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Pensamiento Y Palabra

Shushein28 de Enero de 2014

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PENSAMIENTO Y PALABRA

HE OLVIDADO LA PALABRA

QUE UNA VEZ QUISE DECIR

Y , PENSAMIENTO SIN VOZ, VUELVE AL REINO DE LAS SOMBRAS.

OSIP MANDELSTAM

El pensamiento y la palabra no están conectados por un vinculo primario. La conexión surge, cambia y crece en el transcurso de la evolución del pensamiento y el habla; sería un error considerar que el pensamiento y el habla son dos procesos sin relación. También se puede decir que el pensamiento y la palabra eran elementos aislados e independientes y que el pensamiento verbal era fruto de su unió externa. Hemos encontrado esta unidad del pensamiento verbal en el significado de las palabras, es una célula elemental que no se puede seguir descomponiéndose y que representa la forma más elemental de la unión entre pensamiento y palabra.

El significado de cada palabra es una generalización o un concepto puesto que las generalizaciones y los conceptos son innegablemente actos del pensamiento, podemos considerar el significado como un fenómeno del pensamiento solo en la medida que el pensamiento se materializa en el habla, y es un fenómeno del habla solo en la medida en el que el habla se conecta con el pensamiento y es iluminado por él.

El desarrollo del pensamiento verbal resulta posible usando el significado de las palabras como unidad del análisis y nos ha llevado que el significado de las palabras evolucionan. Desde el punto de vista de las viejas escuelas de psicología el vinculo entre la palabra y el significado es un vinculo asociativo, establecido mediante la percepción repetida y simultanea de cierto sonido y cierto objeto. Una palabra evoca su contenido como el abrigo de un amigo nos recuerda a dicho amigo o una casa a sus habitantes. La asociación entre la palabra y el significado puede fortalecerse o debilitarse, enriquecerse mediante la conexión con otros objetos del mismo género, a extenderse a un campo más amplio o limitarse más, pero no puede no puede cambiar su naturaleza psicológica.

Todas las palabras desde la más concreta a la más abstracta, estarán formadas del mismo en lo relativo al significado y no contendrían nada peculiar del habla como tal, una palabra nos hace pensar en su significado, igual que un objeto cualquiera nos puede recordar a otro.

El desarrollo queda reducido a cambios de las conexiones asociativas entre palabras determinadas y objetos determinados: una palabra podía denotar al principio un objeto y asociarse después con otro, precisamente como un abrigo que cambiara de dueño nos recordaría primero a una persona y más tarde a otra. El pensamiento verbal se eleva hasta los conceptos más abstractos. No es simplemente el contenido de una palabra lo que cambia, si no el modo en que la realidad se generaliza y se refleja en una palabra.

En la psicología guestaltica, la situación no era muy diferente. En primer lugar, mantuvo la separación completa de estas dos funciones. Para ella la relación entre el pensamiento y la palabra aparece como una simple analogía, una reducción de ambos a un común denominador estructural. Las palabras entran en la estructura de las cosas y adquieren cierto significado funcional.

Tanto la vieja psicología como la nueva dan por supuesto que el desarrollo del significado de una palabra acaba en el momento en que surge. Todo pensamiento es una generalización y todas ellas estudian la palabra y el significado sin ninguna relevancia a su desarrollo mientras se mantengan estas dos circunstancias en las sucesivas tendencias de psicología, no podrá haber mucha diferencia en el modo de abordar el problema.

Los significados de las palabras son formaciones dinámicas no estáticas. Cambian conforme el niño se desarrolla: cambia también con las formas diversas con la que funciona el pensamiento.

Si el significado de las palabras cambia en su naturaleza interna, también cambiara la relación de la relación del pensamiento y la palabra.

“ La relación de las palabras con el pensamiento y la creación de nuevos conceptos son un proceso complejo, delicado y enigmático que se desarrolla en nuestra alma”.

La relación del pensamiento con la palabra no es una cosa si no un proceso, un movimiento continuo, del pensamiento a la palabra y de la palabra al pensamiento. En dicho proceso, la relación del pensamiento y la palabra sufre cambios que se pueden considerar desarrollo en el sentido funcional. El pensamiento no se expresa simplemente con palabras; llega a la existencia a través de ellas. Cada pensamiento trata de conectar algo con algo, de establecer una relación entre cosas. Cada pensamiento se mueve, crece y se desarrolla, desempeña una función, resuelve una función, resuelve un problema. Este flujo del pensamiento se da como un movimiento interno a través de una serie de planos. Un análisis de la interacción del pensamiento y la palabra debe comenzar comenzar con una investigación de las diferentes fases y planos que a traviesa un pensamiento antes de materializarse en palabras.

Varios hechos del desarrollo lingüístico del niño ponen de manifiesto un movimiento independiente en la esfera fonética y en la semántica.

Dos de las mas importante son: el dominio del habla externa, el niño parte de una palabra y después de dos o tres; un poco mas tarde pasa de las oraciones simples a las a otras más complicadas y, finalmente, un habla coherente formada por series de dichas oraciones, procede de la parte al todo. En lo referente al significado la primera palabra del niño es una sentencia completa. Semánticamente el niño comienza a partir del todo de un complejo significativo, y solo después comienza a dominar las unidades semánticas separadas, el significado de las palabras, y a fragmentar en estas unidades su pensamiento, antes indiferenciado. Los aspectos externos y los semánticos del habla se desarrollan en direcciones opuestas: el uno, de lo particular a lo global, de la palabra a la sentencia; el otro de lo global a lo particular, de la sentencia a la palabra.

El pensamiento del niño, precisamente porque ha nacido como un todo confuso y amorfo, debe encontrar expresión en una sola palabra. Conforme su pensamiento va siendo más diferenciado, el niño es menos capaz de expresarlo con palabras sueltas y pasa a construir un todo compuesto. Reciprocada menté, el progreso del habla, hasta todo el todo diferenciado, ayuda al pensamiento del niño a progresar desde el todo homogéneo a las partes bien definidas. El pensamiento y la palabra no están cortados por el mismo patrón. En cierto sentido, hay entre ellos mas diferencias que semejanzas. La estructura del habla no refleja simplemente la estructura del pensamiento; por esta razón el pensamiento no puede revestirse de las palabras como si estas fueran una prenda ya hecha.

El pensamiento experimenta muchos cambios al convertirse en habla. No es simplemente que encuentre su expresión en el habla; encuentra su forma y realidad.

El segundo aparece en un periodo posterior del desarrollo. Piaget demostró que el niño usa oraciones subordinadas con porque, aunque, etc., mucho antes de entender las estructuras del significado correspondiente a estas formas sintácticas. La gramática precede a la lógica.

Se ha demostrado que cualquier parte de una sentencia puede convertirse en predicado psicológico, en portador del énfasis temático . la categoría gramatical, según Hermann, es una forma fosilizada de la psicología. Para revivirla se le da una énfasis lógico que manifiesta su significado semántico. Paul demuestra que tras una estructura gramatical, pueden ocultarse significados completamente diferentes. La concordación entre la organización sintáctica y la organización psicológica no es tan frecuente como tendemos a suponer, es, más un requisito que a su vez se cumple.

En ocasiones, un detalle gramatical puede cambiar el significado global de lo que se dice.

Tras la palabra esta la gramática independiente del pensamiento, la sintaxis de los significados de las palabras. La expresión más simple, lejos de reflejar una correspondencia rígida y constante entre el sonido y el significado en realidad es un proceso. Las expresiones verbales no pueden surgir totalmente formadas, si no que deben desarrollase gradualmente. Este complejo proceso de transición del significado al sonido debe desarrollarse y perfeccionarse. El niño debe de aprender a distinguir entre la semántica y la fonética, y saber en qué consiste la diferencia.

Para el niño, la palabra es parte integrante del objeto que denota; experimentos simples demuestran que los niños en edad preescolar explican los nombres de los objetos por sus atributos, un intercambio de nombres significaría un intercambio de propiedades características.

La capacidad de un niño para comunicarse mediante el lenguaje entre relación directa con el grado de diferenciación de los significados de las palabras en su habla y su conciencia. En la estructura semántica de una palabra, distinguimos entre referentes significados, igualmente, distinguimos la función nominativa de una palabra y su función significativa. Al compara estas relaciones estructurales y funcionales en los estadios inicial, medio y superior del desarrollo, al comienzo solo exista la función nominativa y, semánticamente solo la referencia objetiva; la significación independiente de la denominación y el significado independiente de la referencia aparecen más tarde.

La relación entre el pensamiento y la palabra no se puede entender en toda su complejidad sin una clara comprensión de la naturaleza psicológica del habla interna. De todos los problemas conectados con el pensamiento y el lenguaje , este es quizás el más

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