Practica Docente

Organicemos nuestro práctica docente

Imaginemos no a muchos metros de nuestro salón de clase escuchar un fuerte estruendo, rechinido de bancas, un maestro gritar desaforadamente, niños silbando y al mismo tiempo una fuerte discusión sobre un tema irrelevante, que preguntas nos vendrían a la cabeza de inmediato. ¿qué sucede allá? ¿no tienen maestro? Y después de cerciorarnos de que efectivamente el maestro esta presente, nos preguntaríamos ¿Por qué se le salió de las manos el grupo?

En clase suceden muchas cosas a la vez, rápidamente y de forma imprevista, el rendimiento académico de los alumnos se puede ver influido por muchos factores, y cualquiera de ellos puede desbocar en un fracaso , o muchas veces en un fracaso continuo que marcará a los niños para el resto de su vida, esto no se puede evitar mas que con una buena sistematización en objetivos, contenidos, aplicaciones de los mismos, materiales, y una buena evaluación. Hemos de reflexionar que de las prácticas educativas docentes se espera mucho, ya que en el maestro ha recaído la responsabilidad de formar a los ciudadanos que la sociedad demanda, pero la práctica educativa es una acción muy compleja por diversas situaciones; dentro de las cuales destacaría la diversidad en las características de los alumnos, sus capacidades personales, los diferentes modos de aprender, la diversas tareas que tiene que realizar el docente durante un día de clases, la influencia contextual, las situaciones impredecibles y, por supuesto, la forma de enseñar del profesor.

Es por eso que el maestro debe de estar preparado con un cumulo de herramientas muy precisas a demás de una constante innovación en su práctica docente.

En nuestras prácticas rutinarias muchas veces lo más importante, en nuestra forma de actuar y desenvolvernos al desarrollar los procesos de enseñanza. La reflexión sobre nosotros mismos y nuestra practica docente es otro compromiso que como futuros docentes tenemos que hacernos.

Tenemos que encontrar el cómo el maestro puede cambiar su práctica para llegar a desarrollar una buena pedagogía.

Valorando tres aspectos fundamentales para su mejora e incluyendo como ya hemos dicho, una buena reflexión.

Debemos de analizar e identificar los objetivos desde la perspectiva: ¿qué enseñar? ¿por qué y para qué? ¿cuándo enseñar? y ¿cómo enseñar?

Y a la pregunta de ¿cómo transformar y mejorar las prácticas educativas?

Como ya decíamos la enseñanza, para ser eficaz debe configurarse como una actividad inteligente, metódica y orientada por propósitos bien definidos. Los dos grandes males que debilitan la enseñanza y restringen su rendimiento son: la rutina sin inspiración y sin objetivos y la improvisación dispersa confusa y sin orden.

Para poder evitar estos grandes males tenemos que:

a)

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