Pae De Acv Hemorragico
Enviado por nanchuovejero • 19 de Septiembre de 2014 • 2.338 Palabras (10 Páginas) • 998 Visitas
PLAN DE CUIDADOS DE UN PACIENTE CON ACV HEMORRÁGICO
RESUMEN
Este trabajo muestra el modelo de Virginia Henderson como referencia,
realizándose un plan de cuidados a partir de las necesidades alteradas de un
paciente al que se le ha diagnosticado un Accidente cerebral agudo.
Como objetivos se pretende identificar las necesidades actuales del paciente y la
familia y establecer un plan de cuidados individualizado, cubriendo y resolviendo
sus problemas, constituyendo una estructura que cubra todas sus necesidades.
El ACV afecta gravemente a nuestra población y al realizar unos cuidados
individualizados en cada situación del paciente, conseguimos no añadir
problemas derivados del tratamiento, reduciendo la estancia hospitalaria y el
gasto sanitario.
PALABRAS CLAVE: Accidente cerebrovascular (ACV), Necesidades de Virginia
Henderson, Proceso de atención de enfermería (PAE), Hemorragia
Parenquimatosa.
INTRODUCCIÓN
Ante la necesidad de unificar criterios que orienten la práctica enfermera hacia
objetivos comunes se requiere el desarrollo y aceptación por parte de todo el
colectivo de una definición y denominación común para identificar qué es lo que
hacemos, cómo y para quién lo hacemos. Es preciso el uso de una terminología
coherente con nuestra disciplina y aplicable en cualquier ámbito en el que se
desarrolle nuestra labor profesional (investigación, gestión, docencia y
asistencia), a fin de que la comunicación entre los profesionales pueda ser
directa clara y efectiva. En este sentido he elegido el modelo de Virginia
Henderson como referencia para proporcionar un instrumento de trabajo útil en
la práctica diaria.
Este plan de cuidados contempla al individuo desde una perspectiva integral que
tiende al máximo desarrollo de su potencial.
Se entiende por Accidente Cerebro vascular, la aparición de un déficit
neurológico en el SNC, de origen vascular, no convulsivo. Es la patología
neurológica más frecuente.
Se clasifican en:
-ACV isquémicos: Embólicos o no embólicos
-ACV hemorrágicos: Hemorragia intraparenquimatosa o hemorragia
subaranoidea.
En España las enfermedades cerebro vasculares son la segunda causa (la
primera en mujeres) de mortalidad específica1
, por detrás del infarto de
miocardio, y suponen un coste sanitario importante.
PLAN DE CUIDADOS DE UN PACIENTE CON ACV HEMORRÁGICO
La incidencia global de ictus en España no se conoce con precisión, y se estima
que puede oscilar entre 120-350 casos por 100.000 habitantes/año. Las tasas se
multiplican por 10 en la población mayor de 75 años de edad. Además, entre un
5 y un 11% de la población mayor de 65 años refiere antecedentes clínicos de
ictus2
.
Un 20% de los mismos son de tipo hemorrágico, ocurriendo una salida brusca de
sangre al espacio extravascular cerebral por diversos orígenes, denominándose
genéricamente hemorragia cerebral; de estos episodios hemorrágicos en el 5%
de los enfermos la sangre se acumula en el espacio subaracnoideo y se conocen
como Hemorragias Subaracnoideas (HSA) y en el 15% se sitúa en el parénquima
cerebral y se designan Hemorragias Parenquimatosas (HIP).
La Hemorragia Parenquimatosa es una colección de sangre dentro del
parénquima cerebral secundaria a una rotura vascular no traumática, su
gravedad es variable dependiendo del tamaño, tiempo de evolución y
localización del hematoma, presentando, en general, una alta morbimortalidad
relacionada tanto con la gravedad del cuadro como con las complicaciones
secundarias al mismo.
En la actualidad la incidencia de las HIP oscila entre 6 y 35 pacientes x 100.000
habitantes por año, con una cifra promedio de 13. Se han reportado variaciones
étnicas en su incidencia, con mayor número de enfermos en Japón, China y los
afroamericanos en USA, predominan en el sexo masculino antes de los 65 años,
en una proporción de 7 a 3, tendencia que tiende a variar a partir de los 65 años
llegando a invertirse a los 75, lo que pudiera ser por la mayor longevidad del
sexo femenino. La edad media de aparición es de 61 años para los hombres y 65
para las mujeres, siendo raras por debajo de los 45 años. El 50% de los
enfermos padecen de hipertensión arterial.
La tasa de mortalidad es de 6 por 100.000 habitantes por año la que está
relacionada directamente con el tamaño del hematoma (el pronóstico es muy
malo en los mayores de 50 ml), la localización (no es igual un hematoma lobar
que uno situado en el tallo cerebral), el tiempo en que se instaló (minutos u
horas), la edad y la demora entre el diagnóstico y la instauración del
tratamiento. Antes de la introducción de la TAC fallecían alrededor del 90% de
los pacientes con HIP y en la actualidad dicha cifra se ha logrado reducir al 30%.
El 80% de los enfermos con HIP tienen el antecedente de hipertensión arterial
crónica, el resto generalmente ignora ser hipertenso, los mayores riesgos
aparecen cuando hay elevación de la tensión sistólica y la diastólica y en menor
grado cuando sólo está elevada la sistólica3
.
Como sabemos el accidente cerebro vascular (ACV) es una patología que precisa
tanto los cuidados de enfermería, como un autocuidado eficaz por parte del
usuario, a fin de conseguir mejorar y/o mantener la calidad de vida de los
pacientes y prevenir la aparición de problemas potenciales derivados de su
situación.
Por todo ello se requiere un método para sistematizar los cuidados (plan de
cuidados), y una terminología común (diagnósticos enfermeros según Taxonomía
de la Nanda, intervenciones de Enfermería según taxonomía de la NIC y los
resultados de Enfermería según taxonomía de la NOC).
PLAN DE CUIDADOS DE UN PACIENTE CON ACV HEMORRÁGICO
Presentación del caso:
Varón de 63 años que acude a urgencias derivado por su médico del Centro de
Salud por focalidad neurológica sin especificar, ha presentado pérdida de fuerza
de extremidad inferior izquierda y brazo izquierdo, mantiene movilidad, aunque
no puede mantenerse de pie, no afectación del lenguaje. En urgencias se le
realiza un TAC en el que se visualiza un hematoma parenquimatoso de 5 x 2,4
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