PEDAGOGIA DE LA AUTONOMIA. Pedagogía de la autonomía de P. Freire
Enviado por Tatinausneriz • 19 de Octubre de 2018 • Ensayo • 1.441 Palabras (6 Páginas) • 199 Visitas
N°1 de Didáctica general.
- Instituto de educación superior N°64
- Alumna: Nausneriz Tatiana
- Curso: 2do “A” Primaria
- Docente: Stringhini , María Eugenia
- Fecha de entrega: 16/10/2018
A partir del texto Pedagogía de la autonomía de P. Freire:
- Explicá la concepción que el autor tiene sobre los sujetos, la enseñanza y el aprendizaje.
- Establecé relaciones entre el modo de concebir a los sujetos y la concepción de enseñanza.
- Transcribí algunos párrafos (no menos de seis) que den cuenta cómo explica el autor la eticidad y la politicidad de la enseñanza. Para ello, realizá las correspondientes referencias de las citas que elijas.
- Explicá en qué consiste para Freire la naturaleza ética y política de la enseñanza e identificá cómo justifica esta naturaleza.
- Respondé las siguientes preguntas: ¿Qué te aporta reconocer la eticidad y la polilticidad de la enseñanza? ¿qué preguntas te planteás al respecto?
- Sujetos: según Freire somos sujeto de la cultura, del lenguaje, porque hablamos, por nuestras expresiones, porque podemos transformar la naturaleza, podemos trabajar por eso somos sujetos de cultura.
A su vez, nos habla de que no hay destino, no hay esencia, somos sujetos de existencia y no de una esencia determinada, es decir, no somos lo que somos por ser hijos, amigos, o por nuestro origen, ya que nos construimos continuamente, somos lo que somos por lo que pudimos hacer o no hacer.
Somos seres inacabados e inconclusos, y condenados a seguir aprendiendo siempre.
Enseñanza: enseñar no es transferir conocimientos. Enseñar exige conciencia del inacabamiento. Enseñar exige el reconocimiento de ser condicionado. Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando. Enseñar exige buen juicio. Enseñar exige humildad, tolerancia y lucha en defensa de los derechos de los educadores. Enseñar exige la aprehensión de la realidad. Enseñar exige alegría y esperanza. Enseñar exige la convicción de que el cambio es posible. Enseñar exige curiosidad.
Enseñar es una especificidad humana. Enseñar exige seguridad, competencia profesional y generosidad. Enseñar exige compromiso. Enseñar exige comprender que la educación es una forma de intervención en el mundo. Enseñar exige libertad y autoridad. Enseñar exige una toma consciente de decisiones. Enseñar exige saber escuchar. Enseñar exige reconocer que la educación es ideológica. Enseñar exige disponibilidad para el diálogo. Enseñar exige querer bien a los educandos.
Aprendizaje: no hay enseñanza sin aprendizaje. Quien enseña aprende a enseñar y quien aprende enseña al aprender. Aprender precedió a enseñar, o enseñar se diluía en la experiencia realmente fundadora de aprender. Carece de validez la enseñanza que no resulta del aprendizaje.
- “No es posible pensar a los seres humanos, lejos, siquiera de la ética, mucho menos fuera de ella” (P. Freire, Pedagogía de la autonomía, 2004, p.34)
“La invención de la existencia implica, hay que repetirlo, necesariamente el lenguaje, la cultura, la comunicación en niveles más profundos y complejos que lo que ocurría y ocurre en el dominio de la vida, la espiritualización del mundo, la posibilidad de embellecer o de afear el mundo y todo eso definiría a mujeres y hombres como seres éticos.” (P. Freire, Pedagogía de la autonomía, 2004, p.51)
“Presente entre nosotros, mujeres y hombres, la conciencia del inacabamiento nos hizo seres responsables, por eso la eticidad de nuestra presencia en el mundo. Eticidad que, no cabe duda, podemos traicionar. El mundo de la cultura que se prolonga en el mundo de la historia es un mundo de libertad, de opción, de decisión, mundo de posibilidades donde la decencia puede ser negada, la libertad ofendida y rechazada. Por eso mismo la capacitación de mujeres y hombres en el ámbito de saberes instrumentales nunca puede prescindir de su formación ética.” (P. Freire, Pedagogía de la autonomía, 2004, p.55)
“A esta altura, creo poder afirmar que toda práctica educativa demanda la existencia de sujetos, uno que, al enseñar, aprende, otro que, al aprender, enseña, de allí su cuño gnoseológico; la existencia de objetos, contenidos para ser enseñados y aprendidos, incluye el uso de métodos, de técnicas, de materiales; implica, a causa de su carácter directivo, objetivo, sueños, utopías, ideales. De allí su politicidad, cualidad que tiene la práctica educativa de ser política, de no poder ser neutral. La educación, específicamente humana, es gnoseológica, es directiva, por eso es política, es artística y moral, se sirve de medios, de técnicas, lleva consigo frustraciones, miedos, deseos.” (P. Freire, Pedagogía de la autonomía, 2004, p.68)
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