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Metafisica de las costumbres


Enviado por   •  16 de Diciembre de 2015  •  Apuntes  •  1.516 Palabras (7 Páginas)  •  123 Visitas

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Esta edición de la Fundamentación de la metafísica de las costumbres surge de una necesidad académica. En esta era neoliberal en la que las grandes compañías incrementan su dominio sobre la propiedad común de los pueblos, se quiere ejercer dominio sobre la información como “propiedad intelectual”, especialmente sobre información digitalmente disponible. Continuamente se recurre a medidas tales como exigir a estudiantes el uso de programas propietarios o privativos como complementos de libros de textos, sin proveer un equivalente libre que se pueda ejecutar en sistemas operativos libres (GNU/Linux, FreeBSD, OpenSolaris, entre otros). También los precios de los libros de texto han aumentado considerablemente, lo que hace cada vez más difícil para los profesores proveer información a los estudiantes. A la misma vez las editoriales proveen información digital bajo manejo de restricción digital (Digital Restriction Management – DRM), una tecnología que está obsoleta para propósitos de restringir archivos digitales, y que a nivel legal genera males sociales graves. Muchas compañías editoriales han intimidado y amenazado a universidades y a instituciones educativas si permiten la fotocopia de material bajo derechos de autor en clara violación a los derechos de “uso justo” (fair use) que tiene todo lector y todo usuario. En vista de esta situación, y para poder cumplir con los requisitos del curso de Ética en la Universidad de Puerto Rico, decidí tomar la iniciativa de utlizar una de las traducciones al español más conocidas a nivel mundial, editarla y hacerla disponible para uso de todos los profesores y estudiantes que la necesiten. Como el contenido se considera de dominio público, no hay problemas de solicitud de permisos para su publicación. Este libro está ii Nota del Editor disponible en forma digital y versión física bajo una licencia (Creative Commons License Attribution-Share Alike 3.0 – United States) que permite a cualquier persona bajarlo de la Internet, copiarlo, imprimirlo, fotocopiarlo, copiarlo y redistribuirlo, siempre y cuando se atribuya al autor (Manuel Kant), al traductor (Manuel García Morente), se reconozca el editor que licencia esta obra (Pedro M. Rosario Barbosa), y que cualquier obra derivada de esta versión (mejoras a la traducción, una mejor presentación, un mejor formato, entre otros), se tenga que redistribuir y publicar bajo la misma licencia o una equivalente. La licencia permite que este archivo se publique de manera física, en audio, en versión digital o en cualquier formato que facilite el acceso de esta información al público, y se prohibe cualquier uso de tecnología digital que restrinja el acceso a la información (DRM). La versión legal de esta licencia se encuentra al final de este libro. En cuanto al contenido, añadí la numeración de las páginas que se encuentran en la Edición de la Academia de Berlín (AK) - volumen: número de la página. Esto será útil para propósitos de estudiar y citar este documento. Espero que esta edición sea útil para profesores, estudiantes, y todos aquéllos interesados en acceder a esta información. Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres 1 Prólogo La antigua filosofía griega dividíase en tres ciencias: la física, la ética y la lógica. Esta división es perfectamente adecuada a la naturaleza de la cosa y nada hay que corregir en ella; pero convendrá quizá añadir el principio en que se funda, para cerciorarse así de que efectivamente es completa y poder determinar exactamente las necesarias subdivisiones. Todo conocimiento racional, o es material y considera algún objeto, o es formal y se ocupa tan sólo de la forma del entendimiento y de la razón misma, y de las reglas universales del pensar en general, sin distinción de objetos. La filosofía formal se llama lógica; la filosofía material, empero, que tiene referencia a determinados objetos y a las leyes a que éstos están sometidos, se divide a su vez en dos. Porque las leyes son, o leyes de la naturaleza, o leyes de la libertad. La ciencia de las primeras llámase física; la de las segundas, ética; aquélla también suele llamarse teoría de la naturaleza, y ésta, teoría de las costumbres. La lógica no puede tener una parte empírica, es decir, una parte en que las leyes universales y necesarias del pensar descansen en fundamentos que hayan sido derivados de la experiencia, pues de lo contrario, no sería lógica, es decir, un canon para el entendimiento o para la razón, que vale para todo pensar y debe ser demostrado. En cambio,tanto la filosofía natural, como la filosofía moral, pueden tener 4:387 2 Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres 4:388 cada una su parte empírica, porque aquélla debe determinar las leyes de la naturaleza como un objeto de la experiencia, y ésta, las de la voluntad del hombre, en cuanto el hombre es afectado por la naturaleza; las primeras considerándolas como leyes por las cuales todo sucede, y las segundas, como leyes según las cuales todo debe suceder, aunque, sin embargo, se examinen las condiciones por las cuales muchas veces ello no sucede. Puede llamarse empírica toda filosofía que arraiga en fundamentos de la experiencia; pero la que presenta sus teorías derivándolas exclusivamente de principios a priori, se llama filosofía pura. Esta última, cuando es meramente formal, se llama lógica; pero si se limita a determinados objetos del entendimiento, se llama entonces metafísica. De esta manera se origina la idea de una doble metafísica, una metafísica de la naturaleza y una metafísica de las costumbres. La física, pues, tendrá su parte empírica, pero también una parte racional; la ética igualmente, aun cuando aquí la parte empírica podría llamarse especialmente antropología práctica, y la parte racional, propiamente moral. Todas las industrias, oficios y artes han ganado mucho con la división del trabajo; por lo cual no lo hace todo una sola persona, sino que cada sujeto se limita a cierto trabajo, que se distingue notablemente de otros por su modo de verificarse para poderlo realizar con la mayor perfección y mucha más facilidad. Donde las labores no están así diferenciadas y divididas, donde cada hombre es un artífice universal, allí yacen los oficios aún en la mayor barbarie. No sería ciertamente un objeto indigno de consideración el preguntarse si la filosofía pura, en todas sus partes, no exige para cada una un investigador especial, y si no sería mejor, para el conjunto del oficio científico, el dirigirse a todos esos que, de conformidad con el gusto del público, se han ido acostumbrando a venderle una mezcla de lo empírico con lo racional, en proporciones de toda laya, desconocidas aun para ellos mismos; a esos que se llaman pensadores independientes, como asimismo a esos otros que se limitan a aderezar simplemente la parte racional y se llaman soñadores; dirigirse a ellos, digo, y advertirles que no deben despachar a la vez dos asuntos harto diferentes en la manera de ser tratados, cada uno de los cuales exige quizá un talento peculiar y cuya Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres 3 reunión en una misma persona sólo puede producir obras mediocres y sin valor. Pero he de limitarme a preguntar aquí si la naturaleza misma de la ciencia no requiere que se separe siempre cuidadosamente la parte empírica de la parte racional y, antes de la física propiamente dicha (la empírica), se exponga una metafísica de la naturaleza, como asimismo antes de la antropología práctica se exponga una metafísica de las costumbres; ambas metafísicas deberán estar cuidadosamente purificadas de todo lo empírico, y esa previa investigación nos daría a conocer lo que la razón pura en ambos casos puede por sí sola construir y de qué fuentes toma esa en enseñanza a priori. Este asunto, por lo demás, puede ser tratado por todos los moralistas -cuyo número es legión- o sólo por algunos que sientan vocación para ello. Como mi propósito aquí se endereza tan sólo a la filosofía moral, circunscribiré la precitada pregunta a los términos siguientes: ¿No se cree que es de la más urgente necesidad el elaborar por fin una filosofía moral pura, que esté enteramente limpia de todo cuanto pueda ser empírico y perteneciente a la antropología? Que tiene que haber una filosofía moral semejante se advierte con evidencia por la idea común del deber y de las leyes morales. Todo el mundo ha de confesar que una ley, para valer moralmente, esto es, como fundamento de una obligación, tiene que llevar consigo una necesidad absoluta; que el mandato siguiente: no debes mentir, no tiene su validez limitada a los hombres, como si otros seres racionales pudieran desentenderse de él, y asimismo las demás leyes propiamente morales; que, por lo tanto, el fundamento de la obligación no debe buscarse en la naturaleza del hombre o en las circunstancias del universo en que el hombre está puesto, sino a priori exclusivamente en conceptos de la razón pura, y que cualquier otro precepto que se funde en principios de la mera experiencia, incluso un precepto que, siendo universal en cierto respecto, se asiente en fundamentos empíricos, aunque no fuese más que en una mínima parte, acaso tan sólo por un motivo de determinación, podrá llamarse una regla práctica, pero nunca una ley moral. Así, pues, las leyes morales, con sus principios, diferé

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