auriculo-ventricular se enlentece o se detiene del todo antes de llegar a los ventrículos. En este último
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