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Modelos Sociológicos Y Modelos Integrados


Enviado por   •  25 de Diciembre de 2013  •  2.931 Palabras (12 Páginas)  •  456 Visitas

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TEMA 5: MODELOS SOCIOLÓGICOS Y MODELOS INTEGRADOS

C) MODELOS SOCIOLÓGICOS

b´) Teorías del control. Bajo esta equívoca denominación se agrupan una serie de modelos teóricos que explican el problema de la desviación criminal en otros términos. Si los individuos cuentan con el potencial necesario para violar las leyes y la sociedad ofrece oportunidades para hacerlo, ¿Por qué muchos de ellos las obedecen? Los teóricos del control, acudiendo a un análisis sociológico estiman que no es el miedo al castigo lo que explica el comportamiento del infractor, sino otros muchos vínculos de aquél con el orden social. El individuo evita el delito porque es el primer interesado en mantener un comportamiento conforme a las pautas y expectativas de la sociedad: la comisión del delito le depararía más inconvenientes que ventajas.

A diferencia de las teorías socioculturales, las del control social no limitan su examen al análisis de la conducta desviada de las bajas clases sociales, pues sus categorías fundamentales (fracaso de los grupos primarios, concepto negativo de uno mismo) permiten un diagnóstico del comportamiento criminal válido para todos los estratos sociales. Entre las teorías del control, cabe destacar las formulaciones de HIRSCHI, BRIAR y PILIAVIN, RECKLESS, REISS y GLASER

La familia desempeña un papel decisivo por su labor socializadora. Sin embargo, no sería correcto sobredimensionar la influencia de la familia ignorando la de ciertas variables referidas a la escuela o a los pares o incluso a factores de naturaleza biológica y genética.

• La teoría del arraigo social, de HIRSCHI: todo individuo es un infractor potencial y sólo el miedo al daño irreparable que pudiera ocasionarle el delito en sus relaciones interpersonales (padres, amigos) e institucionales (escuela, trabajo) le frena. La causa de la criminalidad es el debilitamiento en el joven de esos lazos o vínculos que le unen con la sociedad.

Dicho arraigo o vinculación del individuo a la sociedad, depende, según HIRSCHI de cuatro factores: el apego y consideración hacia las personas (especialmente a los grupos primarios); el grado de identificación y compromiso con los valores convencionales; la mayor o menor participación en actividades sociales; las propias creencias del individuo.

La teoría del arraigo social de HIRSCHI, pensada para explicar la delincuencia juvenil, contó con un respaldo empírico basado en informes de autodenuncia y en datos oficiales de la criminalidad de jóvenes infractores. Esta teoría asume que la conducta desviada no es un comportamiento aprendido, ni determinado por ciertas pulsiones internas o externas; ni la respuesta a situaciones de frustración, sino una tendencia natural del ser humano. Asume no solo la normalidad del delito y del infractor frente a las teorías postivistas de la diversidad, sino la propia filosofía de los modelos consensuales, al admitir que el delincuente infringe normas en las que el mismo cree.

En la teoría de HIRSCHI juega un papel fundamental la idea del apego (attachment). Parte de la existencia de un consenso normativo, cuyos valores internaliza el individuo a través de los procesos de socialización. El apego del individuo a las instituciones constituye el fundamento último de dicha internalización o asunción de las normas sociales.

Una aportación fundamental de HIRSCHI reside en sugerir que el apego del individuo hacia sus padres, amigos, pares, etc, es independiente de que éstos sean respetuosos con las normas sociales. No es el contacto del joven con delincuentes lo que determina su conducta irregular, sino la previa comisión del delito la que explica que el infractor se rodee después de pares delincuentes. La teoría del control de HIRSCHI sigue despertando interés hoy en día, aunque diversas investigaciones empíricas no han conseguido más que una verificación parcial de la misma. La doctrina opone un reparo metodológico relevante: la necesidad de que sea testada con técnicas longitudinales, y no solo con las usuales técnicas transversales.

• Teoría de la conformidad diferencial. Para BRIAR y PILIAVIN, existe un grado variable de compromiso y aceptación de los valores convencionales que se extiende desde el mero miedo al castigo hasta la representación de las consecuencias del delito en la propia imagen, en las relaciones interpersonales, en el estatus y actividades presentes y futuras. Significa, que en situaciones equiparables, una persona con elevado grado de compromiso o conformidad hacia aquellos valores es menos probable que se involucre en comportamientos delictivos que otra con inferior nivel de conformidad.

• Para la Teoría de la contención, propugnada por RECKLESS, la sociedad produce una serie de estímulos, de presiones, que impelen al individuo hacia la conducta desviada. Dichos impulsos son contrarrestados por ciertos mecanismos, internos o externos, de contención que le aíslan positivamente.

Existen, según RECKLESS, una serie de impulsos internos, y de presiones e influencias externas, que actúan respecto al individuo como mecanismos de presión criminógena. El individuo cuenta también con otros dispositivos internos y externos de contención: mecanismos internos (solidez de la personalidad individual, un buen autoconcepto, “ego” acusado, alto grado de tolerancia a la frustración, metas y proyectos bien definidos) y externos procedentes de la coacción normativa que ejerce la sociedad y los diversos grupos sociales y otros vínculos o mecanismos de contención del crimen especialmente importantes (código moral, refuerzo de los valores, normas y objetivos convencionales, supervisión efectiva y disciplina, roles sociales plenos de sentido). El comportamiento criminal se produce cuando fallan dichos mecanismos internos o externos de contención.

• Teoría del control interior. Es mantenida por REISS y está relacionada con el psicoanálisis y la cibernética. La delincuencia es el resultado de una relativa falta de normas y reglas internalizadas, de un desmoronamiento de controles erigidos con anterioridad y/o de un conflicto entre reglas y técnicas sociales. La desviación social se entiendo como la consecuencia funcional de controles personales y sociales débiles.

• Teoría de la anticipación diferencial. Según GLASER, la decisión de cometer o no un delito se halla determinada por las consecuencias que el autor anticipa, por las expectativas que se derivan de su ejecución o no ejecución. El individuo se inclinaría por el comportamiento criminal si de su comisión se derivan más ventajas que desventajas. Tales expectativas dependerían del mayor o menor contacto de cada individuo con los modelos delictivos, esto es, del apredizaje o asociación diferencial.

• Revisiones actuales de las teorías clásicas del “control”:

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