MI CUERPO PREESCOLAR

CONTROL, DE LECTURA “LA NECESIDAD DE RELACIONES AFECTIVAS ESTABLES”

Los autores pioneros Erikson, Anna Freud y Dorothy burlingham comentan que para superar las etapas de las distintas etapas de la infancia los niños necesitan cuidados afectivos sólidos que le permitan construir la capacidad para desarrollar la confianza, la empatía y una actitud compasiva hacia los demás, en estudios posteriores se ha demostrado que la falta de este afecto compromete significativamente el desarrollo cognitivo del niño ya que este es determinante para que el niño tenga una evolución adecuada del sistema nervioso central, ya que las experiencias de interacción propician que las células del cerebro se concentren para un fin determinado; él bebe realizando aprende a construir claves emocionales al distinguir sonidos y al desarrollar el lenguaje oyendo la voz, así como formarse un sentido del yo. Los aspectos reguladores de las relaciones ayudan a que los niños se mantengan en calma para permanecer atentos a nuevos aprendizajes.

Investigaciones realizadas por Brazelton muestra que el recién nacido muestra cuatro reflejos del cerebro medio para mantenerse alerta: Babkin mano-boca, tónico-cervical, rooting y succión, si no lo consigue pierde el control, usa la voz o el tacto para reforzar su esfuerzo por regular su estado de alerta. Greenspan también ha demostrado que las relaciones e interacciones emocionales también enseñan a pensar y comunicarse. Cuando el niño disfruta de relaciones afectivas seguras y empáticas, los niños aprenden a cultivar la intimidad y a ser considerados y finamente aprenden a hablar de sus sentimientos, actuar según sus propios deseos y a desarrollar relaciones con sus amigos y padres. Las relaciones permiten aprender a pensar, lo que anuncia el comienzo de uso del símbolo que da lugar al pensamiento este le ayuda a conectar una imagen o dibujo con un deseo y posteriormente esta imagen parta pensar, por lo que se cree que las interacciones emocionales constituyen los cimientos no solo de la cognición, si no de la mayoría de las habilidades intelectuales posteriores, incluida la creatividad y el pensamiento abstracto.

Howard Graden y Antonio Damasio no ven de esta forma la afectividad ya que la ven en una forma aislada, o siendo formadoras de juicio pero de ningún modo determinantes el desarrollo de la inteligencia

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