Pasado Y Futuro Del Comercio De Marfil

1. Critique el siguiente argumento: “Para concretar la protección eficaz del elefante africano (u otra especie en peligro de extinción), se requiere un incentivo de ganancias”.

Se tiene que analizar este argumento desde el punto de vista de una poblador africano y no desde el punto de vista “occidental” para poder entender la antipatía absoluta que existe entre los elefantes y los agricultores y aldeanos africanos.

Un solo elefante puede consumir hasta 400 kilogramos de hojas y ramas al día y tiene un gusto por los campos de maíz, se sobre entiende que destruyen los campos agrícolas africanos que en general tienen dueños mayormente pobres. El efecto general es que los elefantes pueden diezmar la vegetación natural e inutilizar

tierras valiosas.

No sólo se debe tomar en cuenta la destrucción de sembrados también las pérdidas humanas que causan anualmente. En promedio diez agricultores al año mueren pisoteados en la lucha por defender sus cultivos.

Felizmente esta situación se está revertiendo en África. Los aldeanos no sólo están tolerando los daños a las tierras y la pérdida de cultivos sino que están haciendo lo mejor que pueden para protegerse contra los cazadores debido a la proliferación de programas gubernamentales que otorgan licencias a las aldeas que permiten a los aldeanos o los cazadores que contratan a seleccionar una cantidad designada de elefantes cada año. Los participantes del programa, por lo general aldeanos, pueden vender permisos con estrictos controles a los cazadores de grandes animales o seleccionar los elefantes a fin de obtener cuero, colmillos o carne.

Por lo tanto, creemos que para que se dé una protección efectiva a los elefantes, los agricultores y la población en general no deben verse afectados en su escaza economía teniendo la posibilidad de poder lucrar con la prohibición limitada de caza de este animal.

2. Si Estados Unidos y otros países van a rechazar la importación de marfil, ¿deben compensar a los países exportadores pobres abriendo sus mercados aún más a otros productos?

El comercio internacional de los productos de las especies en peligro de extinción, se calcula, es de $10,000 a $15,000 millones al año. Esto genera que su comercialización sea una importante fuente de ingresos para los países africanos.

Por lo tanto, el gobierno de Estados Unidos y de algunos países de Asia donde se centraliza la comercialización ilegal de marfil no sólo debe prohibir su venta sino dar alternativas para no empobrecer más a países africanos que se valen de este insumo para poder subsistir

En los últimos años, Estados Unidos ha puesto mano dura a los traficantes de marfil indicando que la participación de conjuntos criminales internacionales especializados en el tráfico de fauna perpetúa la corrupción, amenaza el Estado de derecho y la seguridad de las fronteras en regiones frágiles; desestabiliza comunidades que dependen de la fauna por la biodiversidad y el ecoturismo.

Creemos que no solo se deben dar sanciones drásticas a los comerciantes ilegales, sino que por un tema de equilibrio biodiverso deben dar apoyos en impulsar nuevas alternativas de comercio y no sólo esperar que África se mantenga del turismo

3. ¿Deben canalizar

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